Árabes por Israel y por la paz

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El conflicto árabe-israelí, o mejor dicho el Hamas-Israel es el que despierta mayores pasiones en el mundo. Otras tantas disputas violentas que ocurren en el planeta son total o parcialmente ignoradas. Es algo que, por lo menos, debería llamarnos la atención. Hamas sabe esto perfectamente, por lo que suele utilizar los momentos de tensa calma para rearmarse y luego lanzar una serie de atentados y ataques con misiles contra Israel, país al que reconoce abiertamente querer destruir, no por la "ocupación", ya que abandonó Gaza en 2005 y planeaba realizar más concesiones, sino porque desde la agrupación islamista expresan con orgullo sus deseos de exterminar a los judíos. Los ataques de Hamas fueron incrementando su poderío con el tiempo, lo que produjo respuestas más fuertes del lado israelí y, por lo tanto, un recrudecimiento del conflicto. Israel, presionado por la Comunidad Internacional, siempre dejó que Hamas marcara el ritmo del combate y cuando este grupo terrorista pedía un alto el fuego, el Estado judío accedía. Los resultados están a la vista.

Este escrito pretende llevar al lector las opiniones de personas de las que lamentablemente se sabe poco y nada, a pesar de lo importante que podría resultar conocer sus experiencias y pensamientos para analizar este conflicto. Me refiero a los árabes (cristianos y musulmanes) y musulmanes en general, que se encuentran tanto fuera como dentro de Israel (incluyendo ex terroristas) que se oponen al fundamentalismo islámico de Hamas y demás organizaciones similares y apoyan el derecho de Israel, así como de cualquier país o individuo, a defenderse de estos salvajes que oprimen incluso a su propio pueblo.

Nonie Darwish es una mujer egipcia que reside en Estados Unidos y es una ferviente crítica del Islam radical. Escribió tres libros, creó y preside la fundación Arabs for Israel (Árabes por Israel) y dirige Former Muslims United (Ex musulmanes Unidos). Su caso es muy particular, ya que cuando era pequeña, su padre, que entonces era un teniente general egipcio del gobierno de Gamal Abdel Nasser, murió en un ataque del ejército israelí en 1956. Nonie responsabilizó a la cultura islámica y a la propaganda de odio que se les enseña a los niños en el Medio Oriente por la muerte de su progenitor. En una entrevista, esta valiente mujer contó cómo era su educación cuando era niña en Gaza: "Aprendí sólo odio y venganza. Me enseñaron que la paz no era una opción, sino una demostración de derrota y debilidad. Llenaron nuestros corazones con temor a los judíos. De esta manera, se nos hacía fácil odiar y hasta llegamos no sólo a aceptar, sino a honrar el terrorismo. Debíamos recitar a diario poesía yihadista mediante la cual expresábamos nuestro deseo de morir como mártires suicidándonos. Nunca cantábamos canciones sobre paz, sino sobre yihad y ganar guerras".

Nonie, hoy convertida al cristianismo, es muy crítica de la sociedad a la que perteneció, aunque a la vez la considera víctima de la propaganda del liderazgo árabe. "Por lo general, en la cultura árabe se niega a asumir la responsabilidad de sus acciones y de su terror. Es hora de acabar con este comportamiento que se tiene hacia el pueblo judío, hay que detener las mentiras descaradas y las calumnias. En cualquier religión eso es considerado como pecado, pero a los ojos del Islam radical, tanto los judíos como el resto de los no musulmanes son infieles que no merecen la verdad ni la justicia ni la misericordia. La forma en que mi pueblo trata a los judíos es una vergüenza", dijo. Y agregó: "Los musulmanes están entrenados para culpar a otros en lugar de a ellos mismos".

La fundadora de Arabs for Israel señaló además que la paz sólo será posible "cuando el propio Islam se reforme o se debilite, ya que aboga por la violencia y no la paz. Hay un versículo en el Corán que dice ¿por qué pedir la paz cuando se está arriba (en el poder)?".

Nonie critica además a parte de la prensa y la intelectualidad en Occidente debido a que, según ella, "la propaganda árabe, los petrodólares y el terrorismo hacen bien su trabajo para obtener apoyo en el mundo" y porque "no se mide con la misma vara, ya que se espera más de una democracia como Israel que de los palestinos, a quienes se ve como un adolescente mal criado que puede tener ataques de ira, pero esto no es justo para el Estado judío". Otro factor importante para ella es que "todavía quedan restos de antisemitismo en Europa".

Consultada acerca de si Hamas se encuentra más aislado que antes, Nonie afirmó: "Creo que el apoyo a Hamas no es tan fuerte en algunas zonas del mundo árabe como antes, como por ejemplo en Egipto. No estoy segura de si esta tendencia va a continuar porque el odio a los judíos se encuentra en el Corán".

Otro caso interesante es el de Mosab Hassan Yousef, hijo de un importante miembro fundador de Hamas. Este joven trabajó como espía para el Shin Bet (Servicio de Seguridad Interno israelí) con el fin de evitar que se realicen atentados suicidas en Israel y de atrapar a terroristas de Hamas. Según sus propias palabras en diversas entrevistas, lo hizo con el fin de evitar "la muerte de gente inocente y hasta la de su propio padre". Mosab, hoy radicado en Estados Unidos y distanciado de su progenitor, escribió un libro autobiográfico llamado Son of Hamas (Hijo de Hamas) y es un fuerte crítico del fundamentalismo islámico. En diversas entrevistas y charlas brindadas en su visita a Israel en 2012, aseguró amar a Israel porque ama la democracia y que el Islam (religión que abandonó para convertirse al cristianismo) "tiene un control absoluto sobre la vida de las personas". Y en un reportaje realizado para CBC News, señaló que "el objetivo de Hamas es destruir a Israel, aunque de obtener armas nucleares, también Occidente debería tener cuidado".

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El egipcio Tawfik Hamid, quien asegura haber pertenecido a la organización terrorista al-Gama´a al-Islamiyya, hoy dice ser "musulmán en su fe, cristiano en su espíritu y judío en su corazón", según indica en su sitio web. Su defensa de Israel es muy particular, ya que a diferencia de Mosab y Nonie, basa sus argumentos en el Corán, en el cual, dice, hay partes de tolerancia y paz, aunque reconoce que también hay otras de intolerancia y violencia. Según su punto de vista, el Islam no es incompatible con los Derechos Humanos, pero cree que en el mundo islámico se deformó tanto la religión que lo condujo al terrorismo y a ser una amenaza para el mundo. Sobre el conflicto palestino-israelí, Hamid aseguró a breakingisraelnews.com que "los palestinos están sufriendo por culpa de Hamas. Millones de árabes viven en Israel y ninguno sufre como lo hacen los que viven bajo gobiernos árabes. La solución está en manos de los palestinos, en su liderazgo. Hamas debe abandonar el camino de intentar exterminar a los judíos para que su propio pueblo deje de sufrir. Cuando Anwar el Sadat (Premier egipcio de 1970 a 1981) le extendió su mano para la paz a los israelíes, recibió el Sinaí (territorio arrebatado por Israel en 1967) a cambio. Sin embargo, por el momento, del lado de Hamas sólo promueven matar judíos. Estuve dos veces en Israel y puedo asegurar que los judíos no odian a los árabes, somos nosotros los que tenemos que cambiar".

Dentro del territorio israelí, parte de la población árabe también está perdiendo el miedo paulatinamente.

Hanin Zoabi es una miembro árabe del Parlamento israelí, que entre otras barbaridades, aseguró sin que le tiemble la voz que aquellos que secuestraron y asesinaron a los tres jóvenes israelíes "no eran terroristas". La parlamentaria tiene un sobrino un tanto "descarriado" llamado Muhamad Zoabi, con el que mantiene una confrontación. El joven suele grabarse con mensajes que sube a Youtube acusando a su tía de antisemita y al liderazgo palestino de terrorista, al cual considera responsable de los conflictos en la región. Muhamad no se limita a acusar a Hamas, sino que también lo hace con la Autoridad Palestina de Mahmud Abbas que gobierna en Cisjordania, que para él, en contraste con lo que piensan muchos israelíes, tampoco es una interlocutora para la paz. Lamentablemente, este valiente joven planea dejar el país debido a las para nada sorprendentes amenazas de muerte que recibe.

Cuando se finaliza el entrenamiento militar en Israel, se realiza una ceremonia de juramentación en la cual los soldados pueden optar por jurar sin ningún libro sagrado, con el Viejo Testamento, el Nuevo Testamento o el Corán. Porque sí, aunque muchos no lo sepan, en el ejército israelí hay drusos, beduinos y árabes cristianos y musulmanes. De hecho, Alí, un árabe israelí que sirvió en el ejército, se hizo conocido por una carta pública que le escribió al Premier Benjamin Netanyahu cuando se estaba preparando la operación "Margen Protector". El texto reza lo siguiente: "Deja de temer y dudar. Las organizaciones terroristas son aquellas que están imponiendo las normas. Yo no conozco ninguna agrupación terrorista que tenga como objetivo la paz. Ellos sólo quieren lastimar a los judíos, destruir Israel y controlarnos. Sólo ven sangre". Y continúa: "El objetivo de ellos es imponer sus ideas por la fuerza a la gente de bien. Yo trabajé en el Ministerio de Defensa y son muchos los palestinos en los checkpoints que me expresaron su hartazgo por esta situación, pero que no se animan a decirlo porque si se atreviesen a criticar, los culparían de traición, de espiar en favor de Israel y los ejecutarían públicamente. Yo también tengo miedo, pero les pido a los árabes que piensan como yo que salgan del armario político en el que se encuentran".

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Israel no cuenta sólo con soldados musulmanes en el ejército, sino también con diplomáticos que representan y defienden el derecho de Israel a defenderse, atletas que representan al país, profesionales en las más diversas áreas, empresarios acaudalados, policías, etc. ¡Extraño el "racismo" y el "genocidio" que practica Israel!

Claramente, los árabes tienen más libertad en Israel que en cualquier país árabe. Sobre todo las mujeres, homosexuales y cualquier ser con algo de espíritu crítico. De hecho, el Estado judío ha servido de refugio para palestinos perseguidos por Hamas por pertenecer al partido opositor Al Fatah durante la revuelta de 2007 en Gaza en la que la organización terrorista asesinó a más de 100 palestinos. Israel también trata hasta a sus enemigos en los hospitales del país y libera más de mil terroristas con las manos manchadas con sangre para que un solo joven secuestrado pueda volver a casa. Esto lo entienden cada vez más árabes y musulmanes en general. Y es precisamente a individuos como ellos a quienes se debe cuidar y alentar para que pierdan el miedo, al tiempo que se debe eliminar a los obstáculos para la paz como Hamas. No sólo por Israel, sino también por los palestinos, por cualquiera que viva bajo regímenes tan opresivos y por el mundo.

Hamas está cada vez más aislado. Incluso el repudio del mundo árabe a esta organización se está incrementando. Periodistas y artistas egipcios, por ejemplo, expresaron públicamente su deseo de que Israel termine con ese gobierno totalitario de salvajes fanáticos. Es tiempo de dejar de justificar sus acciones directa o indirectamente y aprovechar este momento para darle un golpe definitivo y retomar el camino hacia la paz.

Ali, Muhamad, Mosa, Nonie y otros tantos deberían ser la voz de los palestinos y del mundo árabe en general. La corrección política lleva a muchos, casual o intencionalmente, a estar del lado de agrupaciones como Hamas que ejecutan públicamente a quien se atreve a criticarlo o a no seguir sus preceptos religiosos criminales que cualquier sociedad relativamente civilizada condenaría tajantemente. Debemos lograr que más valientes árabes y musulmanes en general salgan del armario político para debilitar a los terroristas y reforzar a la gente de bien.

Y no deberían ser considerados "valientes".