La sociedad conformada por Enarsa y PDVSA analiza la compra de una red de 140 estaciones de servicio para expandir la alianza que firmaron el presidente Néstor Kirchner y su par, Hugo Chávez.
La empresa Rhasa, perteneciente a la familia Sambucetti, el único grupo que queda con capitales completamente argentinos entre los que cuentan con redes de estaciones de servicio, dice un artículo del diario El Cronista.
Hace pocos días, en el encuentro que Kirchner y Chávez mantuvieron en los EE.UU. se habló del interés de la petrolera venezolana por adquirir una red de estaciones para expandir la cantidad de bocas de expendio en el país.
Una historia que empezó con Shell
El polémico presidente Hugo Chávez se ha mostrado sumamente interesado en expandir los negocios de PDVSA en la Argentina, y la jugada más fuerte fue cuando anunció, estando de visita, que contaría con una red de 600 estaciones de servicio y concentraría el 12% del negocio de los combustibles en el país, porque iban a adquirir el negocio de Shell, que se iría del país.
Grande fue la sorpresa cuando el presidente de la petrolera anglo-holandesa, Juan José Aranguren confirmó que la firma no sólo no se iba de la Argentina, sino que continuaría invirtiendo.
La asunción de Tabaré Vázquez al frente del gobierno uruguayo, abrió la posibilidad de venta de la firma Ancap, que cuenta con 168 estaciones de servicio en el país, reporta el matutino.
Ahora, los escasos márgenes de ganancia con los que contaría la compañía Rhasa, podrían impulsar la decisión de venderla. La familia Sambucetti tiene un interesante mercado en el gasoil, ya que cuenta con una planta de destilación primaria en la zona de Campana, pero la devaluación que les impidió importar, y el incremento de los costos en los últimos tres años, redujo la rentabilidad de la compañía.
Enarsa y PDVSA verían su acuerdo expansivo en la oportunidad de quedarse con Rhasa.
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