Una molécula contra el síndrome urémico hemolítico: el proyecto ganador de Samsung Innova

Inmunova ganó la última edición de este concurso gracias a una propuesta biotecnológica que busca anular los efectos de esta enfermedad que tiene hasta 5000 casos por año en nuestro país y afecta principalmente a niños

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Fue otro año para apoyar a la ciencia argentina. Samsung Innova, la iniciativa que combina innovación, tecnología e impacto social, llegó a su punto culminante con la decisión de un gran jurado de considerar a Inmunova como el proyecto más destacado de 2017.

El jurado integrado por Gino Tubaro, Santiago Bilinkis, Sebastián Campanario, Diego Golombek, Rebeca Hwang, Silvia Torres Carbonell, Julia Converti, Sang Jik Lee (Presidente de Samsung Argentina), Luis Palmier (Vicepresidente de Samsung Argentina), Bruno Drobeta (Director Comercial de la división de Mobile de Samsung Argentina), junto al voto del público (que se contabilizó como un miembro a través de www.samsunginnova.com), eligieron a esta iniciativa entre seis finalistas.
Inmunova es una plataforma biotecnológica creada por Linus Spatz que permite diseñar una nueva generación de vacunas recombinantes y anticuerpos terapéuticos innovadores con tecnología Inmuno Multi Carrier.

El proyecto trabaja para encontrar un tratamiento para el síndrome urémico hemolítico.

Fernando Goldbaum y Vanessa Zylberman, del equipo de Inmunova,visitaron Infobae TV para dar a conocer los detalles de esa exitosa idea. Aquí, la charla completa:

— Se les ve la sonrisa de la alegría.

Fernando — Sí, muy contentos por el devenir del proyecto y sobre todo por la visibilidad que nos da la sociedad argentina que es muy importante para lo que viene que es el desafío más importante.

— Cuando estábamos en la etapa final que contabas un poco cuál era el sentido del proyecto… Recrealo para aquellos que te está viendo por primera vez.

F — Inmunova es una empresa biotecnológica nacida del conocimiento, somos investigadores que armamos una empresa junto a emprendedores, nació en el Instituto Leloir, y creamos una plataforma, es un carrier, una molécula que se utiliza para generar nuevas vacunas. Y un proyecto que generamos para producir nueva vacuna, un nuevo inmunógeno para frenar el síndrome urémico hemolítico.

Vanessa — Esta enfermedad la origina una bacteria que se aloja en el intestino del enfermo y una vez alojada ahí inyecta al sistema una toxina, que es la toxina Shiga, que es la que a través de la circulación va a dañar finalmente al riñón. Lo que nosotros propusimos es un suero muy potente que puede llegar a bloquear los efectos de la toxina y así bloquear la cascada de eventos que ocurren después.

El punto interesante es que para lograr este suero nosotros diseñamos una molécula en el laboratorio que tiene una parte de la toxina misma e imita la estructura de la toxina. Y a través de esa molécula es que nosotros obtuvimos este suero tan potente y eficaz para bloquear la toxina.

— Para aquellos que tienen buena memoria, el síndrome urémico tuvo muchísima difusión pública, con muertes incluso. ¿Tiene que ver con carnes mal cocidas, con verduras mal lavadas? ¿Tiene que ver con esto el síndrome urémico?

F — Sí, más que nada se la conoce como la enfermedad de las hamburguesas pero no es la única fuente. Digamos, las vacas son el reservorio principal, esta bacteria está como una bacteria normal en el tracto digestivo de las vacas y contamina una serie de alimentos, entre ellos la carne pero también verduras, leches, jugos no pasteurizados, el agua. Entonces es muy importante tomar conciencia de las medidas de prevención, pero aun así la Argentina es el sitio con más impacto de esta enfermedad, hay alrededor de cinco mil casos al año de infecciones con esta bacteria que devienen después en un diez por ciento, unos quinientos casos, en síndrome urémico hemolítico. Con lo cual es muy importante no solo que hayamos llegado hasta acá, sino poder probar la eficacia en niños infectados por esta bacteria que produce la toxina.

— Me quedé pensando en la terminología que un poco explicabas ¿no? Que la molécula es el carrier a donde se transporta este suero tan potente que permitiría evitar los efectos, o sea, supone que aquella persona que contrajo la bacteria no va a tener las consecuencias propias de la enfermedad.
V — Exacto, la idea es poder detectar a tiempo y a través del diagnóstico temprano proponer ahí una terapia previa al desarrollo de este síndrome que se da unos días posteriores, generalmente el primer síntoma que es una diarrea sanguinolenta.

— ¿Cómo sigue esto? A partir de ganar el Proyecto de Samsung Innova cómo sigue.

F — Estamos con una novedad muy importante para nosotros que es la semana que viene estamos empezando los estudios de seguridad. Estos estudios de seguridad se hacen en adultos voluntarios sanos. Si bien esta es una enfermedad de niños, por cuestiones éticas las pruebas de seguridad del producto se hacen en adultos voluntarios sanos. Esto se va a hacer en el Hospital Italiano de Buenos Aires y es un proceso que va a llevar unos tres o cuatro meses, va a ser todo controlado por la ANMAT, que es la agencia regulatoria, nosotros hacemos todo con los más altos estándares de seguridad y de ética, y si estos resultados dan bien, que estamos muy confiados de ello, en el próximo verano que es el pico de la enfermedad vamos a estar probando la eficacia en niños en seis o siete hospitales, en Mendoza, probablemente en Córdoba, en tres o cuatro lugares de la provincia de Buenos Aires, en Neuquén, y ahí está todo puesto nuestro esfuerzo y por eso para nosotros es muy importante la difusión que hacen ustedes, porque tenemos que llegar a la comunidad para hacer, como dijo Vanessa, el diagnóstico temprano y aplicar el suero en el momento oportuno para evitar el desarrollo de la enfermedad.

— Es decir estamos pensando en verano 2018/2019 poder ensayar en estos seis hospitales.

F — Exacto. Nuestra idea es llegar por lo menos a probarlo en cien a doscientos casos para demostrar que el producto es eficaz para frenar el desarrollo de la enfermedad.

— La otra vez cuando vino tu colega hablábamos de edades porque yo decía que parecen muy jóvenes, se autotituló como viejo, el caso tuyo no hay discusión, sos muy joven.

V — Gracias.

— Capital humano argentino, digamos, ciencia argentina puesta al servicio de esto.

V — Sí, totalmente. Yo empecé de muy joven a trabajar en el laboratorio con Fernando, hice ahí mi doctorado. En el doctorado es que desarrollamos la plataforma ésta, el carrier que te estamos contando por el cual nosotros diseñamos las diferentes moléculas y a un grupo de emprendedores le resultó muy interesante este desarrollo y decidió entonces también emprender el camino de una empresa biotecnológica tratando de desarrollar los potenciales de esta plataforma. Ahí es donde yo también seguí mi carrera de investigadora, porque yo también soy investigadora del CONICET, que trabajó en empresa, y bueno, sí, tuve grandes maestros que fueron de la Universidad de Buenos Aires.

— Y todo el grupo es de formación argentina.

V — Todo el grupo es de formación argentina, todo el grupo por lo general es bastante multidisciplinario dentro del área grande de tecnólogos, biotecnólogos, todos formados en la Argentina, algunas del laboratorio están haciendo el doctorado en la misma empresa. Así que sí, capital argentino ciento por ciento.

F — Y es una mezcla interesante de generar conocimiento y aplicarlo. Y un aspecto interesante que me gustaría resaltar si me lo permitís es que Inmunova ha generado apoyos, que es inversión, una suma importante, y es una mezcla de capital del Estado porque nosotros hemos recibido muchos subsidios del Estado, becas, sueldos que se pagan, yo también soy investigador del CONICET y trabajo hace muchos años como empleado público en el CONICET, y también inversión privada. O sea, es un ejemplo de articulación pública privada. Porque se requiere mucho dinero para hacer estos avances y entonces es muy importante remarcar eso ¿no? Que Inmunova es un ejemplo de articulación pública privada. Hemos logrado conseguir alrededor de seis millones de dólares en todos estos años para llegar al desarrollo de este producto, es mucho dinero. Y hay mucha articulación entre los dos sectores que es muy importante eso.

— Es muy interesante y lo hablábamos cuando veíamos a cada uno de los finalistas y uno decía "no hay muchos lugares en donde la Argentina esté a la altura de cualquier discusión". O sea, esta discusión del proyecto de ustedes, que ahora viene premiado por Samsung Innova, es de admiración internacional.

V — Sí, por supuesto.

— Tenes que hablar bien de vos, te estoy dando el pie para que hables bien de vos, ese es el cuento.

V — Sí, por supuesto. Como te decía nosotros nos formamos, nos desarrollamos acá en el país, muchas veces tuvimos que adquirir afuera, en el exterior, ciertas tecnologías para poder transferirlas en el laboratorio y eso es lo que hicimos en varias oportunidades, las cosas que no sabíamos hacer supimos a quiénes preguntarles, de quién aprender, y poder ir y transformar el laboratorio en una empresa que va creciendo también en su nivel tecnológico.

— Sos bióloga.

V — De la Universidad en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales.
— ¿Qué se siente cuando una persona que pasa por una carrera como ser biólogo de golpe piensa que en un año, que es un chiquito, evita las consecuencias…? Un chiquito de carne y hueso con su mamá angustiada va a tener la posibilidad de estar bien.

V — Sí, la verdad que es muy fuerte. No siempre se da en la carrera de un científico que ocurra esto, por lo general la carrera de un científico implica distintos pasos en el conocimiento y en el poder entender ciertos mecanismos y ciertas acciones pero no siempre se da también el poder pasar de una mesada hasta directamente poder utilizar eso en humanos, es una gran emoción, es un trabajo en conjunto muy fuerte, de muchos años, de muchos…

F — En el transcurso de estos años Vanesa ha sido madre de tres hijos así que también ella lo ve como madre.

— Me imagino que debe ser como muy aliciente, como un combustible para que esto vaya para adelante ¿no?

V — Sí, sí, yo creo que forma parte. O sea, es el trabajo mío y como toda mujer de repente tiene que compatibilizar ambas cosas. Y creo que es un plus, sí, por supuesto, el poder ver en este momento lo que uno creó en la mesada que forme parte de lo que vaya a ser una terapia para curar chicos realmente es el premio mayor que para un científico puede sentir.

— Bueno, el programa, este concurso, se llama Samsung Innova. ¿Qué es innovar hoy?

F — Innovar creo yo, y nosotros lo hemos aprendido en la práctica, es aplicar conocimiento, tecnología, pero también buscar después soluciones simples, factibles y flexibles como para que lleguen al mercado. Nosotros en el proceso primero pensamos en una solución que era muy complicada, compleja desde el punto de vista regulatorio, porque aquí no hay que olvidar que debe pasar por barreras regulatorias, es decir, las agencias regulatorias tienen que aprobar tu proyecto, para que no sólo eficaz sino que sea también seguro. Y ahí nosotros aprendimos que no siempre la solución más sofisticada es la más adecuada. Aprendimos por ejemplo que, en vez de utilizar anticuerpos monoclonales, es algo muy técnico, era mucho mejor usar sueros: una solución mucho más simple, factible, rápida y económica en algunos aspectos. Entonces eso también es una enseñanza muy fuerte para nosotros, no es sólo escribir papers en un ambiente académico sino llegar a la gente con una solución concreta. Yo creo que la innovación es eso, es mezclar diferentes cosas en el momento adecuado como para llegar con una solución concreta y simple a mejorarle la vida a la gente.

— Yo que tengo una admiración así como especial por ustedes, por los científicos, que tienen el hecho tangible, como el objeto de trabajo tangible, siempre digo que la ciencia es como un modo de seguir aprendiendo. ¿Qué aprendiste de todo esto?

V — Bueno, sobre todo aprendí que es posible, desde seguir el camino, ser fiel a la idea y a la sensación que uno tiene que por ahí está bien. Y seguir motivados ¿no es cierto? Porque nosotros en este momento estamos trabajando obviamente con el síndrome urémico hemolítico pero también y a la vez en paralelo trabajamos con muchas otras enfermedades y uno siempre guarda el espíritu de querer devolverle a la sociedad un tratamiento importante para enfermedades que hoy en día no tienen cura. Eso es una motivación enorme.

— Que venga mucho más.

V — Ojalá.

Video de la entrevista completa