En el último año más de 800.000 personas fueron expulsadas del mercado de trabajo

Es el resultado de las sendas bajas que el Indec midió en la oferta y demanda laboral entre el tercer trimestre de 2013 e igual período de 2014. Estudio privado detectó que el desempleo en la Argentina se ubica entre los más altos del mundo si se equipararan las tasas de participación

Compartir
Compartir articulo
  162
162
  162
162
 na 162
na 162

El movimiento en la misma dirección de las tasas de participación o población económicamente activa y la tasa de empleo, ambas medidas en proporción al total de habitantes en el país, disimularon el real aumento del desempleo a dos millones de residentes al cierre del tercer trimestre del corriente año.

Al respecto, un análisis del Instituto de Estudios Laborales y Sociales de la UCES estimó que "el total de desocupados ascendería a unas siete millones de personas si participara del mercado laboral una proporción de la población similar a la que registra China, la cual es superior en seis puntos porcentuales a la detectada por el Indec para la Ciudad Autónoma de Buenos Aires".

Si la Argentina tuviera la tasa de participación que registra China el desempleo treparía a 30 por ciento

La tasa de desempleo de 7,5% que registró la Encuesta Permanente de Hogares en el tercer trimestre de 2014 fue igual a la de dos años antes. Sin embargo, si se hubiese sostenido la tasa de participación del tercer trimestre de 2012 con el nivel de empleo detectado dos años después hubiera determinado un salto de la tasa de desocupación a 11,4 puntos de la población económicamente activa.

Para cuantificar ese fenómeno a nivel internacional IDELAS-UCES simuló el cálculo de cuál sería la oferta de personas si en todo el país se replicara la tasa de participación que registran los principales países con más de 10 millones de habitantes, con la excepción de las naciones limítrofes.

El ejercicio reveló que respecto del promedio mundial la desocupación sería equivalente a 11,4% de la PEA, subiría a un rango de 15 a 16% si se cotejara con la de Chile, Venezuela o España. Y peor aún, se ampliaría a una tasa de 20 a 30%, según los parámetros de Uruguay, Colombia, Japón, Brasil, Perú, Rusia, Alemania, Canadá, Australia o China.

Destrucción de puestos y efecto desaliento

Agrega el informe de marras que "por segundo año consecutivo el mercado de trabajo fue afectado por la concurrencia de la destrucción de empleos netos y disminución de la cantidad de personas interesadas en obtener un puesto laboral. En el primer caso, la EPH del Indec dio cuenta de una caída de la tasa de empleo en el conjunto de 31 aglomerados urbanos de 1,6 puntos porcentuales de la población, a 41,3%, mientras que en el segundo la tasa de participación se contrajo en 1,4 puntos porcentuales del universo de residentes en esa área geográfica, a 44,7 por ciento".

En dos años más de 1,1 millones de personas quedaron desocupadas o se retiraron del mercado

Esas proporciones, extrapoladas al total país y convertidas a cantidad de personas, significaron según el estudio privado que "concurrieron al mercado de trabajo en todo el país unas 18,54 millones de personas, de las cuales se ocuparon 17,17 millones. Fue el segundo año consecutivo en que se verificó una contracción simultánea de la oferta (350 mil personas) y la demanda de puestos de trabajo (463 mil personas), y acumuló en el bienio la pérdida de oportunidades laborales para más de un millón de personas: 518 mil personas que perdieron el empleo y 563 mil personas que desistieron de participar del mercado de trabajo".

De este modo, en sólo dos años aproximadamente 1,1 millones de personas, equivalente a casi 6% de la población económicamente activa, quedaron desocupadas y sin posibilidad de acceder a una ocupación en la producción de bienes y servicios.

Ese fenómeno explica que en el tercer trimestre de 2014 el Indec detectara que disminuyó a sólo 30% la proporción de empresas que hicieron búsquedas laborales, diez puntos porcentuales menos que en el momento previo a la imposición del cepo cambiario, la aceleración de la inflación y el declive de la tasa de crecimiento de la economía, hasta caer en recesión en la actualidad.