Qué es luz azul de las pantallas y qué efectos negativos tiene en nuestra salud

Este tipo de luz puede tener beneficios y efectos negativos para el cuidado visual

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Las pantallas no son el único espacio donde estamos expuestos a la luz azul, por lo que hay que cuidarnos en entornos naturales. (Imagen ilustrativa Infobae)
Las pantallas no son el único espacio donde estamos expuestos a la luz azul, por lo que hay que cuidarnos en entornos naturales. (Imagen ilustrativa Infobae)

La exposición continua a pantallas como el celular, televisor y comprador nos pone frente a una situación que debemos entender para saber cómo evitar que sea un problema: la luz azul. Este efecto tiene diferentes impactos en la salud visual y el bienestar general, no siendo todos negativos.

Así que vamos a entrar en profundidad para conocer con claridad esta realidad a la que nos enfrentamos día a día en el trabajo, en casa y en nuestros espacios de entretenimiento.

Luz azul: qué es y dónde está presente

La luz visible está compuesta por diferentes colores, cada uno con una longitud de onda específica. La luz azul forma parte de este espectro, con longitudes de onda entre 380 y 475 nanómetros. Es importante destacar que la luz azul no es exclusiva de la tecnología, también se encuentra en la luz solar y otras fuentes naturales.

La luz azul es un efecto natural, que es captado por el ojo humano. (Imagen Ilustrativa Infobae)
La luz azul es un efecto natural, que es captado por el ojo humano. (Imagen Ilustrativa Infobae)

En el mundo digital actual, estamos expuestos a la luz azul de manera constante a través de dispositivos como teléfonos inteligentes, computadoras, tabletas y televisores, así como a través de luces LED y fluorescentes.

Esta exposición prolongada plantea preocupaciones sobre los posibles efectos en nuestra salud, especialmente en nuestros ojos y por eso muchas de las soluciones es usar gafas para protegernos y filtrar esta luz.

Beneficios de la luz azul

A pesar de las preocupaciones, la luz azul desempeña un papel fundamental en nuestra salud y bienestar. La luz azul-turquesa, en particular, ayuda a regular nuestros ciclos circadianos, influyendo en nuestro sueño y vigilia. También contribuye a la percepción de colores, la atención visual y otros procesos cognitivos.

Además, estudios sugieren que la exposición a la luz azul puede tener efectos beneficiosos, como la mejora del estado de ánimo y la prevención de enfermedades cardiovasculares. Se ha demostrado que la luz azul relaja los vasos sanguíneos, aumenta el flujo sanguíneo y disminuye la presión arterial, lo que puede reducir el riesgo de problemas cardíacos.

Aunque los riesgos son constantes, también existen beneficios de la luz azul como el entrenamiento.  (Imagen ilustrativa Infobae)
Aunque los riesgos son constantes, también existen beneficios de la luz azul como el entrenamiento. (Imagen ilustrativa Infobae)

Riesgos de la luz azul

A pesar de sus beneficios, la exposición excesiva a la luz azul, especialmente a la luz azul-violeta, puede tener consecuencias negativas para nuestra salud visual. Esta luz puede causar fatiga visual y otros síntomas asociados con el Síndrome Visual Informático (SVI), como ojos rojos, secos y dolor de cabeza.

Además, hay preocupaciones sobre el posible vínculo entre la luz azul y la Degeneración Macular Asociada a la Edad (DMAE), una enfermedad que afecta la visión central y puede provocar ceguera. Si bien aun los científicos siguen debatiendo sobre esta asociación, es importante tener en cuenta los posibles riesgos de la exposición prolongada a la luz azul para la salud ocular.

Cómo Protegernos de los efectos negativos de la luz azul

Existen medidas que podemos tomar para proteger nuestros ojos de los efectos negativos de la luz azul, muchos de ellos se pueden hacer de manera práctica mientras trabajamos o estudiamos:

Aunque los riesgos son constantes, también existen beneficios de la luz azul como el entrenamiento.  (Imagen ilustrativa Infobae)
Aunque los riesgos son constantes, también existen beneficios de la luz azul como el entrenamiento. (Imagen ilustrativa Infobae)
  • Descansos oculares: aplicar la regla 20-20-20: cada 20 minutos, apartar la vista de la pantalla y enfocarla en algo que esté a aproximadamente 6 metros de distancia durante al menos 20 segundos. Esto ayuda a reducir la fatiga ocular.
  • Visitas al oculista: programar citas regulares con el oftalmólogo para evaluar la salud de los ojos y recibir recomendaciones personalizadas.
  • Distancia e iluminación: mantener una distancia adecuada de la pantalla y trabajar en áreas bien iluminadas para reducir la tensión ocular.
  • Filtros de luz azul: considerar el uso de filtros de luz azul en los dispositivos electrónicos para reducir la cantidad de luz azul que llega a los ojos.
  • Limita la exposición nocturna: evitar el uso de dispositivos electrónicos antes de dormir para minimizar la interferencia con el ciclo de sueño.