Desde los Andes hasta Zaragoza: niños de Perú y España cantan un villancico en quechua y lanzan videoclip en YouTube

La iniciativa musical conjunta con el Coro de Niños Acólitos de Huancavelica y la Escolanía de Infantes del Pilar de Zaragoza reúne en un canto historia, fe y lenguas originarias

El villancico Lindo Niñucha une al Coro de Niños Acólitos de Huancavelica y la Escolanía de Infantes del Pilar en una producción navideña en quechua. - Crédito: Coro de Niños Acólitos de Huancavelica

Esta Navidad, el quechua, lengua milenaria de los Andes peruanos, rompe fronteras y se escucha donde menos se espera: en uno de los templos más emblemáticos de España, a través de un villancico que une culturas. No se trata de los habituales cantos en iglesias de piedra ni de las plazas altoandinas donde la fe se mezcla con la memoria; esta vez, viaja al otro lado del océano y se suma a las voces de niños españoles.

El villancico Lindo Niñucha reúne al Coro de Niños Acólitos de Huancavelica y a la Escolanía de Infantes de la Basílica de Nuestra Señora del Pilar de Zaragoza en un proyecto que trasciende lo musical: es un gesto de hermandad, identidad y fe compartida.

La escena es poco habitual. Niños nacidos a más de 3.600 metros de altura, en una de las regiones más humildes del Perú, y niños europeos formados en una tradición coral centenaria cantan juntos en una lengua originaria para narrar el nacimiento de Jesús. El resultado es un videoclip navideño en YouTube que combina tradición andina, historia eclesial y un mensaje contemporáneo: la fe también vive en las lenguas que siguen resonando en la vida cotidiana de sus pueblos.

Read more!
El Coro de Niños Acólitos de Huancavelica grabaron parte de su nuevo videoclip navideño en la Catedral de Lima. | EWTN Noticias

Una Navidad cantada en quechua y compartida con España

La colaboración con la escolanía española no nació este año. El vínculo se remonta a 2020, en plena pandemia, cuando el Coro de Niños Acólitos de Huancavelica realizó su producción navideña de manera virtual. En ese contexto se estableció contacto con José María Berdejo Marín, director musical de la Escolanía de Infantes del Pilar.

Ambos coros trabajaron entonces en el villancico Niño Jesusmi. Sin embargo, las restricciones sanitarias solo permitieron incorporar las voces del coro español, sin imágenes. El intercambio quedó inconcluso, marcado por las limitaciones de aquel tiempo.

El Coro de Niños Acólitos de Huancavelica fusionan tradición andina y música coral. - Crédito: Coro de Niños Acólitos de Huancavelica

Cinco años después, ya sin restricciones, la idea de retomar ese vínculo cobró nueva fuerza. Así nació Lindo Niñucha, un proyecto concebido desde el inicio como un encuentro pleno: voces, rostros y territorios compartidos.

Para el padre Carlos López Bonifacio, director del Coro de Niños Acólitos de Huancavelica, el objetivo del proyecto fue claro desde el inicio. “Gracias a Dios, cada año venimos haciendo un nuevo villancico en quechua ya desde el año 2016. Y este año queríamos innovar, queríamos hacer algo nuevo y bueno… surgió esta iniciativa de poder invitar a un coro de España”, explicó en declaraciones recogidas por ACI Prensa.

La invitación formal fue presentada en septiembre de 2025 a la Escolanía de Infantes de la Basílica del Pilar, una institución coral con larga tradición en España, y recibió una respuesta inmediata del presbítero Carlos Palomero Nogueras, canónigo y delegado del Colegio de Infantes.

La Escolanía de Infantes del Pilar, con niños de 6 a 12 años, aporta su tradición coral centenaria al proyecto internacional. - Crédito: Coro de Niños Acólitos de Huancavelica

La Escolanía de Infantes del Pilar está integrada por niños de entre 6 y 12 años, que cursan la educación primaria y participan activamente en el servicio litúrgico en las dos catedrales de Zaragoza: la Basílica del Pilar y La Seo. Además de su formación académica, reciben estudios musicales y formación en la fe católica, con presencia diaria en la basílica en funciones de coro y acolitado. Para este proyecto, sus integrantes asumieron el desafío de aprender y entonar el villancico en quechua, una lengua completamente ajena a su experiencia cotidiana. Para los niños españoles, fue un acercamiento cultural inédito; para los niños huancavelicanos, una confirmación de que su idioma podía ser escuchado y valorado más allá de su territorio.

La Basílica de Nuestra Señora del Pilar en Zaragoza alberga la participación española, con tomas aéreas del templo y del río Ebro, y escenas de los Infanticos en el camerino de la Virgen. - Crédito: Coro de Niños Acólitos de Huancavelica

El proyecto “Lindo Niñucha”

Lindo Niñucha es un villancico tradicional en quechua que el Coro de Niños Acólitos de Huancavelica interpreta en una versión arreglada y adaptada a voces infantiles. La letra narra el nacimiento de Jesús desde una sensibilidad andina: un “tierno bebito”, un “lindo niñito” comparado con la belleza de las rosas y el jazmín, pero también marcado por el anuncio de la Gran Cruz que cargará en el futuro.

“La letra recoge una herencia muy antigua, fruto del trabajo de los primeros misioneros en el Perú”, explicó el padre Carlos López Bonifacio. “Queremos mostrar la diversidad cultural, pero al mismo tiempo la unidad en la fe”.

El Coro de Niños Acólitos de Huancavelica colaboró con la Escolanía de Infantes de la Basílica de Nuestra Señora del Pilar de Zaragoza para interpretar en quechua el villancico "Lindo Niñucha". | EWTN Noticias

La estructura musical refuerza la idea de encuentro. La interpretación comienza con los solistas de cada coro, iniciando el conjunto huancavelicano. Luego, la versión coral y los cambios de tono se alternan entre ambos grupos, hasta confluir en una fuga final cantada en simultáneo, que sella la unión de voces y geografías.

El audio fue grabado tras semanas de ensayo. Los niños de Huancavelica registraron sus voces en el Estudio Raymi, mientras que los integrantes de la Escolanía de Infantes del Pilar hicieron lo propio en Zaragoza, logrando una pieza homogénea pese a la distancia.

Las grabaciones del videoclip muestran escenarios emblemáticos de Huancavelica, Lima y Zaragoza, resaltando la riqueza simbólica de cada región. - Crédito: Coro de Niños Acólitos de Huancavelica

El videoclip que acompaña la música se desarrolló entre Huancavelica, Lima y Zaragoza, uniendo registros audiovisuales de paisajes andinos, espacios litúrgicos peruanos y escenarios emblemáticos de la ciudad española.

En Huancavelica, las filmaciones se realizaron en la Plaza de Armas y la Catedral, en el jirón Versalles y en la laguna Choclococha, a más de 4.600 metros de altura. Para registrar esas escenas, los niños iniciaron el viaje a las 2:30 de la madrugada, con el objetivo de filmar al amanecer.

La producción alterna imágenes de escenarios históricos como el Templo Inca de Huaytará. - Crédito: Coro de Niños Acólitos de Huancavelica

Otro punto central es el Templo Inca de Huaytará, construido en el siglo XV durante el gobierno del inca Pachacútec y posteriormente convertido en centro de evangelización durante el virreinato. En Lima, el rodaje incluyó la Catedral Metropolitana y la Plaza de Armas, con el Palacio de Gobierno como telón de fondo, además del Parque de las Aguas como cierre visual contemporáneo.

La dimensión internacional se completa en España, con escenas en la Basílica de Nuestra Señora del Pilar, uno de los santuarios marianos más importantes del mundo hispano. Las tomas incluyen vistas aéreas del templo y del río Ebro, así como escenas en el interior de la basílica y en el camerino de la Virgen, donde los Infanticos cantan portando un ramo de rosas. La elección del Pilar no es menor: según la tradición, allí se apareció la Virgen María al apóstol Santiago en el año 40, y San Juan Pablo II la declaró Patrona de la Hispanidad.

Coro de Niños Acólitos: música, fe e identidad desde los Andes

El Coro de Niños Acólitos de Huancavelica nació en 2011, en la Parroquia del Sagrario – Catedral de Huancavelica, cuando un grupo de niños decidió participar en el Concurso de Villancicos organizado por la Pastoral Familiar con un objetivo concreto: devolverle a la Navidad su sentido religioso.

El coro se formó con niños acólitos, servidores del altar que reciben formación litúrgica y catequética. A ese proceso se sumó luego la formación musical, entendida no solo como aprendizaje artístico, sino como parte del desarrollo espiritual y humano.

El Coro de Niños Acólitos de Huancavelica se formó en 2011 para devolverle a la Navidad su sentido religioso, promoviendo el quechua como lengua de evangelización. - Crédito: Coro de Niños Acólitos de Huancavelica

Esta mirada responde a una herencia profunda en la diócesis: el legado de Monseñor William Dermott Molloy McDermott, conocido como ‘Monseñor Demetrio’, misionero irlandés y obispo de Huancavelica entre 1991 y 2013. Convencido de que la fe debía expresarse desde la cultura local, impulsó el uso del canto y, especialmente, del quechua como lengua de evangelización.

Con el tiempo, el coro se consolidó en parroquias y celebraciones locales. Desde 2016 mantiene una producción sostenida de villancicos en quechua, varios de ellos acompañados de propuestas audiovisuales que retratan la vida comunitaria y los paisajes de la región.

Hoy, bajo la dirección del padre Carlos López Bonifacio, el coro funciona como un espacio de formación integral. El proyecto ha recibido el reconocimiento de autoridades eclesiásticas como el cardenal Pietro Parolin y el nuncio apostólico Nicola Girasoli, quienes destacaron el valor cultural y evangelizador del canto en lengua originaria.

La grabación de Lindo Niñucha destaca la vigencia del quechua como lengua de fe y cultura en los Andes peruanos. - Crédito: Coro de Niños Acólitos de Huancavelica

La letra que une continentes

El corazón del proyecto es la letra del villancico, interpretada íntegramente en quechua y acompañada de su traducción al español. El texto combina ternura, anuncio y profecía, y refuerza la dimensión espiritual del canto.

La letra del villancico narra el nacimiento de Jesús desde una sensibilidad andina y espiritual. - Crédito: Infobae

Huancavelica: fe, memoria y resiliencia

Huancavelica se ubica en la sierra centro-occidental del Perú y está conformada por siete provincias y 100 distritos. La región alberga alrededor de 505 mil habitantes, de los cuales cerca del 43,7 % son niños, niñas y adolescentes. Más de 200 mil personas tienen el quechua como lengua materna, una cifra que explica la vigencia cultural de iniciativas como el coro.

Durante décadas, Huancavelica fue sinónimo de pobreza estructural. Según datos oficiales recientes, la pobreza monetaria alcanza aproximadamente al 33,4 % de su población, una cifra que, aunque menor a la de años anteriores, sigue reflejando profundas brechas sociales y económicas.

Proyectos como el Coro de Niños Acólitos adquieren una dimensión que va más allá del arte. Son espacios de contención, formación y orgullo identitario, donde la fe se convierte también en una herramienta de resiliencia. Que esos niños hoy canten en quechua junto a otros niños de España no es solo una postal navideña: es la confirmación de que, desde los Andes, una voz antigua puede seguir hablando al mundo.

Read more!