Hierro que no has de comer...

El 30,5% de las embarazadas argentinas padece de anemia, al igual que el 8,9% de los niños. Una nutricionista informó a Infobae.com que por cada anémico declarado, uno desconoce su situación. ¿Cómo incorporar hierro en la alimentación?

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La Encuesta Nacional de Nutrición y Salud realizada por el Ministerio de Salud y Medio Ambiente reveló que los índices de anemia son altos y varían muy poco en los diferentes niveles socioeconómicos de la población.

Infobae.com habló con la licenciada en Nutrición Silvia Squillace, quien definió a la enfermedad como "un grave problema de salud pública, que no impacta sólo a nivel físico sino también social", en el sentido de que los principales síntomas (cansancio, fatiga, sueño) interfieren en las actividades cotidianas y hasta "dificultan el aprendizaje en los más jóvenes".

"El déficit de hierro alimentario causa el 90% de las anemias", dijo la profesional, quien destacó que "el hierro es un elemento jerárquico en la alimentación" y que, si bien se incorpora al organismo a través de los vegetales, es en las carnes donde más se encuentra.

"El hierro se encuentra en el grupo de las carnes, pero especialmente las rojas tienen un hierro de mayor biodisponibilidad", explicó la Squillace y detalló: "Por biodisponibilidad se entiende que el organismo puede hacer un uso eficiente de ese hierro".

Si bien el 90% del hierro se incorpora de los vegetales ?la espinaca, las lentejas y la acelga son algunos de los que lo poseen en gran concentración- no es tan biodisponible como el hemínico (el presente en las carnes rojas, cuya forma química es la más parecida posible a la del hierro de la hemoglobina).

"Los niños y adolescentes debido a que están en crecimiento tienen más demanda de hierro", dijo la nutricionista y remarcó que lo mismo ocurre con las embarazadas, quienes muchas veces no consumen lo suficiente para cubrir el requerimiento diario si se tiene en cuenta que "los primeros tres meses, el bebé se vale de las reservas de hierro que le proveyó su mamá en el vientre".

La profesional se desempeña como asesora de Celusal y destacó que la firma acaba de sacar al mercado un innovador desarrollo, que logró adicionar por primera vez hierro a la sal común de mesa, motivados por la experiencia realizada antes con el yodo.

Squillace subrayó que mientras un vaso de leche fortificada con hierro cubre un tercio de la ingesta diaria requerida (IDR), con sólo 5 gramos diarios de esta sal adicionada -menos de los 6 gramos sugeridos por la Organización Mundial de la Salud como máximo de consumo diario- se logra cubrir un 35% de la misma y a un costo mucho menor.

Al ser consultada acerca de cuáles son los riesgos de una anemia no tratada, la profesional destacó que "la persona no está en todo su potencial, dado que al tener poco hierro no cuenta con la cantidad suficiente de oxígeno en la sangre y eso se traduce en falta de energía, poca concentración, debilidad general".

Por qué es tan importante el hierro
Con sólo decir que el hierro es el elemento responsable del color de la sangre se tiene una idea de su importancia en el organismo humano y por lo tanto en la dieta. Aún más: como componente fundamental de la hemoglobina dentro de los glóbulos rojos, el hierro se combina con el oxígeno en los pulmones, y a través del torrente sanguíneo transporta este elemento vital a todo el organismo.

Al déficit de hemoglobina en la sangre (menos de 12 g/dl, con ligeras variaciones según la edad y el sexo de la persona) se lo conoce como anemia.

Los primeros síntomas de la carencia de este nutriente son fatiga, palidez, cansancio, dificultad para respirar y otros más específicos: dolor en la frente, coloración azul en la parte blanca de los ojos o uñas quebradizas.

El 18,1% de las mujeres argentinas entre 10 y 49 años y el 8,9% de los niños entre 2 y 5 años la padecen, según los últimos datos de la Encuesta Nacional de Nutrición y Salud (2005)

Entre las embarazadas, reveló la encuesta, el índice de anemia trepa al 30,5%. Y si se considera sólo a las que cursan su tercer trimestre de embarazo, 35,2%. En ellas el hierro es el nutriente con mayor riesgo de ingesta deficiente (59%) después del calcio (81%).

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