Delphi, el mayor fabricante de componentes para el automóvil, retrasó la presentación ante los tribunales de su propuesta para cancelar el contrato colectivo con sus empleados, lo que aleja la posibilidad de una huelga en sus factorías.
Delphi, que se encuentra en suspensión de pagos y necesita aprobación judicial para efectuar cambios en su política empresarial, quiere recortar de forma sustancial el salario y las prestaciones sanitarias que paga a sus empleados, un plan que ha sido rechazado por los sindicatos.
La empresa señaló hoy que tras "el progreso en las discusiones con sus principales sindicatos y General Motors" seguirá en conversaciones para intentar conseguir "un acuerdo global" antes del 30 de marzo de este año.
Delphi había anunciado con anterioridad que hoy presentaría ante el tribunal que supervisa la suspensión de pagos su moción para rechazar los contratos colectivos en vigor y cancelar los planes de prestaciones sanitarias y seguros de vida.
La empresa quiere que sus empleados pasen a cobrar de 27 a 12,5 dólares a la hora y la reducción de casi 23.000 puestos de trabajo en Estados Unidos de los 33.000 que existen actualmente en el país.
Delphi es el principal proveedor de componentes de General Motors y antigua subsidiaria del gigante automovilístico, que mantiene relaciones contractuales con los empleados de aquella.
"Aunque siguen sin resolverse grandes obstáculos y asuntos difíciles, las discusiones hasta la fecha con GM y nuestros principales sindicatos han ayudado a enfocar las preocupaciones y objetivos de cada organización", afirmó el presidente del Consejo de Administración de Delphi, Robert "Steve" Miller.
"Como he dicho anteriormente, seguimos comprometidos a alcanzar un acuerdo consensual. Esta fecha límite debería proporcionarnos suficiente tiempo" para alcanzar un acuerdo añadió Miller.
Los analistas del sector dan por seguro que una huelga en las factorías de Delphi pondría en graves aprietos a General Motors, que también atraviesa difíciles momentos financieros, lo que podría provocar que la propia GM se viese obligada a recurrir a la suspensión de pagos.