El mapa turístico del Perú atraviesa una etapa de redefinición silenciosa pero constante. Mientras los grandes destinos tradicionales mantienen su protagonismo, una red de localidades empieza a captar la atención de viajeros nacionales y extranjeros que buscan experiencias distintas, vinculadas al territorio, a la historia local y a la vida cotidiana de sus habitantes. En ese proceso, varias comunidades fuera de los circuitos más difundidos consolidan una propuesta basada en identidad y organización local.
Desde el sector público, esta dinámica recibe un impulso institucional que apunta a descentralizar el turismo y a distribuir sus beneficios. El Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur) articula una estrategia que reconoce a pueblos con vocación turística y con condiciones para ofrecer experiencias consistentes, sostenibles y ordenadas. El reconocimiento no responde solo a paisajes o monumentos, sino a procesos sociales y culturales visibles en el tiempo.
La distinción Pueblos con Encanto surge como una herramienta que ordena ese crecimiento y plantea estándares mínimos para el desarrollo turístico. A la vez, instala preguntas clave: cuántas localidades integran esta red, qué características comparten y de qué manera este reconocimiento influye en su economía y proyección futura.
Una iniciativa que articula territorio y gestión local
El programa Pueblos con Encanto se define como una política integradora liderada por el Mincetur, orientada a identificar pueblos con vocación turística y con atributos naturales y culturales auténticos. Según la información oficial, se trata de una propuesta que busca “promover el reconocimiento de los pueblos con vocación turística, que cuentan con atributos naturales y culturales de carácter auténtico y singular que favorecen el desarrollo de la actividad turística”.
El enfoque del programa prioriza el rol de los gobiernos locales y de los actores del territorio. La iniciativa “está dirigida a promover el turismo basando su accionar en el empoderamiento y compromiso de los gobiernos locales, generando el involucramiento de los actores en la planificación del turismo en sus territorios”. En la práctica, esto implica ordenamiento, capacitación y una mirada de largo plazo.
Qué define a un Pueblo con Encanto
Ser parte de esta red implica cumplir criterios que van más allá de la infraestructura. De acuerdo con la definición oficial, el reconocimiento se otorga cuando una localidad “reúne atributos naturales y culturales de carácter auténtico y singular con valor simbólico, histórico y turístico” y cuando, a lo largo del tiempo, mantiene identidad, tradiciones y costumbres.
El visitante accede así a una experiencia que se apoya en prácticas vivas, expresiones culturales y vínculos directos con la comunidad anfitriona. El valor del destino no reside solo en lo observable, sino en la relación que se establece entre visitante y territorio.
Trece localidades con identidad propia
Hasta la fecha, el Perú suma trece Pueblos con Encanto, distribuidos en diversas regiones. Cada uno presenta rasgos propios y propuestas diferenciadas, con una narrativa local que se expresa en su patrimonio, actividades productivas y formas de organización.
Ollantaytambo
Ubicado en la provincia cusqueña de Urubamba, Ollantaytambo inauguró esta lista en setiembre de 2022. Su centro histórico, su sitio arqueológico y la continuidad del trazado urbano prehispánico lo posicionan como un referente. A ello se suman experiencias ligadas al café, destilados, ecoturismo y hospedajes alternativos en el Valle Sagrado.
Lamas
En la región San Martín, Lamas obtuvo el reconocimiento en octubre de 2022. La presencia de la comunidad nativa Kechwa El Wayku, con vestimentas, danzas y saberes tradicionales, define su propuesta cultural. El entorno natural, vinculado al Parque Nacional Cordillera Azul, y atractivos como el Castillo de Lamas o la cascada de Chapawanki completan la oferta.
Malabrigo
El balneario de Malabrigo, en La Libertad, recibió la distinción en diciembre de 2022. Conocido por las olas de Chicama, reconocidas a escala internacional, el pueblo suma paisajes costeros y una historia ligada al comercio marítimo durante la Colonia y la República.
Sarhua
Sarhua, en Ayacucho, se integró a la lista tras una ceremonia realizada en abril de 2023. Las Tablas de Sarhua, declaradas Patrimonio Cultural de la Nación, constituyen su principal expresión artística. Este arte popular transmite memoria familiar y organización social desde tiempos prehispánicos.
Yanque
En el Valle del Colca, Yanque obtuvo el reconocimiento en agosto de 2023. Sus calles y plaza principal figuran como monumentos históricos. Aguas termales, andenes, complejos arqueológicos y espacios artesanales forman parte de su circuito turístico.
Villa Rica
Villa Rica, en Pasco, se incorporó en setiembre de 2023. Reconocida por la Denominación de Origen Café Villa Rica, la localidad articula culturas yánesha, austroalemana y andina. Su entorno natural incluye áreas de la Reserva de Biósfera Oxapampa-Asháninka-Yánesha.
Sibayo y Cascas
Sibayo, en Arequipa, destaca por el turismo vivencial vinculado a actividades rurales. Cascas, en La Libertad, sobresale por su producción de uva y por recursos naturales como El Cristo de las Rocas y formaciones sedimentarias singulares.
Quinua, Oxapampa y Huancaya
Quinua, en Ayacucho, resalta por su tradición artesanal y por su valor histórico vinculado a la batalla de Ayacucho. Oxapampa, en Pasco, integra circuitos de biodiversidad y ecoturismo. Huancaya, en Lima, se distingue por lagunas, cañones y prácticas de acuicultura en la Reserva Paisajística Nor Yauyos Cochas.
Chacas y Chavín de Huántar
Chacas, en Áncash, suma arquitectura de influencia andaluza, talleres artesanales y reconocimiento internacional. Chavín de Huántar, la localidad más reciente en recibir la distinción, resguarda uno de los complejos arqueológicos más relevantes de la civilización andina y ofrece rutas culturales y naturales vinculadas a su entorno.
La red de Pueblos con Encanto muestra una diversidad territorial amplia y una apuesta por el turismo como herramienta de desarrollo local, con identidad y planificación como ejes centrales.