Por diferencias con su titular, renunció el defensor adjunto de Niñas, Niños y Adolescentes

A través de una carta, Fabián Repetto denunció el uso partidario y discrecional de la Institución

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Marisa Graham, titular de la Defensoría de Niñas, Niños y Adolescentes junto a los defensores adjuntos Facundo Hernández y Fabián Repetto
Marisa Graham, titular de la Defensoría de Niñas, Niños y Adolescentes junto a los defensores adjuntos Facundo Hernández y Fabián Repetto

Fabián Repetto, defensor nacional adjunto de Niñas, Niños y Adolescentes, renunció este lunes a su cargo a poco más de cinco meses de haber asumido argumentando diferencias con la titular del organismo, Marisa Graham. A través de una carta en la que ratificó su dimisión de carácter “indeclinable”, Repetto denunció el uso partidario y discrecional de la Institución.

El especialista en políticas sociales destinadas a la infancia envió una misiva a la Presidenta de la Comisión Bicameral del Defensor de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, Beatriz Mirkin, presentando su renuncia al cargo de defensor nacional adjunto del organismo creado en 2005.

El ahora ex miembro de la Defensoría de Niñas, Niños y Adolescentes adujo la impisibilidad de continuar trabajando en un organismo “con fuertes sesgos hacia un uso partidario y con fuertes sesgos discrecionales, en detrimento de una Institución independiente capaz de honrar el artículo 48 de la Ley N° 26.061”. Repetto mencionó “la imposibilidad de diálogo al interior del equipo directivo” del organismo. “Diálogos que podrían promover consensos a partir del plural intercambio de pareceres”, remarcó.

Marisa Graham y Repetto asumieron hace poco más de cinco meses luego de que se les haya tomado juramento en el Senado de la Nación tras una larga dilación. El cargo fue creado hace 15 años cuando a través de la Ley 26.061 se creó la Defensoría de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes. Entre octubre de 2017 y abril de 2019, la Comisión Bicameral de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes (integrada por referentes de distintas fuerzas políticas) celebró un concurso de oposición y antecedentes que contó con el asesoramiento técnico de organismos especializados como la CONEAU y el Instituto Interamericano del Niño (OEA), además de las y los defensores provinciales de niñas, niños y adolescentes, y culminó con la nominación de Marisa Graham como Defensora y Facundo Hernández y Fabián Repetto como Defensores Adjuntos.

La Cámara de Diputados aprobó las designaciones el 26 de junio del año pasado, sin embargo se postergó más de seis meses su tratamiento en el Senado. Finalmente, el 28 de febrero de 2020 la Cámara Alta ratificó los nombramientos en una sesión extraordinaria que estuvo marcada por diferencias entre oficalismo y oposición en torno a Graham por su posicionamiento respecto a la interrupción voluntaria del embarazo. Finalmente, con 47 votos a favor y 21 en contra, se aprobó la designación de la abogada que fue invitada a prestar juramento aquella misma tarde veraniega.

Marisa Graham juró en febrero como Defensora de las Niñas, Niños y Adolescentes
Marisa Graham juró en febrero como Defensora de las Niñas, Niños y Adolescentes

Graham es ex titular del Consejo del Menor y la Familia y ex directora de Niñez y Adolescencia del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Junto a ella, se nombró en aquella jornada a los abogados Facundo Hernández y el ahora renunciante, Fabián Repetto. Según la legislación, todo ellos fueron designados por cinco años con posibilidad de ser reelegidos una vez.

A su salida del organismo, Repetto explicó en seis puntos los fundamentos de la dimisión:

• Presupuesto: la difusión, por medio de canales oficiales de la Defensoría, de notas periodísticas que informaban un aumento del 10% en el presupuesto destinado a infancias, cuando la documentación recibida evidenciaba una baja real de 2,7% en dicho presupuesto respecto del año pasado.

• Exigibilidad en materia de políticas públicas: la “doble vara” que en ocasiones dejó plasmada la acción pública de la Defensora, con fuerte visibilización comunicacional ante críticas y criticables situaciones de vulneración de derechos en algunas jurisdicciones en particular, quedando sin posicionamiento público institucional situaciones también dramáticas en otras jurisdicciones. Dicha situación impidió un análisis nutrido y rico de la situación y el intercambio de opiniones, miradas y propuestas para enriquecer las posturas públicas de la Institución.

• Vínculo con otros actores relevantes: a saber, por un lado, las cinco Defensorías Provinciales pre-existentes a la puesta en marcha de la Defensoría Nacional; por el otro, el Congreso Nacional. Respecto a las Defensorías Provinciales, Repetto afirma que ha primado desde la labor de la Defensora una lógica de escasa humildad y poca apertura al aprendizaje de sus experiencias, impidiendo así que el conjunto de la Institución nacional “corte camino de aprendizaje” en múltiples aspectos, propios de una etapa fundacional. Con relación al Congreso, se manifestaron importantes problemas de comunicación tanto a nivel de procedimientos para que fluya la información como en lo relacionado a figuras concretas de enlace entre las partes.

• Presupuesto interno de la Defensoría: se refiere al insuficiente acceso a la información de cómo se estaba y está ejecutando el presupuesto, no solo del año 2020 sino los presupuestos acumulados (y no ejecutados previamente) de los años 2018 y 2019. En su lugar, según Repetto primó la desconfianza por parte de la Defensora al menos hacia su persona, en cuanto a abordar diálogos sustantivos y abiertos sobre algo tan fundamental como las prioridades presupuestarias. También se evidenció una falta de análisis sistémico y estratégico del presupuesto que se elevó como solicitud para el año fiscal 2021, sin que mediasen planificación y metas concretas.

• Recursos Humanos de la Defensoría: falta de criterios claros, objetivos y transparentes para la selección, incorporación y evaluación del recurso humano. La construcción de una institución con muy pocas “islas de excelencia técnica” y muchos “territorios de lealtad personal y falta de perspectiva crítica”.

• Éxitos, Fracasos y Desafíos de la Adjuntía: en este apartado, Repetto detalla como el mayor éxito la magnitud y la calidad de la generación de evidencia destinada a informar el posicionamiento público de la Defensora; señala como el mayor fracaso a la Dirección de Relaciones Institucionales, otorgada de manera unilateral a un funcionario de reporte directo a la Defensora que impidió avanzar en una planificación sistémica de la Adjuntía como un todo; y el mayor desafío, el Sistema de Monitoreo, entendiendo que no hay organismo de control sin mecanismos apropiados de seguimiento. En palabras de Repetto, durante estos casi ocho meses, nunca se habilitó la oportunidad de contar para su diseño y puesta en marcha recursos del presupuesto regular de la institución para estos fines.

Repetto concluyó su carta apuntando a que su salida sirva de “aprendizaje” para la “mejora” de la Defensoría frente a “una Argentina con la mayor parte de su infancia en situación de pobreza”.

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