Prácticamente obligado a ganar un campeonato tras dos años plagados de frustraciones, Boca se movió casi incansablemente desde la apertura del mercado de pases, consciente de la necesidad de jerarquizar varios puestos de la alineación y confeccionar un plantel que pudiera ilusionarse con la Copa Libertadores, la competición más relevante que afrontará en este 2015.
Si bien la mayoría de los equipos denominados grandes apeló al poderío de la billetera para retocar sus respectivas estructuras, el "Xeneize" cerró llegadas rutilantes en cantidad: Gino Peruzzi, Alexis Rolín, Luciano Monzón, Marco Torsiglieri, Pablo Pérez y Guillermo Sara, fundamentalmente para fortalecer la zona defensiva y encontrarle un competidor de lujo a Agustín Orion bajo los tres palos.
De la misma manera, Cristian Pavón se sumó a los entrenamientos de pretemporada luego de haber jugado en calidad de cedido durante seis meses en Colón, aunque sufrió una grave lesión en el Superclásico de Mar del Plata y deberá esperar unos cuantos meses para volver al ruedo. Por esa razón, la Comisión Directiva 'abrochó' con rapidez el retorno de Sebastián Palacios, quien estaba "de prestado" en Arsenal.