La Universidad Politécnica del Perú prepara su ingreso al sector universitario privado en 2026 con un enfoque dirigido a captar a los estudiantes desplazados tras el cierre de universidades no licenciadas, así como a egresados de secundaria que enfrentan dificultades para cumplir con los estándares académicos de la educación superior.
Esta estrategia surge como respuesta a la reforma impulsada por SUNEDU, que dejó a miles de jóvenes y profesionales con estudios inconclusos o títulos devaluados, afectando su inserción en el mercado laboral, según explicó el vicerrector académico, Óscar Becerra, a Infobae Perú. Una de estas universidades, precisamente, fue Alas Peruanas, con la que se vincula a parte de sus accionistas.
Universidad Politécnica del Perú ingresará al sector privado en 2026
En el diseño de su modelo institucional, la Politécnica ha decidido no otorgar equivalencias automáticas a quienes provengan de instituciones sancionadas por SUNEDU. Cada caso será evaluado individualmente mediante exámenes y entrevistas, con el objetivo de garantizar que los admitidos cumplan con estándares internos alineados a las exigencias del entorno productivo.
“Nosotros no tenemos nada qué ver con Alas Peruanas. No se realizará convalidación automática de estudios cursados en instituciones sancionadas, sino que cada postulante pasará por una evaluación para validar conocimientos y competencias”, asegura para Infobae Perú.
La universidad evalúa incentivos diferenciados para quienes no pudieron concluir sus estudios a causa del cierre de su institución de origen, incluyendo becas parciales, convenios de fraccionamiento de pagos y una política de acompañamiento académico en los primeros ciclos de readmisión. Así, busca fidelizar un segmento de estudiantes que, por causas ajenas a su voluntad, quedaron fuera del sistema universitario.
“Muchos titulados hoy enfrentan obstáculos para insertarse en el mercado laboral y sienten que, tras el cierre de su universidad, ya nadie los busca. Nuestro proceso apunta a reconstruir ese puente bajo criterios de exigencia real”, sostiene el exministro de Educación.
Incentivos económicos a estudiantes desplazados por la reforma de SUNEDU
En el plano operativo, la Politécnica aprovechará parte de la infraestructura que perteneció a la extinta Alas Peruanas, lo que le permite reducir los costos de entrada al sector y acelerar el inicio de actividades. Entre sus socios destaca la cooperativa ALASPE, históricamente vinculada al sector militar y a la gestión de recursos humanos y materiales en el ámbito universitario privado.
Como parte de su política de admisión, la universidad ofrecerá incentivos económicos y facilidades de acceso para colectivos estratégicos, especialmente hijos de militares, en coherencia con la composición de su accionariado. Esta práctica retoma una tradición en la educación superior peruana, donde las cooperativas de fuerzas armadas y policiales han sido actores relevantes en la generación de demanda estable de matrícula universitaria.
En cuanto a la composición del cuerpo docente, la Politécnica mantiene una política abierta: no descarta rehacer vínculos laborales con antiguos profesores de Alas Peruanas o de otras casas de estudio no licenciadas, siempre que superen los procesos de selección, formación y certificación en el nuevo modelo pedagógico. La capacitación será obligatoria y estará orientada a la adaptación a herramientas digitales, formatos de educación a distancia y evaluación continua.
La Politécnica del Perú aspira a que el 80% de sus alumnos estudien en modalidad no presencial
Académicamente, la universidad iniciará actividades con una oferta de 14 carreras distribuidas en ciencias empresariales, ingenierías y ciencias de la salud. El diseño curricular prevé una diversificación progresiva en función de la respuesta del mercado, las tendencias de inserción laboral y la adaptación a los requerimientos nacionales e internacionales.
Becerra citó el caso del Politécnico Grancolombiano de Colombia como referencia para la distribución de estudiantes entre modalidades: en el modelo colombiano, alrededor del 80% de los alumnos estudian bajo formatos no presenciales, mientras que solo un 20% lo hace en la modalidad tradicional presencial. Esa es la meta que persigue la Politécnica del Perú.
Las proyecciones iniciales de matrícula para 2026 oscilan entre 2.000 y 5.000 estudiantes en el primer ciclo, aunque la estructura está diseñada para alcanzar hasta 10.000 alumnos cuando todos los campus y formatos estén a pleno funcionamiento. Esta estimación se fundamenta en la reutilización de activos y en una estrategia de marketing orientada a los públicos desplazados por el cierre de otras universidades.
“En los últimos 5 años, las universidades en Perú no licenciadas han graduado o titulado a más de 300.000 profesionales que, independientemente de la calidad que puedan tener, tienen credenciales académicas que se han devaluado de forma dramática”, dijo Becerra, identificando así el núcleo de su público objetivo.