Cuando por primera vez su fotografía apareció en las redes sociales, de inmediato se creyó que se estaba frente a un temerario gimnasta a quien no le importaba el riesgo y a quien la palabra "miedo" no formaba parte de su vocabulario. Sin embargo, las imágenes publicadas por Luis Fernando Candela se trataban de un truco de cámara.
La imagen lo mostraba a Candela haciendo ejercicios abdominales colgando de sus pies sobre un peñasco a 300 metros de altura. Acto seguido, este brasileño parecía estar realizando su entrenamiento. Sin embargo, el truco se descubrió: el atleta había colocado su cámara de manera tal que el ángulo le permitiera semejar una maniobra de alto riesgo, cuando en realidad su cuerpo estaba a pocos centímetros del sueño.
El fenómeno fue repetido por cientos y cientos de turistas y brasileños que descubrieron el lugar -llamado Pedra Do Telégrafo- y ahora es una meca de la fotografía. Cada familia y pareja que aparece en el lugar repite el ritual con diferentes posturas, todas "riesgosas" y "temerarias".