Taxco, capital de la plata en el corazón de México

Perteneciente a la Ruta de los Pueblos Mágicos, este destino enclavado entre las montañas de arquitectura virreinal, conquista con sus callejones e invita a dar un paseo por otros tiempos

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 Laurent Espitallier 162
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La pequeña ciudad de Taxco de Alorcón se encuentra en el estado de Guerrero, al norte, a unos 200 kilómetros de la capital mexicana. Es parada obligada en la ruta hacia Acapulco, donde tomarse un respiro en este paisaje colonial y aprovechar de comprar la mejor joyería típica. En tiempos pasados, su gran yacimiento aurífero entre montañas, le valió su riqueza volviéndose el centro minero más importantes de la llamada Nueva España.


Todos los atractivos de México pueden encontrarse en este pequeño paraje donde la ciudad antigua se sitúa entre las sierras, con calles empedradas y pequeñas plazas que invitan a caminar por todos los rincones y visitar sus magníficas construcciones. La historia, la cultura, la religión, la tradición artesanal y la gastronomía se resumen todas aquí en esta villa de ensueño.


Taxco tiene todo el aspecto del virreinato donde destacan sus antiguas construcciones, entre casitas, iglesias, plazas y palacios. De ahí que fuera nombrado Pueblo Mágico, por su alto valor turístico. La mejor manera de recorrerlo es a pie y siguiendo todos sus miradores hasta llegar al teleférico que ofrece un recorrido a más de 173 metros de altura, donde la postal cambia y se aprecia el entorno natural montañoso donde esta emplazado, la sierra madre.


 Joseph Wingenfeld 162
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Sinuosas Callejuelas de piedra que terminan en plazuelas y alrededor las casas de cal con techos de teja, enmarcan bellas construcciones como la emblemática Parroquia de Santa Prisca (frente a la plaza San Juan), tan espléndida por su estilo barroco mexicano, que curiosamente fue mandada a construir por un minero rico en el siglo XVIII. Sus ornamentaciones de cantera rosa y las torres principales del frente la hacen visible desde todo punto, con la Inmaculada Concepción en lo más alto y la cúpula de azulejos.

Luego proliferan otras iglesias dada la cultura católica del lugar, como el templo de San Bernardino, uno de los mas antiguos de América construido en 1592. Esta gran construcción de piedra es famosa por dos imágenes en su interior que son muy propias de la ciudad, el cristo de los plateros y el señor del santo entierro.

Más sencillas, el Templo de la santa Veracruz, la parroquia Preciosa Sangre de Cristo o la Iglesia de Ojeda, son una buena muestra de la arquitectura colonial.


Luego el recorrido lleva hacia la Casa Borda que data de 1759 al lado norte de la plaza, la construcción civil más importante que hay. De fachada es muy sencilla, parece más bien una fortaleza de piedra. Su secreto está por dentro entre 4 pisos de altura y el gran patio al interior con grandes balcones que miran a la plaza. Actualmente se puede visitar porque funciona como Casa de la Cultura de Taxco y alberga numerosas muestras de arte y artesanía popular.



Platería famosa

También el Museo William Spratling es parada obligada muy cerca de todo el centro histórico. Fue construido en honor a este señor inglés, fundador del legendario Taller Las Delicias que proyecto a Taxco como la capital mundial de la platería. Allí se cuenta la historia de la ciudad con planos mapas y fotos, junto con una buena colección de piezas pre hispánicas donadas de su colección personal al pueblo. Hay cubiertos, copas, jarras, hebillas, brazaletes, pendientes y hasta botones. Una calavera cubierta de jade, así como una colección sobre falsificaciones, son de lo más sorprendente. A un lado del museo está el taller donde un grupo de artesanos sigue dando vida a sus diseños.


El mejor recuerdo que se puede llevar a casa de esta ciudad es la exquisita artesanía local. Frente a la Iglesia de Prisca está el mercado de artesanías donde comprar objetos artesanales elaborados obviamente de plata y también con otros materiales como papel amate, barro, madera y bejuco. Luego los sábados es el Tianguis de la Plata, una feria al aire libre que funciona como un gran bazar en el que los talleres exponen sus mejores piezas y joyería refinada.


En cada calle abundan los locales o talleres que trabajan igualmente la plata y otros metales preciosos. Por la calle de San Agustín, por ejemplo, hay no menos de 20 platerías. Tienen los precios más convenientes del país y sus piezas son de lo más variadas y originales.


Paseo entre las montañas

Lara Danielle
Lara Danielle

Saliendo hacia el oeste, a 13 kilómetros se encuentra uno de los puntos más visitados. La cascada de Cacalotenango, una zona boscosa para recorrer todo el nacimiento del arroyo hasta que se convierte es una gran caída de agua de 80 metros.


Muy cerca, las Grutas de Cacahuamilpa invitan a seguir en la onda natural. Este parque protegido de 2700 Has. entre el bosque lleva hasta las cuevas subterráneas donde aprender sobre las formaciones geológicas de la zona. El camino es de unos 2 km adentrándose cada vez más en un camino iluminado y hacia el final pasa por dos ríos subterráneos. Alguna vez fue habitado por indígenas donde hacían cultos a sus dioses entre estas formaciones naturales de roca caliza que en la prehistoria tuvieron rastros de mar.

Saliendo hacia el norte de Taxco, alejado unos 36 km, se encuentra el poblado Ixcateopan de Cuauhtémoc, célebre porque allí esta el templo con los restos del ultimo emperador mexicano. También allí el Museo de la Resistencia Indígena que se encuentra dentro de una construcción de piedra donde se representa la lucha de los indígenas antes la llegada de los españoles. Completa el paseo la iglesia de Santa María de la Asunción del siglo XVI, considerada monumento histórico dentro de esta zona arqueológica tan reconocida como centro ceremonial prehispánico, de culto y tradición guerrera.


Gastronomía e insectos

Párrafo aparte merece la gastronomía de Taxco, tan singular en sus caldos como en los jumiles, unos insectos que se han vuelto el célebre plato local. Este pequeño es una especie de chinche marrón de aspecto nada seductor, pero con muchas propiedades curativas y nutritivas. Por su fama le vale la creación de la Feria del Jumil, durante el mes de octubre, en la que se venera a esta especie tal como lo hicieran los aztecas quienes iban en peregrinación hasta el cerro donde hay un templo dedicado a este insecto. La tradición sigue y cada año se celebra esta feria para degustar estos deliciosos insectos vivos o cocidos.


Este paseo tan encantador por Taxco de Alorcón, invita por sobre todo a conocer en un mismo lugar la historia mexicana, desde los rastros de los Aztecas y pueblos aún más antiguos hasta el avance con la minería y los años de conquista española. A pesar de tantos siglos de independencia estas huellas nunca fueron borradas, sino mas bien exaltadas para que el visitante conozca estos parajes que parecen detenidos en el tiempo, ricos de historia y tradiciones locales.