Realizarle regalos a los niños suele ser motivo de entusiasmo para padres y familiares, pero también puede generar dudas sobre cómo hacerlo de manera responsable y significativa. En épocas de celebraciones, la elección de presentes plantea interrogantes sobre seguridad, expectativas y valores.
Ante esta dinámica, la reconocida pediatra Perri Klass, en una columna para The Washington Post, ofreció una serie de consejos prácticos para que el acto de regalar combine diversión, aprendizaje y cuidado.
Seguridad y tecnología en los regalos
La seguridad debe ser el primer criterio al seleccionar un regalo para un niño. La especialista advirtió que los juguetes y dispositivos tecnológicos, especialmente aquellos que incorporan inteligencia artificial, requieren una investigación previa sobre sus riesgos.
Recomendó a quienes no son los padres consultar antes con la familia si planean obsequiar artículos como teléfonos inteligentes, tablets o cualquier dispositivo con IA, ya que puede haber razones por las que el niño aún no dispone de ellos.
Además, la pediatra subrayó la importancia de prestar atención a los riesgos físicos. “Es importante investigar los riesgos de seguridad, especialmente en regalos tecnológicos o con piezas pequeñas”, señaló Klass en su informe especial.
Los objetos con baterías de botón, imanes o piezas diminutas pueden suponer un peligro de asfixia, sobre todo para los más pequeños. Ante la duda, la experta aconsejó seguir siempre la recomendación de edad del fabricante.
Expectativas realistas con valor de la sorpresa
No todos los regalos generan entusiasmo inmediato. Klass explicó que, salvo en el caso de los más pequeños, quienes suelen preferir la caja del regalo, muchos niños pueden tardar en interesarse por un obsequio inesperado.
A menudo, esos objetos que pasan desapercibidos al principio terminan convirtiéndose en los favoritos con el tiempo. Por ello, la especialista sugirió mantener expectativas realistas y no frustrarse si el regalo no es un éxito instantáneo.
Cómo abordar peticiones costosas o inapropiadas
Las solicitudes de regalos que resultan demasiado caros o poco apropiados representan uno de los mayores retos para las familias. Klass recomendó abordar estas situaciones con honestidad y diálogo.
Es válido explicar a los niños que ciertos objetos superan el presupuesto familiar o no se consideran adecuados en ese momento. La pediatra aconsejó mantener conversaciones abiertas y reiterar los valores familiares: “Esta es nuestra forma de hacer las cosas en casa”.
Frente a la presión social —cuando los niños argumentan que sus compañeros ya tienen determinado objeto— recomendó anticipar la conversación y evitar comparaciones poco útiles. Además, invitó a las familias a mostrarse flexibles y abiertas a la negociación en ocasiones, siempre que el costo no sea el principal obstáculo.
Innovar y compartir tradiciones familiares
Aunque es importante tener en cuenta los gustos y preferencias de los niños, es recomendable no limitarse a lo que ya conocen. Un buen regalo puede responder a sus intereses, pero uno excelente puede sorprenderlos y abrirles nuevas posibilidades.
La pediatra sugirió rescatar juegos, libros o actividades que los adultos disfrutaron en su infancia, ya que compartir estas tradiciones familiares puede resultar atractivo y generar historias memorables.
Incluso si el regalo no despierta un interés inmediato, la experiencia de compartir recuerdos y anécdotas enriquece el acto de regalar. Klass destaca que muchos niños se sienten intrigados por conocer cómo eran sus padres o abuelos cuando eran pequeños, lo que añade un valor especial a la tradición.
El acto de regalar no debe convertirse en una fuente de preocupación excesiva. Klass recordó que, como en otros aspectos de la crianza, analizar en exceso las implicaciones de cada obsequio puede restar disfrute a la ocasión.
Si bien algunas decisiones requieren reflexión, el foco principal debe estar en la celebración y el placer de compartir. “El sentido de regalar debe ser la celebración y el disfrute, no la preocupación excesiva”, afirmó Klass en The Washington Post.
Gratitud, límites y valores en la entrega de regalos
El temor a “malcriar” a los niños con regalos es frecuente, pero un obsequio ocasional no genera actitudes problemáticas si el entorno familiar promueve límites y valores sólidos. “No hay que preocuparse por ‘malcriar’ a los niños con regalos, pero sí enseñarles gratitud y hablar abiertamente sobre por qué algunos regalos pueden no ser apropiados”, aconsejó la doctora.
Perri Klass recomendó integrar mensajes sobre gratitud, generosidad y reconocimiento del privilegio a lo largo de la vida familiar, no solo en torno a los regalos. Modelar estos valores y fomentar la expresión de agradecimiento —incluso mediante notas escritas a mano— ayuda a que los niños valoren lo que reciben y eviten actitudes de exigencia o derecho.
La especialista subrayó que la verdadera preocupación debe centrarse en quienes esperan regalos como una obligación, más que en quienes los aprecian sinceramente. En definitiva, regalar a los niños adquiere su verdadero sentido cuando se convierte en una experiencia compartida.