Estos son los 5 principales síntomas del cáncer de cuello uterino

La prevención, los controles ginecológicos periódicos y la información clara son claves para reducir el impacto de esta enfermedad

El principal factor de riesgo del cáncer de cuello uterino es la infección persistente por el virus del papiloma humano (Freepik)

Cuidar la salud del útero es fundamental para el bienestar integral de las mujeres a lo largo de todas las etapas de la vida. En el Perú, el cáncer de cuello uterino continúa siendo uno de los tipos de cáncer más frecuentes entre las mujeres y una causa importante de mortalidad, según alertas del Ministerio de Salud (Minsa) y el Seguro Social de Salud (EsSalud). Estas instituciones coinciden en que muchos casos se detectan en etapas avanzadas, cuando los síntomas ya son evidentes y el tratamiento resulta más complejo. Por ello, la prevención, los controles ginecológicos periódicos y la información clara son claves para reducir el impacto de esta enfermedad. Conocer los principales síntomas del cáncer de cuello uterino permite reconocer señales de alerta y buscar atención médica oportuna.

Estos son los 5 principales síntomas del cáncer de cuello uterino

Una medida clave es la realización periódica de la prueba del Papanicolaou (Agencia Peruana de Noticias Andina)
  1. Sangrado vaginal anormal: uno de los síntomas más frecuentes es el sangrado que ocurre fuera del período menstrual, después de las relaciones sexuales o tras la menopausia. Este signo no debe normalizarse y siempre requiere evaluación médica.
  2. Flujo vaginal inusual: el flujo puede volverse más abundante, tener mal olor o presentar una coloración distinta, como amarillenta o con rastros de sangre. Estos cambios persistentes pueden ser una señal de alarma.
  3. Dolor durante las relaciones sexuales: el dolor o molestia al mantener relaciones sexuales, conocido como dispareunia, puede estar relacionado con alteraciones en el cuello uterino y debe ser evaluado por un especialista.
  4. Dolor pélvico o abdominal bajo: el dolor constante en la zona pélvica, que no está asociado al ciclo menstrual, puede indicar que la enfermedad está avanzando y comprometiendo tejidos cercanos.
  5. Fatiga y pérdida de peso sin causa aparente: en etapas más avanzadas, el cáncer de cuello uterino puede provocar cansancio extremo, debilidad y pérdida de peso involuntaria, síntomas que reflejan un compromiso general del organismo.

Es importante destacar que, en sus fases iniciales, este tipo de cáncer puede no presentar síntomas evidentes. Por ello, muchas mujeres desconocen que lo padecen hasta que la enfermedad progresa.

Factores de riesgo del cáncer de cuello uterino

El principal factor de riesgo del cáncer de cuello uterino es la infección persistente por el virus del papiloma humano (VPH), una infección de transmisión sexual muy común. No todas las infecciones por VPH derivan en cáncer, pero ciertos tipos de este virus aumentan significativamente el riesgo.

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Otros factores de riesgo incluyen iniciar la vida sexual a edad temprana, tener múltiples parejas sexuales, no realizarse controles ginecológicos regulares y no haberse vacunado contra el VPH. El tabaquismo también incrementa el riesgo, ya que debilita el sistema inmunológico y favorece el desarrollo de lesiones precancerosas.

La vacunación contra el VPH para prevenir el cáncer de cuello uterino es recomendada principalmente en niñas y adolescentes antes del inicio de la vida sexual (Freepik)

Asimismo, un sistema inmunológico debilitado, ya sea por enfermedades crónicas o por el uso prolongado de ciertos medicamentos, puede dificultar la eliminación del virus y aumentar la probabilidad de desarrollar cáncer de cuello uterino. Las condiciones socioeconómicas y el acceso limitado a servicios de salud también influyen en el diagnóstico tardío.

Cómo prevenir el cáncer de cuello uterino

La prevención del cáncer de cuello uterino es posible y efectiva cuando se combinan varias estrategias. Una de las más importantes es la vacunación contra el VPH, recomendada principalmente en niñas y adolescentes antes del inicio de la vida sexual, aunque también puede aplicarse en mujeres jóvenes según indicación médica.

Otra medida clave es la realización periódica del Papanicolaou y, en algunos casos, la prueba de VPH. Estos exámenes permiten detectar lesiones precancerosas antes de que evolucionen a cáncer. El Minsa y EsSalud recomiendan que las mujeres inicien estos controles según la edad y frecuencia indicadas por el profesional de la salud.

El uso de preservativo en las relaciones sexuales reduce el riesgo de transmisión del VPH, aunque no lo elimina por completo. Además, mantener hábitos de vida saludables, evitar el tabaco y acudir regularmente al ginecólogo contribuye a una detección temprana.

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