Fue un recurso un poco burdo: no todos los pelados son iguales. En su casa, Jorge Norberto Delgado no salía de su asombro. Jefe de Criminalística de la Prefectura Naval Argentina, académico de renombre en su área y un perito reconocido por sus colegas, Delgado vio en su computadora cómo una imagen lo identificaba, sugestivamente, con el santacruceño Fernando Basanta, camporista, amigo y lugarteniente de Máximo Kirchner y sugerido como supuesto reemplazo del ex espía Antonio "Jaime" Stiuso en la Secretaría de Inteligencia bajo designación de Máximo mismo, según consignó semanas atrás el diario Perfil.
Por un lado en la imagen está Basanta. Por el otro, Delgado mismo, munido de dos valijas, saliendo del edificio Le Parc en la madrugada del 19 de enero, donde apareció muerto el fiscal Alberto Nisman. Delgado no entendía qué estaba pasando. Había estado efectivamente en Le Parc; fue uno de los primeros en llegar, para dirigir a su equipo de peritos de la Prefectura tras la división de tareas entre ellos y la Policía Federal que ordenó la fiscal Viviana Fein.
La imagen se viralizó de inmediato: comenzó en cuentas anónimas el sábado por la noche y el domingo llegó a su pico, tanto en Twitter como Facebook, generando una ola de comentarios. La lectura era obvia; un hombre del riñón del kirchnerismo, con nuevo rol en la ex SIDE, aparecía para controlar el operativo y llevarse evidencia crítica. A sazón, hubo un segundo collage con otro "pelado", que le abre la puerta a Néstor y Cristina Kirchner en un viaje a Europa en 2010. Tampoco era Delgado, sino Christophe Laure, un ejecutivo de la cadena de hoteles Intercontinental.
Fuentes allegadas al operativo aseguraron a Infobae algo que es obvio a simple vista: las valijas de Delgado no contenían evidencia, sino sus herramientas de trabajo pericial. Tenía guantes de látex, plumones, antiparras, reactivos químicos y físicos, los contenidos de lo que en la jerga forense se conoce como una "valija de rastro".
Por otra parte, esa valija no subió al departamento de Nisman. Delgado sí lo hizo, recién cerca de las 4 AM. Fein dividió tareas y destinó a Prefectura a realizar la preservación de la escena.
Este hecho curioso se suma a varias confusiones mediáticas de índole dudosa que rodearon el caso. El ejemplo más inmediato es el "falso Lagomarsino", en una marcha de padres de víctimas de Cromañón en 2009. El supuesto Lagomarsino era en realidad Pablo Plotkin, periodista y asesor editorial de la revista Rolling Stone.
Qué pasó en las redes