Desde que Boca inició su seguidilla de títulos en el año 2000, tuvo un aliado dentro de la cancha que si bien no le regaló nada, fue una suerte de talismán para el equipo argentino.
Se trata del árbitro colombiano Oscar Ruiz, que dirigió al conjunto xeneize en nueve oportunidades, en las que hubo apenas una derrota para los argentinos. Encima, fue en el sufrido encuentro ante el América, en México, por las semifinales de la Libertadores 2000. Ese día Boca perdió 3-1 y sin embargo alcanzó el pase a la final.
Ruiz volvió a estar presente en el encuentro ante Gremio y tuvo una actuación satisfactoria. Incluso amonestó a tres jugadores del local (Lucas, Diego Souza y Lucio) contra uno de Boca (Ledesma) y hasta cobró un penal, que luego Martín Palermo se encargó de desviar.
Salvo errores puntuales en jugadas que no tuvieron mayor incidencia en el partido, el paraguayo supo llevar bien las riendas de un encuentro que se presentaba complicado.
Antecedentes
Al mencionado choque de la Libertadores 2000 ante el América, se le sumó, en la misma Copa, en la instancia de octavos de final, el encuentro ante El Nacional, en Ecuador, que terminó 0-0. Ese mismo año tuvo a su cargo la Copa Intercontinental, en Japón, ante Real Madrid (2-1).
Al año siguiente arbitró la semifinal ante Palmeiras, en Brasil (2-2 y clasificación por penales) y, en 2003, la primera final ante Santos, en Buenos Aires (2-0). No lo dirigió en ningún partido de las ediciones 2004 y 2005, en las que Boca no alcanzó el título.
Además, lo arbitró en el partido de ida por las semifinales de la Copa Sudamericana 2004, como local frente a Internacional de Porto Alegre (4-2), por las semifinales de la Sudamericana 2005 como local ante Universidad Católica (2-2) y en el partido de vuelta de la Recopa 2006, frente a San Pablo, como visitante (2-2 y consagración).
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