¿A quién no le pasó tener que hacer un esfuerzo enorme por recordar la contraseña de la cuenta bancaria? ¿O llegar a la mañana al trabajo y haberse olvidado la clave de acceso a la computadora? Y ni hablar de querer dar su número telefónico y tener que pensarlo unos segundos. La memoria, o la falta de ella en realidad, puede jugar una mala pasada y en esta época del año el cansancio tampoco colabora.
Read more!