Prohíben llevar flores a la tumba de Juan Pablo II

La noticia fue divulgada por la agencia de noticias italiana ANSA.
Aunque los visitantes quedaron estupefactos por la decisión vaticana, deberán evitar llevar flores a la tumba de Juan Pablo II para que esta no quede recubierta, pues se prevé que millones de personas visitarán el lugar en pocos días.

Juan Pablo II, muerto el 2 de abril, fue enterrado en la cripta vaticana, en el lugar donde reposaron los restos de Juan XXIII hasta que fueron trasladados, en 2000, a la basílica de San Pedro.

Beato Juan Pablo II
 
En tanto, un grupo numeroso de cardenales suscribió una carta en la que solicita al futuro Pontífice la beatificación "en un tiempo breve" del fallecido Juan Pablo II, según informa ayer el diario italiano Corriere della Sera.
 
El periódico asegura que la misiva "ya está en manos del cardenal Joseph Ratzinger", el decano del Colegio Cardenalicio, después de haber sido firmada por "muchos, pero no todos" los purpurados.

En la carta, siempre según el rotativo, piden al futuro Pontífice que "acelere" en la medida de los posible la beatificación de Juan Pablo II, después de que durante su funeral fuera aclamado con gritos de "santo ya" por la multitud.
 
El mensaje de los prelados será entregado por Ratzinger al sucesor del Papa Wojtyla, que será elegido en el cónclave que comenzará el próximo lunes con la participación de 115 cardenales menores de 80 años.
 
Corriere della Sera no precisa cuántos purpurados suscribieron la misiva, pero precisa que quienes no la firmaron "no se oponen a la idea de la beatificación de Juan Pablo II, pero dudan de la competencia de la Congregación de Cardenales -que es un órgano provisional- en esta materia".

También consideran que "no conviene ejercer ninguna presión sobre el futuro Papa", añade el diario.
 
Entre algunos -continúa- se impone también la idea de que las consignas de "santo ya" lanzadas por la multitud durante el funeral no eran del todo espontáneas, dado que se vieron pancartas con ese lema los días anteriores tanto entre los fieles congregados en el Vaticano como en otros puntos de Roma.
 
La aclamación que tuvo lugar durante los funerales abrió el camino a la idea de una beatificación rápida, o incluso a la canonización, este mismo año, tal y como indicó ayer lunes el secretario de la Congregación para las Causas de los Santos, el arzobispo Edward Nowak.
 
Sin embargo, para que Juan Pablo II fuera proclamado santo este mismo año el nuevo Papa debería reconocer como válida la aclamación popular, una regla de la antigua Iglesia ayer en desuso, y eso es algo que muchos cardenales consideran inverosímil, según el diario.
 
Normalmente el proceso de beatificación, previo al de la canonización, sólo puede comenzar cinco años después de la muerte de la persona a la que se desea elevar a la gloria de los altares, aunque este plazo puede ser reducido por el Papa de manera extraordinaria.
 
Enrique Miret Magdalena, teólogo español, explicó que la beatificación de una persona es diferente de santificarla. Los beatos tienen veneración en algún sitio, en alguna parte del mundo, y los santos son los que se
veneran en todo el mundo.
 
Lo que debe conseguirse es hacer una declaración, después de una investigación de la vida, de la heroicidad de sus virtudes. "Luego de que sea demostrado que es venerable, deben ver si realizó algún milagro. Es necesario que se averigüe bien, que sean verdaderos milagros, generalmente físicos", aclaró el teólogo.
 
Luego, el Papa decide cuándo beatificar a esa persona: "Es heroica, hizo milagros y puede tener culto en algún sitio, en alguna parte del mundo".
 
Sobre si se declararía a Karol Wojtyla santo antes de fin de año, Miret Magdalena respondió que "depende del Papa que venga", y que "lo lógico es que vaya por los trámites establecidos, pero lo pueden cambiar".
 
En cuanto a los milagros, de los cuales sólo se conocen seis relatos por lo menos, Miret Magdalena afirmó que deberá demostrarse que esas acciones no tienen causa natural.