Con la llegada de la Navidad, las casas se llenan de familiares y dispositivos conectados. Esto puede convertirse en un desafío para la señal WiFi doméstica. Los problemas de conexión, las cargas lentas de vídeos o los cortes durante una videollamada se vuelven una molestia recurrente.
Sin embargo, existe un ajuste sencillo al saber ubicar el router que puede marcar la diferencia y garantizar que todos disfruten de una conexión estable en los encuentros navideños.
Dónde ubicar el router para evitar caídas de WiFi durante la cena de Navidad
El router emite ondas de radio en todas direcciones, similar a como una bombilla ilumina una habitación. Si el dispositivo se encuentra en un extremo de la vivienda o escondido en una esquina, buena parte de la señal se desperdicia contra las paredes exteriores o se pierde hacia zonas poco utilizadas, dejando las habitaciones alejadas con cobertura deficiente.
Colocar el router en el centro del hogar resulta fundamental. Desde esa posición, las ondas se distribuyen de manera uniforme hacia todas las estancias. Si el cableado de fibra no permite ubicarlo exactamente en el centro, se recomienda evitar que el router quede encajonado entre muebles, detrás de paredes gruesas o dentro de armarios. La señal necesita espacio libre para propagarse correctamente.
Otro error común consiste en dejar el router sobre el suelo. A esa altura, la señal choca con obstáculos inmediatos como rodapiés, alfombras, mesas bajas o sofás. Además, durante una reunión familiar, los cuerpos de los asistentes actúan como barreras físicas, dado que el agua presente en el cuerpo humano absorbe las ondas de radio.
Elevar el router a una posición media, como una estantería o un mueble despejado, permite que la señal viaje por encima de estos obstáculos y llegue mejor a todos los dispositivos.
Qué materiales y objetos pueden dañar la señal WiFi
Los hogares están repletos de materiales que pueden bloquear o reflejar la señal WiFi sin que los usuarios lo perciban. Los espejos grandes, por ejemplo, incorporan una lámina metálica en su parte trasera que rebota las ondas de radio, dificultando que la señal atraviese paredes adyacentes. Colocar el router frente a un espejo de cuerpo entero puede impedir que la señal llegue a habitaciones situadas detrás de esa pared.
La cocina representa un entorno especialmente hostil para las redes inalámbricas. El microondas utiliza la misma frecuencia de 2,4 GHz que el router, por lo que, al activarse, genera interferencias capaces de cortar la conexión temporalmente. Electrodomésticos voluminosos como frigoríficos, lavavajillas o lavadoras funcionan como escudos que bloquean la propagación de las ondas.
El metal, en general, es uno de los peores materiales para la señal WiFi. Estanterías, lámparas o mesas metálicas actúan como barreras. Por tanto, alejar el router de cualquier objeto metálico contribuye notablemente a mejorar la cobertura.
Cómo la decoración de Navidad puede afectar<b> </b>el WiFi
La temporada navideña suma un reto adicional: la decoración. Resulta tentador ocultar el router tras el árbol de Navidad o integrarlo en la ambientación para mantener la estética del hogar. Sin embargo, esta práctica puede asfixiar la señal en su origen.
Elementos como espumillón, cintas metálicas o bolas con acabados reflectantes funcionan como barreras conductoras. Si el router o sus antenas quedan rodeados de materiales metálicos, la señal se debilita significativamente, como si estuvieran envueltos en papel de aluminio.
Las luces LED de Navidad, especialmente las de baja calidad, representan otro enemigo silencioso. Estas luces pueden emitir ondas electromagnéticas que interfieren en la frecuencia de 2,4 GHz, utilizada por la mayoría de los routers para la cobertura de largo alcance.
El resultado se traduce en un aumento de la latencia y en una disminución de la velocidad y la estabilidad de la conexión. Encender las luces navideñas cerca del router puede provocar caídas de red, ralentización en la reproducción de vídeos o interrupciones en el streaming.
La ubicación del árbol también influye. Cuando el router y el árbol de Navidad se encuentran en la misma habitación, el riesgo de interferencia aumenta. Lo ideal consiste en instalar el router en una zona céntrica y elevada, lo más alejada posible del árbol y sus adornos eléctricos. Si no es posible separar ambos elementos, es preferible utilizar luces LED de buena calidad y evitar que queden pegadas al router.