Lejos de los estudios de televisión y del ritmo frenético de la agenda mediática, Susana Giménez disfrutó de una jornada luminosa y distendida en La Mary, su emblemática chacra en Uruguay. El encuentro, registrado en historias de Instagram por Evelyn Scheidl, mostró a la diva en su faceta más relajada, rodeada de amigas, naturaleza y una mesa que fue protagonista absoluta del día.
La reunión contó además con la presencia de Teresa Calandra y Mercedes Sarrabayrouse, la hija de la conductora. Desde el primer saludo, el clima fue de complicidad y humor. En uno de los videos, se escucha a la diva recibir a Evelyn con cariño, agradecerle los regalos y bromear mientras Teresa comenta, entre risas, el intenso calor de la jornada. La escena, espontánea y sin poses, dejó ver una intimidad poco frecuente en la vida pública de la conductora.
El almuerzo fue uno de los ejes del encuentro. La mesa, montada con un estilo rústico y elegante, combinó fibras naturales, vajilla con motivos orgánicos y detalles cuidadosamente pensados. Evelyn no dudó en calificarla como “la mesa soñada”, mientras Susana aceptaba los elogios con su humor característico. Aceiteros, copas, platos estampados y textiles en tonos suaves completaron una puesta que dialogaba con el entorno verde de La Mary, donde todo parece estar en sintonía con la calma del paisaje.
Antes y después de la comida, el grupo aprovechó para recorrer la chacra. Los paseos incluyeron senderos rodeados de árboles altos, caminos de tierra rojiza y sectores floridos que estallaban de color bajo el sol del verano. Hortensias, buganvillas y frutales cargados fueron parte del recorrido, en un entorno que mezcló naturaleza cuidada y aire silvestre. Las imágenes también mostraron pequeños lagos y zonas de sombra ideales para resguardarse del calor, que fue tema recurrente de conversación durante el día.
Uno de los momentos más comentados fue el trayecto en carrito por los caminos internos de la chacra. Desde allí, Evelyn fue registrando postales del paisaje y compartiendo la experiencia con sus seguidores. El clima fue de risas constantes, comentarios cómplices y una sensación de disfrute genuino. No hubo glamour forzado ni poses: todo transcurrió con la naturalidad de una reunión entre amigas de toda la vida. Ese tramo, contó con el acompañamiento de los perros de la presentadora, que suelen seguirla a donde vaya.
El día cerró con imágenes del atardecer y mensajes simples pero elocuentes sobre lo vivido. Sin grandes declaraciones ni gestos grandilocuentes, la jornada dejó en claro que, para Susana Giménez, el verdadero lujo está en los vínculos, la amistad y la posibilidad de disfrutar del tiempo sin apuro. Entre almuerzos al sol, paseos entre árboles y risas compartidas, la diva reafirmó que su mejor versión también aparece lejos de las cámaras, en la intimidad de su casa y rodeada de quienes forman parte de su círculo más querido.
Quien prontó se encontraría con Susana es Wanda Nara que realizó una escala relámpago en Buenos Aires para reencontrarse con sus hijas, tras una semana en la que las niñas estuvieron al cuidado de Mauro Icardi. La empresaria y conductora, que había pasado la Navidad en Uruguay con el resto de su familia, volvió al país y, como es habitual, fue recibida por la prensa local apenas aterrizó. Su breve visita no solo estuvo marcada por el reencuentro familiar, sino también por nuevos planes sociales: la mediática anticipó su intención de visitar a la diva en los próximos días.
Durante el breve intercambio con los periodistas en el aeropuerto, Wanda respondió con simpatía a las preguntas sobre su rutina y su estado de ánimo. Consultada sobre la posibilidad de invitar a Susana Giménez a su casa, fue clara: “Seguramente que sí. Vamos a ver. Capaz voy yo a visitarla”. Sin confirmar el lugar o la fecha exacta, dejó abierta la chance de un encuentro en cualquiera de las residencias, y agregó: “Somos amigas. Ojalá me la cruce alguna vez, y si no, seguro la voy a visitar”.