Alejandra Belmartino, la madre de Alan Schlenker, presunto jefe de una de las facciones en que se dividieron Los Borrachos del Tablón, expresó sus sentimientos tras la entrevista que su dio en exclusiva al canal C5N desde la clandestinidad y en la que anunció que se entregará pronto a la Justicia.
"Te llevo exactamente 25 años de ventaja en la lucha contra las injusticias humanas, un karma que ha marcado mi vida, pero también me ha permitido alcanzar algunos logros y satisfacciones, que justifican lo padecido", comienza la misiva.
Luego continúa: "Transité un largo camino en el que desarrollé tu misma sensibilidad social. Don, sí pero también carga y responsabilidad, que en mi caso, además, me permite percibir lo que aún no se manifiesta en el mundo de los sentidos. Eso determina que simple y espontáneamente viva muy por delante de los hechos, y que no resulte fácil comprenderme, sino tardíamente".
"A mí no me la Contaron; la padecí y la padezco a diario en los estrados, y en el ?todo por hacer? de nuestras instituciones, nuestros políticos, nuestros legisladores de la delegación, la parrillada y la milanesa, nuestros jueces, siempre concentrados en el medio, próxima elección, acumular más poder, eternizar el tramposo camino de obstáculos que es el procedimiento judicial de la antigua Roma, y jamás en el fin de promover el bien común, legislar para resolver los múltiples problemas subsanables de nuestra comunidad, o dar a cada cual lo suyo, sin concesión a desviaciones políticas o mediáticas promovidas desde poderes ocultos, non sanctos, que un día dan y usan a personas, y otro quitan; y tras crear conflictos que, obrando con responsabilidad y previsión pudieron ser evitados, y omitir, no obstante la práctica del derecho, canalizarlos por las vías institucionales adecuadas, públicas o privadas, juegan al distraído para mal de todos", expresó en otro de los párrafos de la extensa carta.
Y después: "Estamos con vos, haciendo nuestro mejor esfuerzo por sustituirte en tus mútiples actividades, exceptuando concurrencia a facultad y estudio, quizás extrañando tus queridas abejas, la suavidad del cepillo en tu mano".
"Cuidamos de lo tuyo como de lo nuestro. A diferencia de los mafiosos que desde siempre, practican represalias, como vos, ayudamos cuando podemos, respetamos la libre expresión y los padecimientos ajenos, del mismo modo que los propios".
Además: "Nada ni nadie podría confundir a quienes conocemos a Alan y a William; el bordado de sus vidas es claro y uniforme...".
Al referirse puntualmente a su hijo Alan señaló: "No puedo omitir que Alan es un excelente ser humano, servicial y generoso con el prójimo, muy querido en muchos ámbitos".
"Alan: te queremos. Y ojalá con una nueva perspectiva de la vida, puedas sumarte a tantos que destinamos parte de nuestro tiempo al bien común, haciendo mucho más por aquél, que las propias instituciones, y promoviendo desde la individualidad (no sin algún chasco, porque es cierto, alguna vez fui hurtada y robada, por personas a quienes intentaba resocializar), cambios de conducta necesarios para hacer de este en que vivimos, un mundo mejor y humana e institucionalmente más justo para todos", sostiene sobre el final del texto.