Qué es y cuáles son las motivaciones detrás del hacktivismo

En la mayoría de casos buscan crear conciencia sobre cuestiones sociales o políticas, aunque llevan a cabo sus protestas desde el anonimato de la red

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Pese a que Anonymous ha acaparado todo el foco de atención mediático, la historia del hactivismo es larga y su lucha bastante controvertida. (Twitter Anonymus Colombia)
Pese a que Anonymous ha acaparado todo el foco de atención mediático, la historia del hactivismo es larga y su lucha bastante controvertida. (Twitter Anonymus Colombia)

El hacktivismo, es una forma de militancia en línea que utiliza ciberataques para promover causas políticas o sociales que ha ganado notoriedad en los últimos años. Su crecimiento ha sido impulsado por individuos y grupos que buscan generar un impacto en la sociedad a través de sus acciones digitales.

A diferencia de los hackers de sombrero negro, que con sus ataques persiguen un beneficio económico o personal, los hacktivistas buscan crear conciencia sobre alguna cuestión, según explican expertos en ciberseguridad como Kaspersky

De hecho, la palabra surge de la fusión de “hacker” y “activismo,” y se refiere al uso de habilidades técnicas en la informática y la seguridad cibernética para promover causas específicas. Y menudo, se involucran en actividades como el acceso no autorizado a sistemas informáticos, la divulgación de información confidencial y la interrupción de servicios en línea.

Si bien estas acciones pueden ser ilegales, los hacktivistas argumentan que su objetivo es exponer la corrupción, la injusticia o la falta de transparencia en instituciones gubernamentales o corporaciones.

Sus raíces se remontan a las primeras décadas de la informática, entre 1980 y 1990; y uno de los movimientos precursores fue el Cyberpunk, que abogaba por la libertad en línea y la protección de la privacidad.

Sin embargo, fue en la década de 1990 cuando el hacktivismo comenzó a ganar protagonismo debido a que grupos como el Electronic Disturbance Theater utilizaron ataques de denegación de servicio (DDoS) como forma de protesta en línea.

Desde entonces, ha ido evolucionando, involucrando a hackers éticos que exponen prácticas empresas de dudosa calidad, defensores de la neutralidad en la red y activistas que luchan por la libertad de expresión en Internet.

Cómo operan los grupos de hacktivistas

A diferencia de los hackers de sombrero negro, que con sus hackeos persiguen un beneficio económico o personal, los hacktivistas buscan crear conciencia sobre cuestiones sociales o políticas. (REUTERS/Kacper Pempel)
A diferencia de los hackers de sombrero negro, que con sus hackeos persiguen un beneficio económico o personal, los hacktivistas buscan crear conciencia sobre cuestiones sociales o políticas. (REUTERS/Kacper Pempel)

Los grupos de atacantes cibernéticos motivados por razones políticas y sociales han ido adoptando un modelo de operación más estructurado e incluso algunos cuentan con un proceso formal de reclutamiento, de acuerdo con el reporte de Tendencias de Hacktivismo en el Mundo de la firma de ciberseguridad Checkpoint.

Y este estaría basado en:

- Ideología política coherente.

- Jerarquía de liderazgo.

- Proceso formal de contratación.

- Herramientas que los grupos proporcionan a sus miembros

- Acciones sólidas de relaciones públicas.

Grupos más reconocidos

Un manifestante con una máscara de Guy Fawkes, símbolo del grupo hacktivista "Anonymous", participa en una protesta en el centro de Bruselas. (REUTERS/Yves Herman/File Photo)
Un manifestante con una máscara de Guy Fawkes, símbolo del grupo hacktivista "Anonymous", participa en una protesta en el centro de Bruselas. (REUTERS/Yves Herman/File Photo)

Uno de los grupos de hacktivistas más conocidos es Anonymous, una red descentralizada de individuos que han llevado a cabo numerosas operaciones en línea para exponer casos de corrupción y abuso de poder en todo el mundo.

Su famoso lema, “Somos Anonymous. Somos legión. No perdonamos. No olvidamos. ¡Esperadnos!”, refleja su compromiso con la rendición de cuentas.

En 2010, Anonymous cobró relevancia internacional por su apoyo al movimiento Occupy Wall Street, exponiendo información confidencial de empresas financieras y gobiernos. Este episodio marcó el inicio de una serie de acciones de hacktivismo que llamaron la atención de la prensa y las autoridades.

Mientras que una evidencia importante del impacto en la política es la filtración de información del gobierno a través de plataformas como WikiLeaks, una organización que fue dirigida por Julian Assange, quien publicó miles de documentos clasificados que expusieron altos secretos gubernamentales.

El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, abandona el Tribunal de Magistrados de Westminster en Londres, Reino Unido. 13 de enero, 2020. (REUTERS/Simon Dawson/Archivo)
El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, abandona el Tribunal de Magistrados de Westminster en Londres, Reino Unido. 13 de enero, 2020. (REUTERS/Simon Dawson/Archivo)

Otro ejemplo notable es el caso de Chelsea Manning, quien filtró información confidencial a WikiLeaks en 2010. Esta ex analista de inteligencia del ejército de los Estados Unidos, creía que al revelar información sobre crímenes de guerra y actividades ilegales del gobierno, estaba cumpliendo con su deber cívico.

El hacktivismo no se limita a un país o región en particular; es un fenómeno global. En Rusia, el grupo Fancy Bear, supuestamente vinculado al gobierno ruso, ha llevado a cabo ciberataques dirigidos contra organizaciones políticas y gubernamentales en todo el mundo, con el objetivo de interferir en procesos electorales y desestabilizar democracias.

En América Latina, el hacktivismo ha sido utilizado para denunciar la corrupción y la opresión. En 2019, durante las protestas en Chile, el grupo La Resistencia llevó a cabo ataques cibernéticos contra sitios web gubernamentales y empresas. Su objetivo era visibilizar las demandas de la población y presionar por cambios políticos.