La música latina perdió a una de sus figuras más emblemáticas con el fallecimiento de Abraham Quintanilla Jr., patriarca de la dinastía Quintanilla y mentor decisivo de Selena, la “Reina del Tex-Mex”.
El 13 de diciembre, a los 86 años, la noticia fue confirmada por su hijo A.B. Quintanilla a través de redes sociales, dejando conmocionados a seguidores y colegas en todo el mundo.
¿Quién era Abraham Quintanilla?
Nacido en Corpus Christi, Texas, Abraham Quintanilla fue hijo y nieto de inmigrantes mexicanos de Coahuila, herederos de una cultura que supo mantener viva a través de la música. Desde joven mostró una vocación artística, fundando el grupo vocal The Dinos cuando aún estaba en la secundaria, en una época compleja marcada por la discriminación y el racismo.
En el reciente documental de Netflix sobre su hija Selena, Quintanilla recordó cómo debió enfrentar prejuicios y puertas cerradas por su origen. “Pensaban que éramos italianos”, comentó sobre los dueños de bares que les negaban la entrada a su banda, pese a cantar en inglés como cualquier grupo de la época.
Durante los años 60, Abraham dejó la música tras enlistarse en la Fuerza Aérea de Estados Unidos y posteriormente estableció una familia junto a Marcella Samora. Juntos tuvieron tres hijos: A.B., Suzette y Selena, quien desde pequeña mostró talento para la música.
De manager y mentor a custodio del legado de Selena
Tras un fallido emprendimiento gastronómico, el sueño musical de Abraham encontró un nuevo impulso: reorganizó Los Dinos con sus propios hijos como protagonistas. Fue un manager exigente y mentor inspirador, formando a Selena y sus hermanos en la disciplina, el repertorio y la interpretación, ingredientes que los llevaron al estrellato internacional.
La muerte trágica de Selena en 1995 supuso un antes y un después. Abraham dedicó lo que restaba de su vida a preservar la memoria de su hija, gestionando el Museo Selena en Corpus Christi, supervisando la exitosa película biográfica y manteniendo vigente el nombre de la cantante a través de Q-Productions y múltiples homenajes.
En entrevistas recientes, fue consultado por la posibilidad de la libertad condicional de Yolanda Saldívar, autora material del asesinato de Selena. Quintanilla respondió con dolor y firmeza: “Nada va a regresar a mi hija”, y reconoció que la herida familiar nunca cicatrizó. “Saldívar está más segura dentro que fuera”, manifestó sin rencor, pero sí con la tristeza de una pérdida irremediable.
Reacción de los fans peruanos
El fallecimiento de Abraham Quintanilla no pasó desapercibido para el público peruano, que históricamente ha mostrado un cariño especial por el legado de Selena y su familia. Las redes sociales se llenaron de mensajes de admiración, respeto y un sentimiento compartido de consuelo ante la noticia.
Entre los comentarios más emotivos, se leía: “Descansa en paz Abraham Quintanilla, mi bella Selena ya no estará solita, ahora estará junto a su papá”, “Ya están juntos”, “ya está con su amada hija”, “Se imaginan cómo habrá sido ese reencuentro en el cielo”.
Y por otro lado: “Espero 30 años para poder verla de nuevo”, “¡No! qué triste, ya está con su hija”, “Después de 30 años se reencuentra con su hija, descansa en paz”, “Murió aún con la pena sobre la muerte de su hija... ahora ya están juntos”.
Muchos usuarios también recordaron el reciente documental en el que Abraham apareció hablando con entereza de la historia de Selena. “¡Qué! Pero si hace poco salió hablando en el documental de su hija Selena”, expresó un seguidor conmovido por la cercanía del adiós.
El legado de la familia Quintanilla
Abraham Quintanilla deja una huella imborrable en la música latina y en la memoria colectiva de millones de seguidores. No solo fue el padre y mánager de Selena, sino el guardián de una trayectoria familiar que superó barreras culturales y raciales, representando el sueño de generaciones de migrantes capaces de conquistar el mundo a través del arte.
Su vida estuvo llena de sacrificios, decisiones difíciles y victorias silenciosas, pero también de momentos de celebración y orgullo por haber criado a una de las artistas más queridas de la música hispana.
La despedida de Abraham Quintanilla ha unido a fanáticos peruanos y latinoamericanos en un solo mensaje de emoción, gratitud y esperanza. Para muchos, el verdadero consuelo es imaginarlo reencontrándose con Selena tras casi tres décadas de ausencia: una imagen que, en palabras de sus seguidores, “cura el corazón”.