Cómo dirigir los sueños y cambiar el curso de la vida

Según un estudio, un mal sueño es señal de que algo no está bien y son más propensos a aparecer cuando alguien está preocupado que cuando la vida está en orden. Aprender a descifrarlos, la clave para modificar la realidad

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La edición de junio de Psicología Positiva publicó los resultados de un estudio que explica cómo controlar la vigilia y programar la mente de manera que los sueños se conviertan en visualizaciones enriquecedoras.

El estudio aporta un nuevo punto de referencia que ayudará a tomar el control de la noche y del modo que cada uno sueña.

Al parecer, si bien los sueños resultan rompecabezas, vale la pena capturarlos e intentar descifrarlos porque enseñan algo que de otro modo no podría verse: ayudan a descubrir verdades que la mente despierta, por más que lo sepa, no logrará descifrar.

Según el trabajo, los sueños son más propensos a aparecer cuando alguien está preocupado que cuando la vida va bien.

Según el psiquiatra e investigador del sueño Milton Kramer, los sueños sirven como termostato emocional: "Un mal sueño es un síntoma de que algo no está bien, es una señal de auxilio de la mente dormida a la mente despierta que no debe ser pasada por alto".

Investigaciones revelan que después de un mal sueño se ven afectadas las actitudes del día siguiente.

Si se considera que los sueños son un acceso directo a la superación de bloqueos emocionales, una vez que se descubre lo que pasa en los sueños se pueden identificar los negativos o autodestructivos para repararlos esa misma noche.

Las preguntas clave que toda persona debe hacerse sobre el recuerdo de un sueño son "¿por qué soñé esto?? y "¿por qué ahora?" para encontrar los temas subyacentes que unen los sueños con la vigilia.

En qué consiste el método RISC
Reconocer: es necesario tomar conciencia durante un sueño de esos que hacen sentir mal a la mañana siguiente de que el sueño no va bien

Identificar: de qué se trata el sueño que hace sentir mal.

Detener: la mayoría de la gente es capaz de interrumpir el momento angustiante de un mal sueño al instarse a sí misma a reconocerlo.

Cambiar: es posible revertir las dimensiones negativas del sueño en positivas.
Detectar un mal sueño y cambiarlo realmente levanta el ánimo. Las personas adquieren un sentido de poder al saber que no están a merced de sus pesadillas.