De su debut en la Primera al Juzgado sin escala: así se presentaba el francesito

"El francesito jugaba para divertirse, no piensa en los resultados; creo que Francia fue el lugar indicado para que David llegue a ser lo que es hoy. A los 15 años ya medía 1.80, además era flaco, pero fuerte. Es habilidoso y tiene una particularidad que no todos los jugadores poseen: le pega a la pelota muy bien con ambas piernas, por lo tanto, no tiene ningún problema a la hora de perfilarse para definir". Así lo definía Cacho Espina, quien en ese entonces dirigía a la Sexta División de Platense y decidió subirlo de categoría al oriundo de Francia porque le "encantaba su manera de tratar la pelota".

Y como el jovencito David Trezeguet enamoraba a todos con su exquisitez y delicadeza para jugar, con tan sólo 17 años logró su debut en la Primera del 'Calamar'. El entrenador Ricardo Rezza lo eligió para que sea el reemplazante del suspendido Marcelo Espina y lo incluyó en el partido que el 'Marrón' igualó 1 a 1 con Gimnasia y Esgrima de La Plata por la jornada 13 del Torneo Clausura. Dicho encuentro se disputó hace exactamente 19 años, el 12 de junio de 1994.

Pero dicho estreno contó con una llamativa particularidad. De realizar su tan esperado debut, el 'francesito' terminó directo en el Juzgado. Claro que no fue el único. Es que el juez Roberto Marquevich decidió llevarse a los 32 jugadores (todos los titulares y suplentes de ambos elencos) para que se realizaran el antidoping en una misma sala porque investigaba una denuncia de consumo de drogas. El hecho quedó sólo en una llamativa anécdota, dado que luego de varios meses no se llegó a ninguna conclusión.

Aquel momento del debut del delantero se dio en lo que fue la última gran campaña de 'Tense', debido a que a partir de allí comenzó la debacle tanto institucional como futbolística. Sólo cinco partidos alcanzó a disputar en la Primera del 'Calamar' el francés (dos en el Clausura '94 y tres en el Apertura de ese mismo año), ya que al tanto de la situación del club de Vicente López, su representante Rafael Santos decidió llevárselo a jugar a su país de origen donde tenía contactos por intermedio de su padre.

Allí comenzaría su gran explosión, a tal punto que en tan sólo un año logró convertirse en figura y goleador del Mónaco, lo que provocó que sea rápidamente convocado a la Selección mayor de dicho país, pero ése es otro capítulo de su rica e inolvidable historia.