Durante la cuarentena se duplicaron los accidentes domésticos con niños

Con las familias a tiempo completo en los hogares, las posibilidades de que ocurran percances que podrían evitarse se multiplican, y los chicos son los más propensos. Recomendaciones para evitar dolores de cabeza

"Recorrer la casa con la mirada de niño resulta crucial; hay muchos objetos peligrosos que resultan atractivos para los menores" (Shutterstock)

Los niños son mucho más propensos a los accidentes domésticos por desconocer todos los riesgos que existen dentro del hogar. Por eso es importante adoptar medidas en todos los hábitos cotidianos para evitar accidentes comunes como golpes, caídas o quemaduras.

Es importante poder tomar conciencia que aproximadamente el 80% de los accidentes se producen en ámbitos privados y el 50% en el propio hogar. Un accidente según la Organización Mundial de la Salud (OMS) “es un suceso no premeditado cuyo resultado es un daño corporal identificable”.

La palabra accidente remite un desatino, mala suerte o a algo inevitable pero “es fundamental desarrollar un visión crítica por parte de los padres o lo cuidadores para detectar a tiempo las posibles causales de un incidente, que en el hogar son muchas”. Según advirtió Mariale Ghiggi, integrante del Departamento de Pediatría del Hospital de Clínicas, “más de la mitad de los episodios domésticos son evitables”.

En ese sentido, hablar de prevención en estos casos significa anticipar, es desconfiar y desarrollar la capacidad de ver aquellas superficies, ambientes o escenarios de la casa que pueden tornarse peligrosos para los más chicos.

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“Recorrer la casa con la mirada de niño resulta crucial; hay muchos objetos peligrosos que resultan atractivos para los menores como medicamentos o cuchillos”, destacó la especialista. Los accidentes más frecuentes en esta cuarentena están relacionados a las quemaduras por agua hirviendo de infusiones como el café o el mate. “Lo más usual es que los chicos quieran agarrar el termo y se quemen con el agua, pero los golpes en la cabeza por caídas de la cama o de la silla junto a las heridas cortantes por muebles o la punta de una mesa son los casos más comunes”, referenció la especialista.

El contexto de cuarentena hizo también que muchos chicos que antes pasaban la mayor parte de su día en guarderías, jardines o colegios estén más tiempo en sus casas, hogares que muchas veces por distintas razones no contaban con todos los elementos de seguridad necesarios. “Muchas casas por encontrarse en construcción no contaban con barandas en las escaleras o con los tomacorriente tapados lo que constituye un peligro grave para los niños”, agregó la especialista.

En caso de que ocurran estos accidentes, “dependiendo de la gravedad de la lesión, las primeras medidas podrán tomarse en casa”. “Cuando se trate de quemaduras, lo primero que podemos hacer es aplicar un paño de agua fría en el área afectada, y en el caso de golpes poner hielo envuelto en un plástico o paño pero nunca directamente sobre el chichón”, explicó Ghiggi.

Los accidentes más frecuentes en esta cuarentena están relacionados a las quemaduras por agua hirviendo de infusiones como el café o el mate (Shutterstock)

Específicamente si el golpe fue en la cabeza es importante constatar que el niño esté consciente, haya llorado, esté conectado y se comporte normalmente. Se debe acudir a un servicio de emergencias para ser evaluado y reconocer las pautas de alarma ya que se deberá observar la evolución del mismo. Concurrir inmediatamente si está mareado, somnoliento, irritable, si presente vómitos a repetición. Si el niño desea dormir puede hacerlo pero habrá que despertarlo cada dos horas.

En tanto “cuando se trata de lesiones y cortes es prudente parar el sangrado y ver la dimensión de la herida, si las partes del corte están a más de un centímetro se debe acudir a un profesional, lo mismo cuando la quemadura presenta ampollas o cuando luego del golpe el niño no llore, lo que hace pensar que perdió el conocimiento, en todos estos casos se debe acudir a un centro de salud”, concluyó.

Para el Comité de Prevenciones de la Sociedad Argentina de Pediatría, estos accidentes no son “inevitables” ni “obra de la fatalidad” como se suele escuchar. En la mayoría de los casos son producto de la desinformación, la imprevisión o la franca negligencia de los adultos. Si todos en la comunidad, primero los mayores y luego los niños, siguieran conductas seguras, la gran mayoría de los accidentes serían evitables, con todas las ventajas que esto significa.

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