Cómo mejorar el vínculo con los hijos

Compartir tiempo de calidad es la clave. Dos especialistas explicaron cómo aprovechar al máximo los momentos con ellos

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Compartir tiempo de calidad con los niños implica dejar de lado por un momento todo lo demás (Shutterstock)
Compartir tiempo de calidad con los niños implica dejar de lado por un momento todo lo demás (Shutterstock)

Ante la pronta llegada del Día del Niño, por qué no hacer una reflexión sobre felicidad de los más chicos. La mayoría de los padres busca y desea que su hijo sea feliz y esto obliga a revisar y reflexionar sobre la felicidad de los padres también, quienes tienen la obligación de educarlos.

"Si les preguntamos a los chicos que los hacen felices sus respuestas suelen ser muy claras y profundas", dijeron las licencias Julieta Tojeiro y Mora Marengo, especialistas en estrés, ansiedad y emociones en el Instituto Sincronía.

-Gabriel (8 años): "Pasar tiempo con mi familia, poder contarles lo que me pasa. Compartir tiempo con mis amigos. Jugar a la pelota en el parque con papá. Ver una película en familia".

-Ángeles (13 años): "Para ser feliz, poder pasar tiempo con los amigos. Que puedas hablar de todo con tus papás. Tener seguridad en mi misma. Que sepa que puedo cambiar algo de mí que no me gusta o aceptarlo. Compartir cada momento sin estar pensando en otras cosas o estar preocupado por todo".

Pareciera que para ellos también es muy importante el tiempo con su familia. Y claro, es que la felicidad está hecha de momentos.

El mundo adulto, está regido bajo la cultura de lo instantáneo. Las bondades de la ciencia y la tecnología muchas veces saltean la importancia de valorar y vivir en el aquí y ahora.

Todas las actividades de la vida están teñidas de inmediatez, desde la publicidad por ejemplo que ofrece con fascinación productos listos, rápidos de hacer y que permiten tiempo libre para ser felices.

La felicidad está hecha de momentos compartidos (Shutterstock)
La felicidad está hecha de momentos compartidos (Shutterstock)

"Casi sin registrarlo, apenas pensamos o vemos algo, contamos con la posibilidad de subirlo a una red social y compartirlo con millones de personas. Pareciera que la felicidad depende de poder hacer muchas cosas en poco tiempo. Compramos productos y la ilusión de hacer algo casi mágicamente y tener más tiempo para disfrutar. Pero ese tiempo de disfrutar realmente no viene en caja ni se baja de la red. Ese tiempo para disfrutar y valorar el instante presente llega si se cultiva y se practica a diario", explicó Marengo.

Más allá del impacto que esta costumbre genera en la vida y bienestar, la huella recae sobre los hijos cuando se naturaliza esta conducta como adultos sin saber que ellos están mirando todo el tiempo. Según destacó Tojeiro, estas costumbres se filtran casi invisiblemente en la crianza de los chicos.

“Para criar hijos felices debemos antes ser adultos felices”

Dijo Marengo: "Es difícil no caer en el torbellino de la vida actual y descubrirnos realizando varias cosas a la vez casi sin poder registrarlo, entre ellas, educar a los hijos. El primer paso es poder detenerse a observar el modo en el que estamos viviendo cotidianamente. Pues el secreto radica en que más allá de lo que le trasmitimos verbalmente a nuestros hijos, ellos aprenden de lo que ven. Entonces para criar hijos felices debemos antes ser adultos felices. Debemos poder regalarnos como adultos la posibilidad de vivir plenamente cada momento valioso para alcanzar la felicidad. Esto no es una utopía".

Qué es la felicidad

Seguramente para cada persona sea algo diferente. Quizás algunos crean que la felicidad es una emoción al llegar a una meta deseada. Quizás, para otros, sea sentir un estado de armonía interna que se manifiesta como un sentimiento de bienestar que perdura en el tiempo y no como un estado de ánimo pasajero.

"Más allá de la definición que le demos, lo que no está en duda es que la mayoría de los padres que consultan quieren que sus hijos sean felices. Por eso, la tarea que tenemos para ayudar a los padres a cumplir este objetivo es guiarlos y orientarlos en vivir sintiendo la propia felicidad", compartieron las expertas de Sincronía.

Fomentar actividades en casa es una opción para disfrutar el tiempo con los hijos (Shutterstock)
Fomentar actividades en casa es una opción para disfrutar el tiempo con los hijos (Shutterstock)

Y agregó: "Esto es poder apreciar el momento presente mientras estamos haciendo algo. Parece fácil, pero es lo que más cuesta en esos estilos de vida rápidos. Tener la cabeza y el corazón donde se tienen los pies se transforma en un desafío".

No es casual, señaló, que en estos últimos años haya crecido la oferta y demanda de actividades para adultos y niños que enseñan disciplinas milenarias como meditación, yoga, mindfulness y técnicas de respiración. Muchas de esas estrategias que han sido investigadas, son tomadas y adaptadas desde la psicología para ayudar a mejorar la calidad de vida y hacer sustentables los vínculos. Más allá de lo simple que parezca, dentro de esto radica la verdadera posibilidad de tener y darles a los hijos una vida feliz.

Cómo mejorar el vínculo

-Poder hacer un descanso de los celulares, las cosas pendientes que quedaron, exigencias laborales y responsabilidades para poder encontrar un momento de conexión total con los hijos. Disfrutar con ellos de manera plena, estando física y emocionalmente presentes, en el aquí y ahora. Y postergar el resto sólo por un rato. Lo demás puede esperar.

-Buscar momentos para estar a solas con los niños para compartir un momento de juego, dejándose guiar por ellos. En este rato de juego libre, intentar no juzgar ni corregir, sino dejarse llevar y disfrutar de cada momento. Para que no haya discusiones mientras juegan, es importante pautar las cosas que no están permitidas de antemano. Por ejemplo, si el niño quiere pintar con marcadores aclararle que no se vale pintar las paredes o los muebles.

-Realizar un minuto de atención plena en cualquier momento del día. Lo ideal es encontrar un lugar tranquilo con pocas distracciones y que se sienten en una silla o piso con la espalda recta, los pies apoyados en el piso y los brazos sobre los muslos. Pueden estar con los ojos cerrados o abiertos mirando a una distancia de 60cm. Con el cuerpo relajado, comienzan a concentrarse en su respiración natural, su sonido y ritmo. Luego, comienzan a respirar desde el vientre (respiración diafragmática), imaginándose que el mismo es un globo, que cuando uno inspira se infla y cuando espira se desinfla. Cuando aparezcan pensamientos durante la relajación es importante observarlos pero no hacer nada con ellos, dejarlos pasar y hacer un esfuerzo por volver la atención en la respiración. También, se puede hacer un dibujo de cómo se sintieron luego de hacer el ejercicio.

La felicidad de los niños también depende de la felicidad de los padres (Shutterstock)
La felicidad de los niños también depende de la felicidad de los padres (Shutterstock)

-Conocer plenamente a través de los sentidos. Cada uno elige un objeto cotidiano (una botella, una cuchara, etc.) y se comienza por observarlo atentamente y de manera consciente. Sin juzgar, sólo observar. Luego, sentir los sonidos que hace el mismo al tocarlo. Concentrarme en sus texturas, si es duro o blando, frío o caliente, suave o rugoso. Sentir su olor.

-Comer de manera consciente. Entre todos eligen un alimento, puede ser fruta, galletita, chocolate, caramelo y se juega a describirlo teniendo en cuenta los cinco sentidos. Observar, tocar, oír si hace ruido al tocarlo, saborear y sentir en diferentes partes de la lengua los sabores. Una vez que se lo introduce en la boca, intentar comerlo lentamente, siendo conscientes de cada movimiento de la boca y su ritmo.

-Escuchar música y diferentes sonidos y cada uno debe decir lo que se fue imaginando. Luego, se puede hacer un dibujo sobre lo que cada uno contó.

-Realizar un dibujo en conjunto con diferentes materiales, en donde puedan tenerse en cuenta también los diferentes sentidos.

-Atención plena de sonidos. Todos en silencio escuchan por un minuto los sonidos que fueron escuchando del exterior y luego lo comentan.

-A la hora de la cena cada uno puede contar que emociones sintieron en el día y a que situaciones se debieron. Es importante que todos puedan estar presentes en ese momento y escuchar atentos a lo que cada uno comparte.

-Antes de irse a dormir, cada uno piensa y cuenta tres cosas lindas que le pasaron en el día.

-Resulta importante imaginar y pensar en ese momento en que un padre está con su hijo. Cómo se presenta desde la perspectiva del hijo. Cómo a su vez, ellos ven y escuchan a sus padres, qué significa tenerlos como padre o madre hoy, en este momento. Cómo esto puede cambiar la manera de relacionarse. Pensar cómo se desea relacionarse con ellos en ese momento y si se logra o no.