“Vas a ser dueña de todo”, la seductora promesa de un jefe narco que operaba desde un penal a una chica de 22 años

Selena Milagros Simioli fue procesada junto a Rafael Churquina, líder de la banda que había montado una oficina en la cárcel de San Luis, donde estaba alojado

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Milagros Simioli fue procesada en una causa narco en San Luis
Milagros Simioli fue procesada en una causa narco en San Luis

Ella lo trata de “usted”, pero él insiste en llamarla “mi amor”. Parece el argumento de una novela de TV, pero se trata de una serie de conversaciones telefónicas entre un jefe narco preso en San Luis y una joven a la que utiliza como testaferro. Ambos fueron procesados por el juez federal Juan Esteban Maqueda, tras una investigación del fiscal Cristian Rachid y la Procunar, a cargo de Diego Iglesias.

Los protagonistas de la historia non fiction son Rafael Dante Churquina, de 38 años, y Selena Milagros Simioli, de 22. El primero, taxista de profesión, es mendocino y estuvo alojado en una celda vip de la penitenciaría ubicada sobre el kilómetro 8 de la Ruta Nacional 146 hasta agosto pasado, cuando un allanamiento lo dejó sin su “oficina” tras las rejas en la Unidad 1. Los agentes de la PSA que lo requisaron encontraron cuadernos con anotaciones, una notebook, pendrives, celulares y droga.

En cuanto a Simioli, con secundario completo y comerciante de ocupación, reside en Villa Mercedes, una ciudad de casi 100 mil habitantes y centro de las operaciones de la banda. Aunque era monitoreada por la ex pareja de Churquina, identificada como Lorena Ramallo, la chica de 22 años cumplía un rol clave en el esquema narco. De acuerdo a fuentes de la causa, era la encargada de pagarle al director del penal Jorge Ángel Orozco por los beneficios que gozaba su jefe.

Milagros Selena Simioli integraba la banda de un narco preso
Milagros Selena Simioli integraba la banda de un narco preso

Además, se desempeñaba en la concesionaria de motos, ubicada en la intersección de las calles Presidente Juan Domingo Perón y Remedios de Escalada, que Churquina usaba como búnker. Pero esas tareas no eran suficientes para el líder que tenía planeado para Simioli un futuro de prosperidad y riqueza. Al menos, eso era lo que le prometía por teléfono.

“La cabeza central de todo esto soy yo. Vamos a hacer negocios en Córdoba, vamos a hacer negocios en San Luis, vamos a ser grandes…”, le dijo durante una charla que duró varias horas. El narco pensaba montar una distribuidora para hacer crecer el negocio y bancarizar los movimientos, a través de la joven, con el fin de blanquear sus activos.

Milagros, este es el principio, este es el primer paso. A partir de mañana vos vas a hablar con la gente de los departamentos, vas a ir a cobrar los departamentos, vas a ir a ver lo que están haciendo, el propio local de la financiera, yo de acá sigo trabajando con gente de Córdoba, San Luis, Mendoza”, repetía y la incitaba a “aprender a manejar” con el fin de ir a buscar grandes sumas de dinero a esas provincias.

"Vas a ser la reina de Inglaterra”, le decía su jefe
"Vas a ser la reina de Inglaterra”, le decía su jefe

“Es un trabajo único”, la ilusionaba. Aunque le aclaraba la letra chica del contrato: “Cuidado, te lo digo con todo respeto, con todo el aprecio que te tengo, cuídalo, sé mis ojos, que nadie me mienta, no me ocultes nunca nada”.

Más adelante, el narco le prometía “todo”. “Cada paso de beneficio, todo lo que vas a hacer, vas a ser mi mano derecha, vas a ser mi testaferro, vas a ser dueña de todo, vas a firmar como vendedora, vas a firmar como compradora. Vas a ser la reina de Inglaterra”.

En otra oportunidad, queda en evidencia el pago a las autoridades de la prisión. “Vos, a la persona que vas a ir a ver, es el director de la Unidad. Tenemos negocios de por medio ambos”, le explicó. “¿Sabes lo que pasa? Que tengo la agenda llena para el día martes y encajaría justo para que vengas. Déjame ver cómo lo acomodo. Lo que sí, el día lunes tenés que preparar la máquina de contar plata. Vas a traer plata y vas a llevar plata. Te van a abrir la puerta como una reina a vos”, le indicó. Milagros asintió.

El narco Rafael Churquina lideraba su banda desde la cárcel de San Luis
El narco Rafael Churquina lideraba su banda desde la cárcel de San Luis

En una de las conversaciones intervenidas, se advierte la familiaridad entre ambos y las cifras que manejaban. “Hola mi reina, ¿cómo estamos?”, le preguntó él, y ella respondió: “Bien, acá en el gimnasio”. El narco se disculpó: “Ah, perdón”. “No, no, está bien. Me mando un mensaje recién Lorena, le estaba contestando, me dijo, me tiene que dar unos papeles”, le señaló la joven y Rafael la corrigió: “Sí, te va a dar 6.500 dólares”.

Con el correr de los días, la intervención de las líneas de los involucrados continuaban arrojando luz sobre el funcionamiento de la banda y la complicidad penitenciaria. “Bueno, mi vida, escúchame: todo mal”. Milagros se sorprendió y dijo “¿Por?”. “Estaba durmiendo la siesta y me vino hacer llamar, no llevaste la máquina de contar plata, mi amor ¿Cómo vas a cometer ese error?”, respondió Rafael.

“Yo te voy a explicar, mi vida, a la casa donde fuiste vos, es del director y yo hago negocios con el tipo. Recién me llamó, estaba durmiendo la siesta, viene un compañero y me dice: ‘Churquina te llama el director’. Voy tranquilo, como siempre, lo jodo. Me dice: ‘Boludo, ¿cuántas veces vamos a hablar? Cuando nosotros manejemos efectivo hay una máquina”.

Parte del dinero secuestrado a la organización
Parte del dinero secuestrado a la organización

Según se desprende del diálogo, la joven había ido a la casa de Orozco a llevar dinero, pero no llevó la máquina para contar billetes. Ella y la mujer del funcionario lo hicieron a mano, un gesto que molestó al director, a quién la banda considera un “empleado”. “¿Sabes qué pasa mi amor? Me re cagaron a pedos. Encima, estos crotos, ¿cuánto puede mover un director? 400 mil pesos por mes le deben pagar, ¿me entendés? Me dice: ‘Sos un tipo millonario, le hiciste contar plata a mi hija, a mi mujer, había unos chicos ahí'”.

“Vas a ser la dueña de todo, vas a manejar todo hasta que yo pueda estar afuera”, la halagó antes de explicarle paso a paso cómo va a convertirse en la titular de todos sus bienes para blanquear el dinero narco. “Vos despreocupate, es todo legal, todo ordenado”, la tranquilizó.

Junto a Churquino y Simioli, el juez procesó a Ramallo, a Orozo y al subdirector de la prisión, Mario Ojeda, entre otros miembros de la organización.

Milagros Selena Simioli, según la causa, era la encargada de pagar las coimas al director del penal
Milagros Selena Simioli, según la causa, era la encargada de pagar las coimas al director del penal

El caso: un secuestro y un imputado colaborador

La causa se inició el 31 de agosto de este año, cuando la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) detuvo en la provincia de Jujuy a una persona que estaba por entregar un bolso con más de cinco kilos de cocaína y que tenía como destino final la ciudad de Villa Mercedes. Ese hecho desencadenó una serie de allanamientos en esa ciudad, donde se detuvo a otras tres personas, además de incautarse estupefacientes, armas de fuego, vehículos y dinero en efectivo.

Los representantes del Ministerio Público Fiscal sostuvieron que la actividad del líder de la organización fue posible gracias a la participación del alcalde y del adjutor principal, ambos funcionarios del servicio penitenciario.

Según los fiscales, tras la supuesta obtención de dádivas, Orozco y Ojeda incurrieron en un incumplimiento de sus deberes funcionales en favor del principal acusado y también de otros integrantes de la sociedad criminal, que recibían un trato preferencial dentro de la Unidad 1 al momento de las visitas.

La PSA secuestró armas y municiones en los allanamientos a la banda
La PSA secuestró armas y municiones en los allanamientos a la banda

Cabe resaltar que dentro del expediente, una persona declaró como imputado colaborador en los términos de la Ley 27.304, lo que permitió conocer el funcionamiento de la organización, determinar quiénes eran las personas utilizadas como testaferros, las empresas y los lugares que se utilizaban para el lavado de dinero y sus modalidades.

Finalmente, se logró avanzar respecto del manejo que poseían dentro del establecimiento penitenciario y los beneficios que el principal imputado tenía para organizar la comisión de delitos desde su celda.

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