"Las reservas van a seguir cayendo en los próximos meses por más que la estrategia del Banco Central lo quiera camuflar, restringiendo el pago de importaciones o gatillando el swap con China. Pero cuando lleguemos a fin de año lo más probable es que las reservas netas no superen el monto de los depósitos en dólares". Actualmente, esa cifra apenas supera los u$s 8.000 millones.
El columnista de InfobaeTV consideró que reconocer la necesidad de un tipo de cambio más competitivo obedece a dos situaciones que se registran en paralelo: por un lado, la falta de reservas en relación a la cantidad de dinero que circula en la economía. "Pero al mismo tiempo hay que considerar el daño que las devaluaciones en las monedas de todo el mundo están generando al sistema productivo en la Argentina. Las exportaciones industriales, por ejemplo, están cayendo a un ritmo del 25%." Y en ese sentido, aventuró que "a muchas empresas les resultará muy difícil sobrevivir al 2016 si no hay cambios, ni que hablar el efecto que podría haber sobre el empleo".
-Va de la mano de la salida del cepo y es la única manera de admitir lo que ya sucedió en la Argentina, que es una fuerte depreciación de la moneda. Pero obviamente esto no se puede hacer de cualquier manera. Primero hay que encarar una solución con los holdouts, empezar un camino para equilibrar las cuentas fiscales, ver cómo se adecuarán las tarifas y bajar la inflación. Si no recorrés ese camino primero olvídate de unificar el tipo de cambio. El peligro es cometer el error del 2014, cuando se devaluó sin plan y la inflación se terminó comiendo muy rápido esa mejora competitiva.
Secco admitió que es creciente además la cantidad de empresas que procuran dolarizar carteras en medio de esta turbulencia internacional y faltando menos de 60 días para las elecciones presidenciales.
"No es trivial para las compañías el momento en que sucederá ese sinceramiento cambiario, inclusive desde el punto de vista de cómo arman su cartera de inversiones", explicó. Esa tendencia a dolarizarse es lo que explica por qué en los últimos días de la semana pasada el "blue" operó con cierta tendencia a la baja tras haber tocado los $ 16, mientras que el contado con liquidación –que es el mecanismo que tienen las compañías para dolarizarse a través de bonos o acciones- se mantuvo sostenido hasta tocar los $ 14.