"Dejen de joder con eso", suplicaba el líder de la banda

Pero las palabras de "Pato" Santos Fontanet, el cantante y líder del grupo, nunca fueron escuchadas por sus seguidores, que desplegaban un festín de pólvora, fuego y luces en cada show de la banda de Villa Celina.

Esto no sucedía sólo en República Cromañón -donde hubo un pequeño incendio previo al del fatídico 30 de diciembre-, sino en cada boliche donde Callejeros se presentaba.

En Cemento -el otro local de Omar Chabán, célebre por haber acogido cuando eran desconocidos a grupos como Sumo, Los Redonditos de Ricota o Soda Stéreo- el operativo de seguridad era sólo un trámite.

Allí, se revisaban "al boleo" los bolsillos vacíos de unos, mientras las mochilas de otros metían de contrabando todo tipo de pirotecnia.

Para seguir el show -en realidad escucharlo, porque el humo impide la visión a más de 50 centímetros de los ojos- era imprescindible colocarse una remera empapada sobre la nariz para poder respirar por debajo de la densa cortina de humo generada por bengalas y "tres tiros".

En el recital que la agrupación realizó el 29 de mayo en República Cromañón, el cantante pidió el público "una tregua de dos temas sin bengalas, que acá arriba no se puede respirar".

Un tema lento, el tango "Fantasía o realidad", dio un poco de aire a los músicos que se encontraban en el escenario con dificultades para respirar, pero la escena se volvió a repetir hasta que finalizó el show.

El primero de mayo, en un recital del grupo Jóvenes Pordioseros que se realizó en el mismo escenario de la tragedia del jueves, se prendió fuego una parte del techo, lo que llevó a Santos Fontanet a advertir a la gente sobre los peligros del lanzamiento de pirotecnia.

Los reclamos del cantante nunca fueron escuchados. Por ejemplo, en el show del 31 de julio en el estadio Obras Sanitarias, que tiene capacidad para cinco mil personas, se prendían, en promedio, cinco bengalas por tema.

En esa oportunidad, el cantante volvió a realizar el pedido: "Nos encanta la fiesta pero por seguridad traten de no prender tantas" bengalas, y recibió aplausos. Sólo eso. El fuego siguió.

Lo mismo sucedió en el recital que brindaron en Excursionistas al que asistieron cerca de 15 mil personas. Allí se encendían un promedio de 6 o 7 bengalas por tema, alcanzando picos de 10 y 15 en los temas íconos de la banda, como por ejemplo ?El nudo?.

Y no sólo bengalas, también hubo tres tiros, y luces que iluminaban la noche. Eso sin contar los fuegos artificiales que salieron de atrás del escenario apenas terminado el maratónico show de alrededor de tres horas.