Sebastián Cabello, autor de una picada mortal, ya está libre

La Justicia autorizó la excarcelación luego de que se le redujera de 12 a tres años la sentencia que lo había condenado por la muerte de una mujer y su hija

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El joven Sebastián Cabello recuperó su libertad tras pasar menos de dos años preso por arrollar y matar con su auto a una veterinaria y su hija, luego de que la Cámara de Casación Penal redujera su condena de 12 a 3 años de prisión.

Cabello salió en libertad poco antes de las 18:30 del viernes desde el Escuadrón Buenos Aires de la Gendarmería Nacional, donde evitó todo contacto con la prensa, y partió inmediatamente hacia la casa de sus padres.

Según precisó el abogado Eugenio Blanco, uno de los representantes de Cabello, el joven pasó en total 1 año y 11 meses tras las rejas a raíz de este caso.

Asimismo, según trascendió, el joven podría volver a conducir antes de que termine el año 2009, aunque -según dijeron sus abogados- "está destrozado por las dos muertes que ha causado y ni piensa en volver a ponerse detrás de un volante".

Cabello regresó a la calle luego de que la Sala III de la Cámara de Casación considerara que el joven -que había sido condenado a 12 años de prisión por el delito de homicidio por dolo eventual- no tuvo intención de provocar el accidente y le redujo la pena a tres años de encierro.

Debido a que el joven llevaba ya varios detenido, su abogado defensor Alejandro Novak, solicitó inmediatamente la excarcelación ante el tribunal oral que hizo lugar al pedido minutos pasadas las 17:00.

Cabello quedó libre desde las dependencias que Gendarmeria tiene en el barrio de Retiro y fue sacado del lugar en una maniobra distractoria para evitar a la prensa y los familiares de las víctimas que protestaban en el lugar.

Luego de conocerse el fallo, el viudo de la veterinaria, Sergio Rosales, admitió que la familia se siente "desilusionada" con esa decisión y anticipó que apelará la resolución ante la Corte Suprema de Justicia.

"No entendemos cómo la Cámara tomaron esta resolución, qué criterio emplearon para reducirle la pena", enfatizó en declaraciones a Radio 10.

En esta línea, agregó: "Yo no creo que Cabello se haya levantado ese día pensando en que hoy mato a alguien, pero corriendo con un auto preparado como él lo tenía, tendría que haber sabido que algo podía pasar".

El 14 de noviembre de 2003, el Tribunal Oral número 30 condenó al joven por el doble homicidio por dolo eventual de Celia González Carman y su hija Vanina, de 3 años, quienes murieron carbonizadas dentro de un automóvil tras ser embestidas por el vehículo de Cabello.

El accidente se produjo el 30 de agosto de 1999, cuando Cabello embistió de atrás al Renault 6 que manejaba la mujer, y tras arrastrar el rodado por algo más de 90 metros, el vehículo se incendió y Carman y su hija murieron, mientras que el joven se dio a la fuga.

Al revisar el caso los jueces de la Cámara de Casación descartaron que estuviese probado que Cabello actuó en forma dolosa, "es decir con intención de producir la muerte de sus víctimas".

Los camaristas Angela Ledesma, Guillermo Tragant y Eduardo Riggi destacaron en su fallo que Cabello "obró con un alto grado de imprudencia y con extrema inobservancia de las normas que debía cumplir al mando del rodado, y como en toda acción de contenido culposo, con una actitud de menosprecio hacia el orden jurídico".

Según se explicó en un comunicado de prensa difundido por la Cámara de Casación, los jueces destacaron "la carencia de pruebas acerca de que Cabello al conducir su automóvil de la manera en que lo hiciera, había previamente conocido y aceptado que iba a embestir a otro rodado, provocando la muerte de seres humanos y salir indemne del episodio".

Los camaristas destacaron que la pena impuesta a Cabello a tres años de prisión e inhabilitación por diez años para conducir vehículos es el máximo impuesto por el Código Penal para el delito de "homicidio culposo".