Un perverso y una niña violada antes de morir: el padre que secuestró al asesino de su hija para llevarlo a la justicia
Kalinka Bamberski murió de repente en 1982 a sus 14 años. Su padre sospechó, desde el principio, del marido de su ex mujer, un influyente médico cardiólogo. La lucha fue extrema: tuvo que dejar su carrera profesional e invertir mucho dinero para mantener activo el caso. El tiempo le dio la razón y el violador serial con matrícula profesional que anestesiaba a sus víctimas cayó preso. Esta batalla policial y moral acaba de llegar a la pantalla de Netflix: “El asesino de mi hija”