El acuerdo que los vinculó en las pasadas elecciones legislativas parece mucho más lejano en el tiempo de lo que indica el calendario. La relación entre Mauricio Macri y Sergio Massa se enfrió de una manera notable y -según el titular del PRO- el enfrentamiento acaba de cruzar los límites de la política.
La semana pasada, el jefe de Gobierno expresó su preocupación por el avance del delito en el país y reconoció que ganó serenidad cuando su hija estuvo fuera de la Argentina: "La extrañé muchísimo pero me dio tranquilidad porque había un tema menos de qué preocuparme. Me consolaba sentirme más tranquilo por como está la inseguridad".
Horas más tarde, Massa habló con la prensa y no dudó en diferenciarse de Macri: "A mis hijos los tengo en el país y trabajo todos los días para que vivan en un lugar más seguro. Me siento tranquilo cuidándolos y no mandándolos al exterior".