OpenAI, compañía creadora de ChatGPT, da un paso clave en la carrera por la autonomía tecnológica: planea lanzar su propio chip de inteligencia artificial en 2026 y colabora para ello con el gigante estadounidense de semiconductores Broadcom.
La medida responde al rápido crecimiento de la demanda de poder de cómputo y busca disminuir la dependencia de la compañía respecto a Nvidia, actual líder mundial en hardware para inteligencia artificial.
Un nuevo impulso en el mercado de chips
Según fuentes a las que Financial Times tuvo acceso, OpenAI ya inició el desarrollo conjunto del chip, que se espera entre en producción y sea enviado el próximo año.
Aunque Broadcom no ha confirmado públicamente el nombre del cliente, en una reciente llamada con analistas, su CEO, Hock Tan, reveló la existencia de un importante “nuevo cliente” dispuesto a invertir 10.000 millones de dólares en pedidos, cifra que diversos medios atribuyen a OpenAI.
Tras el anuncio, las acciones de Broadcom subieron un 9,4% y la capitalización bursátil de la empresa alcanzó 1,6 billones de dólares (USD 1,6 tn).
La estrategia de diseñar chips a medida para tareas de inteligencia artificial no es nueva en la industria tecnológica. Grandes compañías como Google, Amazon y Meta apuestan por la producción interna de semiconductores especializados, para responder a la creciente necesidad de entrenar y operar modelos de IA con mayor eficiencia y menor costo.
El movimiento de OpenAI confirma la relevancia de este segmento y supone un desafío directo para Nvidia, que, pese a mantener su liderazgo, ha notado cierta desaceleración en su ritmo de crecimiento inicial en el sector IA.
De acuerdo con el plan de OpenAI, el nuevo chip se destinará exclusivamente a sus propias operaciones internas, sin intención de ofrecerlo al mercado externo en el mediano plazo. Este enfoque garantiza la disponibilidad y optimiza el rendimiento de sus sistemas, especialmente ante lanzamientos recientes como GPT-5 y el aumento exponencial de la base de usuarios.
Impacto en la industria y el futuro del hardware IA
La decisión de OpenAI ha intensificado las expectativas en el sector. Los analistas de HSBC anticipan que, en 2026, el negocio de chips personalizados de Broadcom crecerá a un ritmo considerablemente más alto que el de Nvidia, impulsado en parte por acuerdos de envergadura como el de OpenAI. La percepción de un posible cambio de liderazgo dentro del mercado de infraestructura para inteligencia artificial ha hecho que las acciones de Broadcom suban más de un 44% en lo que va del año.
Nvidia, por su parte, sigue siendo el proveedor más importante de hardware para los principales “hiperescalares” tecnológicos, como OpenAI. Sin embargo, la propia OpenAI ha expresado en varias ocasiones, mediante declaraciones públicas de su director ejecutivo, Sam Altman, la preocupación por la capacidad actual de computación frente al explosivo aumento de usuarios y la expansión de productos como ChatGPT.
Solo en el último mes, Altman aseguró que la compañía duplicará su infraestructura de cómputo durante los próximos cinco meses, para satisfacer la demanda asociada a su nuevo modelo GPT-5. De este modo, se evidencia la urgencia de contar con recursos tecnológicos propios, con el fin de mantener la competitividad y asegurar la independencia ante posibles restricciones del suministro externo.
Con esta alianza y la apuesta por su propio chip, OpenAI se suma a la tendencia de integración vertical que marcará el futuro del sector de inteligencia artificial, donde la tecnología propia será clave para controlar costes, tiempos de producción e innovar en el desarrollo de sistemas más potentes y especializados.