Peligrosa prostituta 'intimida' a magnates de Silicon Valley

Alix Tichelman es acusada de inyectarle una dosis letal de heroína a un ejecutivo de Google que había pagado por sus servicios sexuales. Tras las rejas, presume que tiene muchos clientes poderosos

Compartir
Compartir articulo

La prostituta vip Alix Tichelman, de 26 años, bebió un vaso de vino, tomó sus cosas y dejó que su cliente Timothy Hayes, de 51 años, un alto ejecutivo de la firma tecnológica Google, muriera lentamente por una dosis letal de heroína que ella le administró en el yate del empresario en el puerto de Santa Cruz, California.


Un video de una cámara de seguridad del barco muestra cómo Tichelman no hizo ningún esfuerzo por socorrer al hombre la noche del 26 de noviembre. Recogió sus pertenencias, bajó la persiana de la ventana y se marchó.


Clientes acaudalados de Silicon Valley

Amante de la música de Marilyn Manson según sus distintos perfiles en las redes sociales, en los que aparece bajo el seudónimo AK Kennedy, Tichelman se describe como modelo, poetisa y artista de maquillaje.


Durante los interrogatorios con la policía, la joven se jactó de tener una clientela de "más de 200 hombres ricos e influyentes", muchos de ellos de la próspera región tecnológica de Silicon Valley.


Todo ello llevó a la policía en Milton, Georgia, a reabrir el caso de la muerte por sobredosis del ex novio de Tichelman, Dean Riopelle, de 53 años, el dueño de un conocido local de música en Atlanta.


No culpable

Larry Biggam, defensor de la prostituta, dijo este miércoles que su clienta es inocente y que no tenía motivos para matar a Hayes ya que "recibía muy buen dinero" del empresario.



Aseguró además que ella tenía todas las razones para continuar la relación con el ejecutivo, padre de cinco hijos . "Él era una fuente lucrativa de ingresos para ella. Ella apreciaba la generosidad y tenía un motivo, si los hubiere, para alargar la relación, no para terminarla", argumentó el letrado tras la audiencia.


Biggam sostuvo también que su defendida y Hayes se involucraron en "uso de drogas por mutuo acuerdo" durante el encuentro sexual que fue iniciado y alentado por la víctima.


Tichelman se declaró no culpable de los cargos de homicidio, lesiones corporales graves y posesión de heroína. El juez a cargo del caso negó su petición de ser liberada y mantuvo su fianza en $1,5 millones.