Leandro Riccio es un abogado y youtuber argentino conocido por analizar casos judiciales y temas legales en su canal de YouTube. Comenzó con documentales y videos con voz en off, pero tras la sugerencia de un amigo decidió enfocar su contenido en temas relacionados con el derecho y resultó ser un gran éxito.
Es conocido por el análisis detallado de casos mediáticos, como los juicios de Paulo Londra contra la discográfica Big Ligas, el caso de Pity Álvarez, y la denuncia de Thelma Fardin contra Juan Darthés, entre otros. También aborda temas virales y casos enviados por sus suscriptores.
Aunque es abogado y tiene un estudio junto a dos socios, su trabajo principal no es representar clientes de manera tradicional sino subir contenido documental a su canal de YouTube, donde tiene una audiencia de más de 1,5 millones de seguidores gracias a su estilo único que mezcla el análisis legal y la enseñanza de forma didáctica con una cuota de humor.
Mai: — Te veo muy prolijo y bien vestido. Ahora venís haciendo videos vestido de traje como un abogado más tradicional.
Lean: — Sí, hubo un momento de quiebre en mi carrera en el que dije: “Si soy abogado, por más que no todo sea la ropa y las formas, que siempre luché contra eso, creo que es importante para llegar a un público más grande, vestirse mejor y que entiendan que los chicos jóvenes podemos hacer contenido de calidad”.
Mai: — Sos youtuber y te dedicas a contar casos reales de Argentina y de otras partes del mundo desde tu enfoque como abogado. ¿Cómo surge toda esta idea?
Lean: — Yo estaba en una vorágine creativa viendo qué hacer. Empecé en 2017 en YouTube, pero esto fue en 2018. Un amigo en ese momento me dice: “¿Por qué no mezclas el contenido legal, que estudias en la facultad, y hacés videos de análisis que tengan que ver con explicar el derecho”. Yo le dije: “¡Estás loco! ¿A quién le va a importar?”. Con el paso del tiempo, lo probé a ver qué pasaba. Al principio, como todo, empezó despacio, lento. Terminó pegando en algún sentido por los temas que fui tocando y ahí entendí algo clave, que me sirvió como una enseñanza de vida que es: no importa tanto qué es lo que vos expliques sino el cómo. Ahí entendí que si vos le explicas a la gente de una forma entretenida, didáctica algo que puede ser complejo, pero bien explicado, la gente se engancha. Justamente, en la parte penal en la que más me especializo y la que más me interesa, lo que tiene que ver con la criminología, el porqué del delito, el móvil del crimen, el derecho penal en sí. Entendí que importaba cómo explicaba las cosas porque la gente quiere aprender. Hay una parte de la sociedad que tiene mucha hambre de conocimiento y es una lucha igual. Lucho con lo que está más en tendencia que es el entretenimiento rápido de 30 segundos, dopamina al mango y pasar al otro contenido.
Mai: — Tu mérito es el trabajo detrás de ese contenido que contás: guionar, producir, investigar y sobre todo chequear que el contenido que das sea correcto. ¿No te sentís en un punto frustrado compitiendo con un pibito que tal vez se pone una peluca y arrasa en las redes?
Lean: — Ese fue un tópico de mucha reflexión para mí. Yo creo que hay que entender qué por qué hacemos lo que hacemos. Cuál es mi motor detrás de lo que yo trato de plasmar en el contenido.
Mai: — ¿Soñás con dedicarte al derecho, a la abogacía o te gusta más seguir con las redes?
Lean: — Me ha pasado que me han ofrecido puestos a nivel político en investigación de corrupción y demás. Yo por un lado digo gracias, pero conlleva cumplir 8 horas o más y este trabajo me da libertad. Lo que yo sí tengo con dos socios es un estudio de abogados que empezó hace poco y le estoy metiendo a la representación de clientes. Me gusta llegar a creadores de contenido que tal vez desconfían de otros profesionales.
Mai: — ¿Te ofrecieron trabajar en medios tradicionales?
Lean: — Sí, como periodista policial. Pero me iba a quitar mucho tiempo y a mí lo que me gusta hacer es videos. Conozco algunos creadores de contenido que se fueron a la tele y cuando vuelven a las redes no es lo mismo porque lo dejaron mucho tiempo.
Mai: — ¿Y tu familia qué opina?
Lean: — Mi mama es abogada también y mi papá y mi hermano son arquitectos. Cuando hacía stream en Twitch mi mamá me decía: “¿Podemos evitar las malas palabras? ¿Es necesario? Sos abogado ¿Qué hacés en musculosa?”. Pero ahora miran mis videos, a los dos les gustan, son mis seguidores más fieles.
Creador de contenido
Producir material informativo o de entretenimiento para diversas plataformas digitales, como YouTube, Instagram y TikTok no es sencillo, pero es cada vez más masivo sobre todo entre los adolescentes y jóvenes; y detrás de los videos hay mucho trabajo.
Los creadores de contenido combinan habilidades de comunicación, creatividad y tecnología para generar contenido relevante y atractivo, adaptado a las tendencias y necesidades del mercado digital. El objetivo es proporcionar valor a su audiencia, ya sea a través de educación, entretenimiento, o inspiración, y a menudo monetizan su trabajo mediante publicidad, patrocinios y ventas de productos o servicios relacionados. Pero ¿cómo impacta en la salud mental este trabajo y la popularidad que genera?
Mai: — ¿Te comparás con otros creadores de contenido?
Lean: — Sí, eso me pasaba un montón. Es uno de los elementos más destructivos de la cabeza: la comparación con otra persona. Vos te tenés que comparar con vos mismo. Es difícil. Yo todo el tiempo me comparaba con otros y tenía pensamientos molestos de por qué él sí y yo no. Ahí te das cuenta que es el lado b negativo de tu cabeza que te quiere llevar por un lado, que la mayoría de la gente cae, que es la envidia, el resentimiento, el enojo, la frustración. No, macho. Hacete cargo de vos, trabaja, esforzarte y sino probarás otra cosa.
Mai: — Quizás también es aceptar que hoy el día el humor “garpa” más porque en este contexto del país todos se quieren reír un poquito y es entendible que uno que sube videos de humor tenga muchas más visualizaciones que alguien que habla de crímenes, que si bien es sumamente interesante, no es para todo el mundo
Lean: — Sí, es entender qué lugar ocupas. Entiendo que hago un trabajo de nicho que es un trabajo segmentado.
Mai: — Igual, tan de nicho no es porque tenés más de 1 millón de suscriptores…
Lean: — Si te va bien, te sentís el rey del mundo, el más pegado. Cuando eso pasa la caída es tan dura que no te podes recuperar.
Mai: — Y todos caen. Es difícil sostenerlo en el tiempo.
Lean: — Sí. En algún momento, todos caen. Nada es para siempre. Todo es temporal. No hay que creérsela, hay que disfrutar tanto de lo bueno como de lo malo, parece masoquista, pero lo bueno lo tenés que transitar con la misma templanza que lo malo porque de esa manera podés salir de ambas cosa sanamente a nivel mental.
Mai: — ¿Qué es lo que más te sorprendió en estos años haciendo contenido?
Lean: — En su momento cuando yo empecé no era tan común ver a un profesional en la plataforma. Hay chicos de 18 años que empezaron a estudiar abogacía por ver los videos y ya se recibieron y me mandan un mensaje: “Mirá, lo logramos” y es hermoso y te emociona.
Mai: — ¿Motivaste a que muchos chicos estudien derecho?
Lean: — Sí, muchísima gente.
Dinero
El ingreso de los creadores de contenido en las redes sociales puede variar significativamente según la plataforma, la cantidad de seguidores, el tipo de contenido, el nivel de interacción, y las estrategias de monetización que utilicen. Es una salida laboral para muchos jóvenes aunque no todos llegan a vivir de ello. La constancia en el tiempo, crear contenido de calidad y tener un estilo propio, son algunas de las claves para el éxito.
Mai: — ¿Te hacés millonario con YouTube?
Lean: — No, millonario no. Tenés que ser muy conocido, tener muy buenas visitas y que todos los videos o muchos videos tengan publicidades extras para ser millonario.
Mai: — Pero se puede vivir bien.
Lean: — Sí. Se puede vivir. Yo igual agradezco a YouTube, porque hay que decir lo bueno también, es la única plataforma que recompensa al creador como corresponde porque muchos podemos vivir del contenido gracias a YouTube y no Instagram y TikTok porque a Latinoamérica no lo monetizan y a Estados Unidos sí.
Mai: — ¿En Argentina se gana muchísimo menos dinero que en otros países por el trabajo en redes sociales?
Lean: — Sí, totalmente. Para que te des una idea es 10 veces menos que en Estados Unidos. Los youtubers muchas veces se quejan de esto. Yo antes me quejaba mucho también hasta que entendí que el mercado no es el mismo. La puja por las publicidades no es la misma. Mientras que en Estados Unidos hay 10 mil empresas pujando en las publicidades de YouTube para poder aparecer en el lote publicitario que a vos te aparece como una interrupción en el video, acá por ahí hay 100.
Mai: — ¿Te generan ansiedad las redes sociales? ¿Pensás que en algún momento se puede terminar esto?
Lean: — Sí, pero cuando el creador de contenido se vuelve esclavo de sus visitas, sus emociones van a estar controladas por algo que no pueden manejar. Pero si vos sufrís por adelantado sufrís doble, hay que tranquilizarse y pensar por qué hago el contenido este. ¿Qué quiero? ¿Plata? ¿Seguidores? ¿Dejar un mensaje? En mi caso es porque yo quiero educar, enseñar y también que sea mi modo de vida. Tampoco me voy a hacer Gandhi. Si lo hago por amor al arte ¿de qué vivo? Nos pasa a todos. ¿Dependemos de las visitas? Sí. Pero si no están las visitas, trabajo el triple de duro. Cuando te va bien es como que te relajas, pero hay que seguir. Hay que trabajar, hay que esforzarse, buscarle la vuelta, ponerse creativo, cambiar el entorno y recurrir a gente distinta.