El libro Poder y Amor: teoría y práctica para el cambio social busca develar una de las preguntas que el autor se formula desde hace 20 años, durante toda su carrera como facilitador de diálogo: "¿Qué hace falta para lograr un cambio pacífico en un contexto tan complejo?". "Bueno, la respuesta es el poder y el amor; es la combinación de ambos", se respondió ni bien comenzó la presentación de la traducción al español de su obra.
Adam Kahane es analista y gestor mundial de escenarios prospectivos para resolver conflictos y crisis. Su libro está, justamente, basado en sus experiencias de resolución de crisis en Medio Oriente, Sudáfrica, Europa, India, Guatemala, Filipinas, Australia, Canadá y los Estados Unidos.
El autor define al poder y al amor como dos pulsiones que se encuentran ligadas en un dilema. Su combinación genera el espacio para que la sociedad civil, los dirigentes y el empresariado logren concretar el diálogo.
Cuando habla de poder, Kahane no se refiere solamente a la represión o a la opresión, sino al impulso de la autorealización. Y cuando habla de amor, no sólo resalta el romance o el enamoramiento, sino que lo cataloga como la pulsión a unir lo que está separado. "Lo que ofrezco es su uso para explicar la dinámica de toda sociedad humana", aseguró. En su libro, define la combinación de estas dos pulsiones como la posibilidad de "configurar el espacio de cambio social".
Según su propio relato, todo comenzó en 1988 cuando trabajaba como analista en el departamento de planificación estratégica de la compañía mundial Shell. Este canadiense participaba en la realización de escenarios -entendidos como historias alternativas plausibles- de contextos socio-ambientales con los que la empresa podía toparse. En 1991, un profesor sudafricano se comunicó con Shell porque quería utilizar el método de escenarios como herramienta para construir la transición para salir del apartheid. "Y como yo era el más joven y el menos necesario, me mandaron a mí", relató Kahane entre risas.
Su trabajo en lo que llegó a conocerse como el Ejercicio de Escenarios de Mont Fleur fue el de facilitador de un grupo de líderes (partidos políticos, sindicatos, organizaciones comunitarias, universidades y empresas). "Presencié un equipo de líderes de todo un sistema social que, incluso en los contextos más complejos, pudo ejercitar su poder de manera colectiva", explicó.
Otro de los ejemplos que el autor presentó para sustentar su teoría del poder y el amor como la combinación necesaria para superar pacíficamente los conflictos fue su experiencia en Guatemala. Allí trabajó en lo que se llamó Visión Guatemala, un grupo de diálogo compuesto por políticos, ex guerrilleros, empresarios, indígenas y estudiantes que buscaban la mejor manera de continuar tras la tremenda guerra civil.
"En el primer encuentro, cada uno daba su impresión de lo vivido, hasta que uno de ellos contó que había participado en la exhumación de una fosa común. Se trataba de una masacre. Cuando comenzaron a revolver la tierra, se encontraron con pequeños trozos de huesos. Eran tan pequeños que el testigo preguntó si le habían quebrado pedazo a pedazo las extremidades a los masacrados. Sin embargo, lo que había sucedido era que muchas de las víctimas de aquella masacre eran mujeres embarazadas y esos pequeños huesos eran restos fetales", explicó el autor. Tras el relato, en aquella reunión guatemalteca cundió un silencio sepulcral que se prolongó por cinco minutos. "Muchos de los participantes explicaron, tiempo después, que el éxito del grupo de diálogo había sido ese testimonio. Esa comunión, el amor, generó el cambio", afirmó Kahane.
El autor retoma la concepción de poder y amor del alemán Paul Tillich y diferencia entre el poder para (generador) y el poder sobre (opresivo). Lo mismo hace con el amor: uno es generador y el otro, negativo, es degenerativo ("un ejemplo práctico de éste sería el «te amo pero no puedo vivir sin ti»"). En su explicación, el "poder degenerativo es la falta de amor" y "el amor degenerativo es la falta de poder". Según Kahane, "en un proceso de diálogo debe haber amor y poder, no se puede optar por una sola pulsión".
El prólogo de Poder y Amor: teoría y práctica para el cambio social fue escrito por el actual presidente de Colombia, Juan Manuel Santos. Ambos personajes se conocieron en 1997 cuando el ahora mandatario presidía la Fundación Buen Gobierno y había invitado al canadiense como facilitador para una reunión de diálogo con diversos líderes locales. "En aquel encuentro, había un empresario acusado de vínculos con paramilitares, Víctor Carranza, y una importante líder comunista, Aída Abella. Cuando la dirigente vio llegar al empresario, se acercó a Santos y le recriminó el haber permitido la presencia de quien había mandado a asesinarla en cinco ocasiones. Santos la miró y le dijo: «Aida, precisamente para que no la mande a matar una sexta vez, vaya y siéntese». El caso de Colombia, para mí, puede probar que el diálogo es posible aun en un escenario de gran polarización", analizó Kahane.
De la presentación del libro -desarrollada en la sede de la ONG argentina Poder Ciudadano-, además de Kahane, participaron el representante residente del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en Argentina, Martín Santiago; el Responsable de la Estrategia de Fundación AVINA, Carlos March, y el presidente del Movimiento RAP, Alan Clutterback.