La puesta en escena se realizó en el marco del festival "Pink Christmas", que tuvo diversas atracciones con temática gay para celebrar la Navidad. Pero, sin dudas, la que acaparó todas las miradas fue un pesebre viviente en el que la protagonista fue el travesti Wendy Mills.
En la calle, y en la puerta de una disco de la capital holandesa, los transeúntes podían observar como la "Virgen María" posaba con el "niño Jesús". El bebé era su sobrino y ella no lucía como la mujer de Nazareth que retrata la Biblia: usaba una abultada peluca rubia, un escotado vestido blanco y calzaba botas tipo borcegos con taco aguja. El resto de los integrantes, también eran gays o lesbianas.
Según los organizadores, el principal objetivo de esta provocadora iniciativa era promover a Ámsterdam como la "capital gay europea".
La oposición y el enojo no tardaron en llegar y organizaciones cristianas consideraron este acto como un insulto a los valores tradicionales. Cabe señalar que el festival fue financiado con 15 mil euros del Consejo Municipal de Ámsterdam.
Según consigna el diario Crítica de la Argentina, el grupo Cristianos por la Verdad, dijo al respecto: "Mostrar a José y María como homesexuales es añadir una retorcida fantasía humana a la historia de la Biblia".