(EFE).- Con 191 años de demora, en el extremo norte de Argentina ayer se inauguró una de las escuelas que el héroe de la independencia Manuel Belgrano pretendía que se construyeran con el dinero que donó a comienzos del siglo XIX.
Las obras en el colegio "Legado Belgraniano" fueron financiadas por la provincia de Jujuy, ya que los sucesivos gobiernos centrales nunca enviaron los 40.000 pesos "fuertes", equivalentes a 80 kilos de oro, que el prócer destinó para ese fin en 1813.
"Para nosotros es un orgullo poder terminar con esta deuda histórica y honrar la memoria de un personaje caracterizado por el desprendimiento y la humildad", dijo a la agencia EFE Alejandra Rivas, subdirectora de Prensa de la gobernación del distrito norteño..
El ministro argentino de Educación, Daniel Filmus, encabezó la ceremonia de inauguración de una escuela que, cuando concluyan las obras, tendrá capacidad para albergar a unos 900 alumnos de jardín de infantes y de enseñanza primaria.
También asistieron al acto el gobernador de Jujuy, Eduardo Fellner, autoridades nacionales, locales y la comunidad del humilde barrio de la capital provincial, a 1.540 kilómetros al norte de Buenos Aires, en que fue emplazada la institución educativa.
Belgrano había recibido el dinero como premio por el triunfo de los ejércitos que bajo su mando libraron dos trascendentes batallas contra los españoles en la lucha por la independencia de Argentina y decidió donarlo para la construcción de cuatro escuelas públicas.
Antes de morir en la pobreza el 20 de junio 1820, dispuso que los colegios fuesen levantados en las que actualmente son las provincias argentinas de Jujuy, Tucumán y Santiago del Estero y el departamento boliviano de Tarija.
"Jujuy fue la primera provincia que cumple con su legado, ya que en 1813 y sin esperar que vinieran los fondos nacionales construye la primera escuela, que por las constantes guerras de la época se cierra en 1815", dijo Rivas.
La funcionaria aseguró que, desde entonces, el destino de los fondos donados por el prócer se volvió enmarañado y complejo por obra y gracia de administraciones burocráticas y frecuentes crisis económicas.
En la ciudad de Tarija (sur de Bolivia), la "Unidad Educativa General Manuel Belgrano" se construyó con dinero argentino y abrió sus puertas recién en 1974, para convertirse en "una de las más importantes de la zona, con casi 3.500 alumnos", explicó Rivas.
Añadió que en Argentina la espera duró hasta 1998, cuando después de varias idas y venidas se inauguró en Tucumán la "Escuela de la Patria", tal como Belgrano ordenó que se llamasen las instituciones, donde actualmente estudian unos 2.500 niños
"Ese mismo año se abrió una licitación para construir la de Santiago del Estero, pero creemos que las obras nunca se concluyeron", manifestó Rivas, que ha investigado durante varios años el llamado "legado belgraniano".
En el acto de inauguración de hoy, al que asistieron como invitados representantes de las escuelas de Tarija y Tucumán, se puso de manifiesto el perfil de educador de Belgrano, que también colaboró en la fundación del primer periódico argentino, en 1801
En su biografía del prócer, el historiador Felipe Pigna destaca que Belgrano redactó un moderno reglamento para las escuelas que en su artículo primero dice que "el maestro debe ser bien remunerado, por ser su tarea de las más importantes de las que se puedan ejercer".
De acuerdo con un cálculo efectuado por Pigna, tomando la actual cotización del oro, los 40.000 pesos "fuertes" que recibió Belgrano en 1813 hoy equivalen a unos cuatro millones de pesos (1,3 millones de dólares).
"Calculando una humilde tasa del 5 por ciento anual -describe-, que es la que se fijó en su momento hasta tanto se construyan las escuelas, sumando el capital y los intereses de estos 191 años, el resultado final arroja la escalofriante cifra de 133.121.281.257.438 pesos", que al tipo de cambio actual son casi 45 billones de dólares.