Vibrante y emotivo show de Karina La Princesita en el Luna Park

La Princesita dio un show cargado de sensaciones en el que sus fans corearon las canciones y bailaron sin parar durante toda la noche

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Veronica Guerman / Teleshow.com
Veronica Guerman / Teleshow.com

El escenario era imponente: las luces, las pantallas, el sonido, todo. Una corona gigante con mucho brillo yacía en el centro. De allí salió Karina, la princesita frente a un Luna Park repleto de fans que gritaron desaforados el nombre de la Primera Dama de la cumbia argentina.

Y yo sigo cantando, fue la canción apertura, muy representativa en su carrera ya que la compuso cuando cambió de discográfica. Si bien el público era variado en edades, la cantante se sorprendió ante la creciente multitud de chicas preadolescentes que la empezaron a seguir en los últimos años. "Me siento Panam", dijo entre risas.

El show, muy bien estructurado, contó con diferentes partes calibrando la emotividad y la vibración. Hubo un momento en que comenzó a hablar de sus raíces, de dónde surgió su fascinación por el canto: su mamá, que cantaba todo el tiempo frente a sus hijos mientras cocinaba o lavaba la ropa. Dedicándoselas, cantó esas canciones que oía de pequeña, y entre ellas estaba Olvídame y pega la vuelta, clásico de Pimpinela que, ni bien comenzó a entonarlo, el dúo se hizo presente en el escenario. Lucía y Joaquín Galán dejaron estupefactos a todos los espectadores para luego cantar, otro de sus clásicos versionados por Karina, A esa.

Las colaboraciones durante la noche fueron muchísimas. Diversos músicos se hicieron presentes para acompañarla en los diferentes temas. Dos cantantes salteñas, cuatro bailarines de folklore, un DJ, violinistas, un grupo de mariachis y su banda habitual que tuvo momentos para lucirse en soledad.

No se lo puede reducir a un show de cumbia; también hubo ocasión para que interprete sus clásicos en forma de balada como Equivocada y Y hubo alguien demostrando tener una de las mejores voces de la música popular.

Siempre atenta al público presente, dialogó con muchos agradeciéndoles la presencia, tirándole besos, saludándolos y preguntándoles qué canciones querían escuchar. Antes de terminar el show, no pudo evitar hacer alusión a sus fanáticos de la primera hora cantando el estribillo de los temas de sus primeros discos como Gritaré, Loba, Jamás y Disimula. No pareció ser una sorpresa que estas canciones, pese a ser escritas hace más de 11 años, eran coreadas por, prácticamente, la totalidad de los presentes.

La presencia de su hija Sol entre las primeras filas junto a la mamá, y su pareja "el Kun" Agüero detrás de las bambalinas le dieron la fortaleza pero también la sensibilidad suficiente para que la princesita de la cumbia cumpla con su público.

Pero si hay que hablar de vibración, las canciones que realmente hicieron estallar el estadio y poner a todos los fanáticos de pie para bailar a paso de cumbia y manos levantadas fueron las canciones Con la misma moneda, Corazón mentiroso, Sin vergüenza, No se toca, Te quise olvidar y Fuera. De esta forma, las mujeres despechadas –un cliché recurrente entre sus fans- tuvieron su momento de éxtasis para transformar las penas amorosas en un canto desaforado y sincero.

No hay dudas que Karina es, después de lo que logró Gilda, la artista femenina más representativa de la cumbia popular. Con este show consagró su lugar en el ambiente y una carrera extensa pero prometedora. "Nos vemos en el próximo show, que será antes de fin de año donde presentaré mi próximo disco", se despidió dejando a todos con la ilusión de verla pronto.