El Ejército sirio recibió órdenes de cometer genocidio en la ciudad de Daraa, según afirma un desertor en declaraciones al diario pan árabe Ashareq Al Awsat publicadas hoy.
"Yo y otros oficiales (del Ejército) recibimos órdenes de nuestros comandantes de llevar a cabo operaciones de genocidio en Daraa y se nos dijo que no reparásemos en las vidas de mujeres y niños", señala Ahmed Jalef, ex oficial de una unidad de élite del Ejército sirio.
Jalef, que dijo que estuvo en el Ejército durante 10 años, indicó que se negó a cumplir esas órdenes. "Esa fue razón suficiente para que emitiera una orden para liquidarme", indicó Jalef, que huyó del país.
El diario no revela más datos del desertor a petición propia del implicado, ya que teme represalias. Según sus estimaciones, unos 4.500 miembros del Ejército desertaron tan sólo en la capital.
En el transcurso de las manifestaciones en demanda de más democracia más de 1.500 personas murieron en Siria, entre ellas se calcula que unas 350 pertenecen al personal de seguridad, según grupos de derechos humanos locales.
Las manifestaciones comenzaron a mediados de marzo pidiendo reformas, pero tras la dura represión se comenzó a pedir la salida de Bashar Al Assad.
Al menos 24 civiles murieron el viernes a manos de las fuerzas de seguridad en las manifestaciones llevadas a cabo en diferentes partes de Siria, informan el grupo opositor Comités de Coordinación Local de Siria.
Resulta difícil verificar esta información ya que las autoridades sirias no permiten a la prensa extranjera ejercer su labor y tampoco permite actuar a los grupos defensores de los derechos humanos del país.