La prueba irrefutable de la existencia de los ovnis

Una grabación de 1991, en la que un piloto comercial de la antigua aerolínea Jinan Airlines comunicaba el avistamiento de un ovni a la torre de control del aeropuerto shanghainés de Hongqiao, se hizo pública por primera vez.

Jin Xin, que trabajaba como controlador aéreo el 18 de marzo de 1991, cuando ocurrieron los hechos, le pide a continuación al piloto que siga al objeto con su aeronave, a lo que el comandante le contesta que no puede porque "vuelan demasiado rápido".

A las autoridades chinas no les suele gustar que se informe de fenómenos paranormales, aunque en este caso, relacionado con el avistamiento por parte de cientos de personas de una especie de "bola roja de fuego" sobre el cielo de Shanghai, dejaron que trascendiera.

"Veo un objeto volador no identificado justo delante de mí", dice en la grabación el piloto de la extinta aerolínea estatal, fundida con China Eastern Airlines. A continuación añade que "se está moviendo muy deprisa, rociando una especie de gas como fuego y transformándose en dos objetos, una bola y un cubo".

"Aparecen y desaparecen. Vuelven y desaparecen otra vez", añade el asombrado comandante. El periódico Beijin Legal Times recibió al día siguiente cientos de llamadas de habitantes de Shanghai que decían haber visto una "bola de fuego roja" en el cielo.

Liu Yan, investigador de la Academia de Ciencias China advierte, sin embargo, que el 90 por ciento de los avistamientos que se producen suelen ser falsos, pues la gente puede confundirse al ver luces de otros aviones.

Este invierno, durante una noche de niebla, varios cientos de vecinos de Shanghai salieron a la calle sorprendidos de ver unas misteriosas luces de colores en el cielo, en forma de v, que resultaron ser de una cometa con diodos luminosos.

Encuestas publicadas en 2003 revelan que uno de cada cinco avistamientos en el mundo se produce en China, país en el que más de la mitad de la población cree en la existencia de los ovnis, según los mismos sondeos, aunque la prensa oficial tiende a censurar estas informaciones.

Un periodista de un medio oficial, que intentó hacer un estudio sobre los ovnis en China pero fue obligado por sus jefes a interrumpir las investigaciones, declaró en 2005 a Efe que "al Gobierno no le gusta que se informe de fenómenos paranormales, quizá porque los considera datos militares".