Correr en las profundidades: cómo son la peculiares maratones subterráneas

Entre las exóticas pruebas de running en terrenos inhóspitos, varias sobresalen porque se desarrollan bajo tierra. Las más emblemáticas son en minas de sal de Alemania. Características, registros y desafíos de las singulares competencias

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En las últimas dos décadas surgieron varias carreras subterráneas (Facebook: Erlebnis Bergwerk Merkers)
En las últimas dos décadas surgieron varias carreras subterráneas (Facebook: Erlebnis Bergwerk Merkers)

En el famoso monte Everest de Nepal, se corre una de las carreras más extremas que existen. En medio de las rocas, el escaso oxígeno y un clima caracterizado por el frío y la nieve, el punto de partida es en el campamento base, que se encuentra a uno 5364 metros de altura, mientras que el punto de llegada es en Namche Bazaar, a unos 3446 metros. Se trata, en definitiva, de la  maratón con mayor altitud del mundo.

Por más peculiar que resulte, sin embargo, en el ambiente del running este desafío no es una rareza. Es que las carreras más duras del planeta se desarrollan en terrenos inhóspitos, temperaturas cambiantes y condiciones meteorológicas extremas. Una serie de características que constituyen retos físicos y mentales fuera de lo convencional y solo aptos para aventureros osados. Y así como existe la carrera de mayor altura en el mundo, no podían faltar las de menor altura.

Las pruebas pedestres están repartidas alrededor del globo (Facebook: Erlebnis Bergwerk Merkers)
Las pruebas pedestres están repartidas alrededor del globo (Facebook: Erlebnis Bergwerk Merkers)

Entre estas, la maratón quizá más emblemática se llama Unter-Tage y se corre ininterrumpidamente desde 2002 en la localidad de Sondershausen, en el estado de Turingia, en Alemania. Se la denomina "carrera hacia el centro de la Tierra" e invita a correr en el interior de una mina de sal, en el pozo de Brügman, a 700 metros de profundidad.

El escenario es todo un desafío. El camino se compone de túneles estrechos, cuyas medidas son, en promedio, de cinco metros de ancho y cuatro metros de altura. En medio del polvo que levanta la superficie, el suelo es en algunos tramos desparejo y en otros, liso. Además de los desniveles, las dificultades se encuentran en la humedad y las altas temperaturas, que suelen oscilar entre los 22° y los 30°.

Algunas dejaron de realizarse; otras siguen vigentes (Facebook: Erlebnis Bergwerk Merkers)
Algunas dejaron de realizarse; otras siguen vigentes (Facebook: Erlebnis Bergwerk Merkers)

Los 42k con 195 metros se desglosan en diez vueltas al circuito de 3,9 kilómetros más una vuelta final de 3,2 kilómetros. Debido a que en todo el recorrido no hay iluminación solar, recomiendan a los participantes llevar una linterna. El uso del casco, por su parte, es obligatorio.

Estas condiciones tal vez son la razón que hasta el momento nadie pudo bajar de las tres horas de tiempo de competencia. Los récords actuales están en propiedad del alemán Karol Grunenberg entre los hombres, con 3:02:44 registrados en 2011, mientras que en la rama femenina, otra representante local, Ilona Pfeiffer, estableció una marca de 3:44:47 en 2005.

En Alemania se llevan a cabo dos de las más emblemáticas (Facebook: Erlebnis Bergwerk Merkers)
En Alemania se llevan a cabo dos de las más emblemáticas (Facebook: Erlebnis Bergwerk Merkers)

En cada edición de la Unter-Tage (este año será el 26 de octubre) se inscriben cerca de 500 corredores, el cupo máximo fijado por los organizadores a razón de cuestiones de logística y seguridad. El primer argentino que palpitó la experiencia fue el ultramarotista Sebastián Armenault, reconocido por su costado solidario, marcó un tiempo de 6:34:29 en la categoría de hombre de entre 45 y 49 años.

Otra mina de sal en territorio germano acuna una prueba de iguales características. Se llama Crystal Marathon y se disputa en el municipio de Merkers, también de de Turingia. Organizado por el club de triatlón Barchfeld, a mediados de febrero de este año se celebró la 13° edición en la mina Aventura Merkers, de hasta 800 metros de profundidad, que desde hace años está abierta al público, ya que allí, además del certamen de running, hay recorridos en bicicleta y visitas a dos atracciones: la cuchara excavadora de ruedas de subterráneo más grande del mundo y la gruta de cristal que fue descubierto en 1980.

Ambas carreras se desarrollan en el interior de minas de sal (Facebook: Erlebnis Bergwerk Merkers)
Ambas carreras se desarrollan en el interior de minas de sal (Facebook: Erlebnis Bergwerk Merkers)

Al margen de estas dos, a lo largo de la última década se disputaron otras en escenarios similares. Algunas no prosperaron y se dejaron de correr, otras siguen vigentes; todas repartidas en distintos puntos del globo. Como en Colombia, por ejemplo, con la Bajo Tierra Trail Running y la parte de su recorrido inmerso en las cuevas del Eden del municipio de Cunday Tolima.

O en Madrid, donde tuvo lugar un experimento bajo suelo, con la Discovery Underground, cuyo circuito de 10K eran los túneles del Metro. Este evento que se disputaba de madrugada había nacido en apoyo a la candidatura olímpica de la capital española para la edición de 2020.

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