La Navidad suele ser una época de emociones intensas. Para numerosas familias representa un momento de encuentro y celebración; sin embargo, para quienes han perdido a un ser querido, estos días pueden traer tristeza, nostalgia y sensación de soledad. El Ministerio de Salud (Minsa) subraya la importancia de acompañar y brindar apoyo emocional a quienes atraviesan un proceso de duelo durante estas fechas.
Las fiestas navideñas, tradicionalmente asociadas con reuniones familiares y rituales compartidos, pueden convertirse en un desafío emocional para quienes extrañan la presencia de alguien especial. No todas las personas celebran rodeadas de su círculo completo; algunas pasan la Navidad solas o con la ausencia de miembros valiosos, lo que transforma la festividad en un momento especialmente sensible.
En este contexto, la vivencia del duelo puede intensificarse. Las luces, los encuentros y las costumbres familiares suelen resaltar la ausencia, recordando con mayor fuerza a quienes ya no están. Reconocer y validar este dolor es un paso fundamental para atravesar estas fechas de manera saludable.
Cómo impacta el duelo en las celebraciones navideñas
La directora ejecutiva de la Dirección de Salud Mental, July Caballero Peralta, sostiene que el duelo es una reacción natural frente a la pérdida y que se manifiesta de manera diferente en cada persona. “La Navidad puede remover recuerdos y sensibilizar aún más a quienes han perdido a un ser querido. Es importante que sepan que no están solos, que es válido sentir tristeza y que también es valioso permitirse recordar con cariño a esa persona que ya no está”, afirmó Caballero.
La especialista remarca que compartir emociones con alguien de confianza puede ser un factor protector esencial. Conversar sobre vivencias, risas y momentos significativos con el ser querido perdido puede aliviar el dolor y transformar la ausencia en un recuerdo afectivo. La pérdida no borra los buenos recuerdos; más bien, invita a honrarlos, señaló Caballero.
Además, Caballero destaca la importancia de no reprimir las emociones. Permitir que la tristeza y la nostalgia se expresen, en vez de ocultarlas, facilita el proceso de adaptación y ayuda a resignificar la ausencia en un espacio de memoria y afecto.
Recomendaciones del Minsa para sobrellevar el duelo en Navidad
El Minsa recomienda a la población asumir una actitud comprensiva y de apoyo hacia quienes atraviesan un duelo durante las festividades. Es clave facilitar espacios de escucha y contención emocional, y evitar presionar para participar en celebraciones si la persona no se siente preparada.
Entre las principales sugerencias para sobrellevar el duelo en Navidad se encuentran:
- Respetar los tiempos y necesidades emocionales de cada persona.
- Ofrecer acompañamiento sin imponer presencia o actividades.
- Crear espacios seguros para expresar recuerdos y emociones.
- Evitar minimizar el dolor con frases hechas o comparaciones.
- Sugerir ayuda profesional si la tristeza resulta abrumadora o interfiere con la vida diaria.
- Recordar que pedir apoyo es un acto de fortaleza y cuidado propio.
- Si necesitas ayuda, puedes acudir al establecimiento de salud más cercano o comunicarte con la Línea 113, opción 5, disponible las veinticuatro horas del día, todos los días del año.
Cómo impacta el síndrome de la silla vacía durante la Navidad
El fenómeno conocido como síndrome de la silla vacía describe la sensación de vacío y nostalgia que emerge ante la ausencia de un ser querido durante celebraciones familiares, especialmente en Navidad. Esta vivencia se intensifica cuando los rituales y tradiciones resaltan la falta de esa persona en la mesa o en los encuentros habituales.
Diversas investigaciones han documentado el impacto del duelo en la salud emocional y física. Un artículo publicado en la revista The Lancet señala que el duelo intenso puede incrementar el riesgo de problemas psicológicos y físicos, sobre todo en los primeros meses tras la pérdida. Por su parte, la Asociación Americana de Psicología sostiene que aceptar y nombrar las propias emociones, en lugar de reprimirlas, favorece un proceso de duelo más saludable. Los especialistas subrayan: “Aceptar que estas fiestas serán diferentes y entender que el dolor es una reacción natural ante la ausencia es un primer paso importante”.
Asimismo, el Dr. Alfredo Saavedra Castillo, director del Instituto Nacional de Salud Mental “Honorio Delgado - Hideyo Noguchi”, advierte que los rituales familiares pueden volverse fuentes de melancolía y tristeza persistente, especialmente cuando no fue posible una despedida adecuada. Según datos de la consultora Enalta, el llamado “duelo complicado”—una forma prolongada e intensa de dolor emocional—afecta aproximadamente al siete al diez por ciento de las personas adultas que han experimentado una pérdida.