Las cuatro claves del éxito de la dieta mediterránea

La famosa dieta que incluye frutas, verduras, pescado y aceites se destaca por ser deliciosa y nutritiva. Una especialista explicó cuáles son sus secretos

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La dieta mediterránea es exitosa por el culto a la calidad de los alimentos (Istock)

La magia de la tradicional dieta mediterránea -llevada a cabo principalmente por la población de Grecia, Italia y España- es que tiene un excelente manejo de la estacionalidad y que se las arregla para satisfacer así tanto a cocineros, como amantes de la comida y nutricionistas. Con su abundancia en verduras, frutas, frutos secos y cereales, sus hierbas, su aceite de oliva y el vino, ofrece una gran variedad de opciones para inspirar a quienes disfrutan de comer. También hay evidencia científica sólida de sus beneficios para la salud: reduce el colesterol malo y puede reducir drásticamente el riesgo de enfermedades del corazón y la diabetes.

Sin embargo, los atributos culinarios y saludables de la dieta mediterránea van más allá de lo que se come tradicionalmente en esa región y juega un papel fundamental en cómo se come. El estilo de vida alrededor de la alimentación de estilo mediterráneo es tan valioso como la comida en sí y sentarse a comer es todo un evento.

La buena comida, prioridad

Ellie Krieger, nutricionista y autora de una columna de alimentación saludable en The Washington Post, contó que en un viaje a Roma con su familia un guía turístico le dijo: "No hay una palabra para definir a un 'foodie' en italiano, porque los alimentos son esenciales en la vida de todo el mundo aquí. Es normal ocuparse profundamente de la comida". La calidad y el sabor de cada comida se llevan a cabo con un alto nivel en Italia y en todo el Mediterráneo. Hay un gran respeto por el arte de la producción de alimentos. Aunque los platos se preparan de manera simple, una excelente materia prima siempre es valorada y los "atajos" culinarios para preparar más rápido que comprometan la calidad son rechazados. Es un reconocimiento a los alimentos de buena calidad y un recordatorio de que hay que evitar los productos híper procesados, cargados de aditivos insalubres, sodio y azúcar.

Estacionalidad

En un mundo donde la gente puede permitirse conseguir casi cualquier ingrediente en cualquier época del año, es casi sorprendente oír que un plato no está disponible porque no es temporada de sus ingredientes. Pero priorizar los alimentos de estación también es sinónimo de una excelente materia prima. Las frutas y vegetales tienen un sabor mejor en su temporada y son más nutritivos además de que respetar las estaciones es bueno para el medioambiente.

Disfrutar los alimentos y la comida es fundamental para una buena digestión (Istock)

Disfrutar el momento

En el Mediterráneo, una comida es generalmente una momento para reducir la velocidad y concentrarse en saborear. No sólo es valiosa la comida, sino también el ritual de comer y el placer de comer acompañado. La vida moderna, llena de responsabilidades y con poco tiempo, a veces limita la capacidad de sentarse a verdaderamente disfrutar un almuerzo de dos horas, desenchufarse de la tecnología, reducir la velocidad y deleitarse tanto con los alimentos como de la compañía. Comer más conscientemente de esa manera permite consumir menos mientras se disfruta más.

Sentir la comida

Otro punto fundamental de la mística que rodea a la dieta mediterránea es cómo la actitud que se tiene en pos de la comida beneficia la digestión. Romper los patrones desprolijos y acelerados que rigen la forma de comer en la mayoría de los países de Occidente es especialmente beneficioso para la forma en que se asimilan los alimentos y sus nutrientes. Adoptar entonces un patrón saludable de la forma de comer puede ser el primer paso de una rutina alimenticia que evite comer en exceso y ayude a disfrutar de la alimentación.

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