La llegada de Año Nuevo en Latinoamérica se vive con una mezcla de tradiciones, rituales y creencias que buscan atraer buena suerte, prosperidad y amor para el ciclo que comienza. Los agüeros de fin de año, transmitidos de generación en generación, forman parte del patrimonio cultural de cada país y se reinventan cada 31 de diciembre.
Con la ayuda de la inteligencia artificial, es posible identificar cuáles son los más populares y llamativos en la región, así como su significado y origen.
El interés por estas prácticas crece cada diciembre, y hoy, último día de 2025, millones de familias preparan sus propios rituales para recibir el 2026 con esperanza y energía renovada.
Comer 12 uvas: el deseo de prosperidad mes a mes
Uno de los agüeros más extendidos en América Latina es comer 12 uvas al compás de las campanadas que marcan la medianoche. Esta costumbre, originaria de España, se ha arraigado en países como México, Colombia y Venezuela.
Cada uva representa un deseo o propósito para cada mes del año siguiente, y la tradición indica que deben comerse rápidamente, una por cada campanada.
Ropa interior de colores: atraer amor o fortuna
El color de la ropa interior usada en la noche de fin de año tiene un simbolismo especial en varios países. En Colombia, Perú y Argentina, el amarillo simboliza prosperidad y buena suerte, mientras que el rojo se asocia con el amor y la pasión. Según la creencia, la prenda debe ser nueva para maximizar su efecto.
Correr con una maleta: viajes y nuevas experiencias
Para quienes sueñan con viajar en el año que inicia, correr por la casa o la cuadra con una maleta vacía es un ritual infaltable, especialmente en Colombia, México y Ecuador. Hay quienes combinan esta práctica con el uso de ropa amarilla para potenciar el efecto de ambos agüeros.
Quemar el año viejo: dejar atrás lo negativo
En Ecuador y Colombia, la quema de monigotes o “años viejos” es un símbolo de despedida de los malos momentos y energías negativas. Los muñecos suelen representar personajes famosos, políticos o situaciones que se desean dejar atrás. Se queman en medio de fiestas y abrazos, marcando un cierre de ciclo.
Barrer la casa y guardar dinero en los zapatos: limpiar y atraer riqueza
En países como Chile y Perú, barrer la casa la noche del 31 simboliza la eliminación de malas vibras. Otra práctica extendida es guardar un billete o moneda en los zapatos para atraer estabilidad y prosperidad financiera durante el nuevo año.
Lentejas, espigas y baños de purificación
Las lentejas tienen un lugar destacado en Brasil y Colombia: se comen o se llevan en el bolsillo como augurio de abundancia. En El Salvador, regalar espigas de trigo es sinónimo de buenos tiempos. En Venezuela y Cuba, los baños de hierbas o flores ayudan a limpiar malas energías y preparan el cuerpo y la mente para el año entrante.
Monedas, arroz y agua: símbolos de abundancia y renovación
Lanzar monedas o esparcir arroz en los rincones de la casa es común en Guatemala y Honduras, una forma de asegurar prosperidad. En Puerto Rico y República Dominicana, arrojar agua por la ventana simboliza la expulsión de lo negativo, mientras que encender velas o fuegos artificiales busca iluminar el camino hacia el futuro.
Rituales en la playa: la tradición brasileña
En Brasil, la celebración de Año Nuevo en las playas incluye vestir ropa blanca para atraer paz y saltar siete olas en el mar, pidiendo un deseo por cada salto. Esta tradición, ligada a Iemanjá, la diosa del mar, refleja la mezcla de influencias africanas y locales en el folclore brasileño.
Los agüeros de fin de año no solo alimentan la esperanza, sino que refuerzan la identidad y la conexión familiar en toda la región, mostrando la riqueza y diversidad cultural de Latinoamérica en la bienvenida a cada nuevo ciclo.