Omar Palma, de ídolo de Central a intendente

-Dale, "Negro". Vos tenés que ser nuestro jefe comunal?
-No, muchachos. Gracias por el apoyo pero la verdad es que no quiero?

Más o menos este diálogo se produjo entre un grupo de habitantes de Ibarlucea, un pueblo de 4 mil habitantes que queda a siete kilómetros de Rosario, y Omar Palma, "El Negro", el ídolo de Rosario Central.

Corría el año 2005 y ya habían pasado ocho temporadas desde su retiro. El "Negro" había dejado el fútbol a los 40 y no tenía intenciones de meterse en la política. Pero fue tanta la insistencia de la gente que aceptó.

"Arranqué ese año y hace unas semanas volví a ganar las elecciones. Yo conocía a gente del pueblo, porque tenía una casa de fin de semana ahí. Pero me gustó tanto que me fui a vivir. Y ya hace 12 años que estoy en Ibarlucea", le cuenta Palma a Infobae.com.

La gestión del ídolo de Rosario Central, representante del Frente para la Victoria, es exitosa. Desde que Palma está en el poder el pueblo tiene una ambulancia, un dispensario, comenzaron las obras para tener agua potable y cloacas.

"Acá somos alrededor de cuatro mil habitantes, pero el hecho de que sea un lugar chico también es problemático. Porque la gente sabe dónde vivo y si tiene algún problema viene y me golpea la puerta. La verdad, es mucha responsabilidad", dice el ex número 10.

-¿Y te gusta esta nueva función?
-(Hace un silencio) La verdad, no es fácil. Yo nunca había estado en esto. Fue todo nuevo para mí. Cuando empecé no quería prometer nada que no iba a poder cumplir. Día a día hay que pelear por toda la gente, tratar de buscar soluciones? Pero bueno, me está yendo bien.

-¿Te ayuda el hecho de ser una cara conocida?
-Si, sin dudas. Cuando quise conseguir una ambulancia nueva fui a Buenos Aires y hablé directamente con el Presidente. Yo en mi carrera me manejé muy bien, tuve una trayectoria muy buena. Eso me abrió las puertas.

Omar Palma nació en Campo Largo, Chaco, pero cuando tenía siete años se fue a vivir a Rosario. Y allí gestó su sueño de futbolista, con la camiseta de Rosario Central. Se hizo ídolo del club y se hizo símbolo al coronarse campeón del Nacional 1980 y del Torneo 1986/87 y de la Copa Conmebol 1995.

-¿Pensás en volver a dirigir?
-Sí, ese es mi sueño. Siempre pienso en volver al fútbol, porque eso me dio todo lo que tengo. Este mandato va a ser el último y después veré qué pasa.

-Vos estabas en las Inferiores de Central. ¿Qué pasó?
- En ese momento tuve inconvenientes que hicieron que me fuera del club. Cuando confían en uno lo tienen que respaldar, y a mí no me dieron el respaldo que necesitaba. Eso sí: sueño con volver a mi casa, que es Central.

-¿Y te gustaría dirigir a la Primera o volver a las Inferiores?
-No sé, hay que ver cómo se dan las cosas. En principio, me siento contento de que todos los chicos que tuve en inferiores están en Primera. Pero bueno, todo lo veré en su momento. Porque irme ahora sería una falta de respeto. Esto es un desafío grande. Es todo nuevo. La primera vez que me senté detrás de un escritorio no entendía nada.
 
¿Palma presidente?
Los objetivos políticos del "Negro" no son ambiciosos. Está claro, ser jefe comunal de Ibarlucea le alcanza. ¿Si se ve como presidente? Él mismo lo aclara: "Noooo (se ríe). Con lo que implica estar al frente de una comuna, me imagino lo que debe ser tener un país detrás? Terrible", dice entre risas.

Palma cuenta que con él Ibarlucea tiene agua, gas, cloacas y que ahora el próximo paso es pavimentar la localidad.

"Acá hay mucha gente de Rosario y viene a pasar los fines de semana. Tenemos el cementerio Jardín, que es uno de los más grandes de Sudamérica, con 37 hectáreas. Y después, por ejemplo, no podemos contar con fábrica porque no teníamos agua ni gas", explica.

Y agrega: "Acá somos pocos, por eso no hay delincuencia. Tenemos la ruta 34-S, que nos comunica con Granadero Baigorria. Es un lindo lugar. Lo recomiendo para el que quiera visitarlo. Yo voy a estar, je. Pero ojalá en un tiempo puedan verme en Central".