Un hotel, una prostituta y dos investigadores privados: el pastor que confesó sus pecados ante millones de espectadores
El 21 de febrero de 1988 Jimmy Swaggart lloró frente a las cámaras y confesó que había pecado. Fue un escándalo mundial. No lo hizo por propia voluntad: uno de sus rivales –al que atacaba desde el púlpito– había contratado detectives para que lo siguieran y lo descubrieron con una prostituta en un hotel. La caída del predicador más famoso de la tevé